El trabajo artístico de Gros inició con la pintura y demuestra una esmerada formación en academia. Es catalogado dentro de la generación de los “artistas viajeros” por sus periodos de trabajo en países como México y Colombia entre las décadas de 1830 y 1860, en donde realizó paisajes con espíritu científico, y a la vez alimentados por el romanticismo de la escuela humboldtiana. También tuvo experiencia como litógrafo. En cuanto a la fotografía, Gros inició su exploración por propio interés, apenas unos meses después de la invención del daguerrotipo en 1839. Su posición privilegiada le permitió adquirir los equipos, insumos y manuales necesarios para iniciar la operación de esta nueva técnica que lo deslumbró por la posibilidad de captar imágenes con placas fotosensibles. Desde su aprendizaje autodidacta logró experticia en el campo, legando importantes acervos fotográficos así como obras escritas en las que compartió sus propios hallazgos para el uso de este medio. En cuestión de una década su experiencia le abrió un lugar como presidente de la Sociedad Heliográfica de Francia.