En diciembre de 1943, debido al éxito del estreno de Madre borrada, Amira de la Rosa fundó un grupo escénico con actores profesionales y aficionados, el cual llevaba su nombre, el grupo tenía como sede el Teatro Murillo de Barranquilla y realizó giras por otras ciudades de la Costa, como Cartagena y Santa Marta, sitios donde fue muy aplaudido. Esta agrupación tuvo vida artística hasta 1945. En una entrevista que Amira concedió a Alfredo de la Espriella, publicada en Marsolaire, ella dijo que fue a través del teatro, que halló un medio de expresión; un gusto de comunicar sentimientos y emociones. Empezó escribiendo obras cortas que representaban los alumnos de su colegio, pero fue en España donde maduró esa experiencia y empezó a escribir para públicos más exigentes.