Con el propósito de documentar mejor los acontecimientos locales o nacionales, dependiendo de la obra y su contexto, es trascendental la objetividad artística, como una manera de releer ese pasado que ha tenido infinidad de significados y convergencias. Para esto, las obras de Claudia Joskowicz orbitan entre la ficción y la realidad, dualidad que utiliza para explicar y hacer partícipe al observador del propósito artístico. Asimismo, el paisaje y el entorno hacen parte de la obra de la artista boliviana, en los cuales la cámara se mueve con una velocidad específica, usualmente lenta, para mezclar experiencias e intereses personales con situaciones y problemáticas comunitarias, haciendo uso de la memoria colectiva para dejar un mensaje y una sensación que invite a reflexionar sobre la continuidad y tergiversación de la historia.