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Las primeras aplicaciones de lentes fueron hechas por Euclides, un célebre matemático alejandrino y Claudio Ptolomeo, astrónomo y geógrafo griego, inventor del astrolabio, instrumento usado en las observaciones astronómicas. | |||
A finales del siglo XVI Leonardo da Vinci ya insistía en las ventajas de emplear lentes en el estudio de los objetos pequeños. Aún se debate si la invención del microscopio compuesto de dos lentes fue obra del holandés Zacharias Jansen (1590) o del italiano Galileo Galilei (1609). Ambos diseños eran versiones inversas del telescopio desarrollado por el alemán Hans Lippershey y podían amplificar una imagen hasta diez veces.<br> Años más tarde, gracias a la invención del microscopio óptico, el ser humano pudo tener evidencia del gran mundo que existía más allá de las lentes y descubrir así un universo inorgánico, como los cristales de la sal de mesa o las sales de oxalato que se encuentran en la orina y cuya acumulación es la causa de los cálculos renales. Asimismo, pudo observar los lentos desplazamientos de un parásito intestinal, la ameba, lo que también ayudó a que se quitara la venda del oscurantismo y dar así los primeros pasos en la ciencia moderna. Un hecho más, de entre tantos destacables, fue que gracias al microscopio óptico algunos químicos y médicos, como Louis Pasteur y Robert Koch, pudieran estudiar las enfermedades que asediaban a la humanidad. | |||
Para continuar con su desarrollo y amplificar mejor el tamaño de los objetos, la microscopía debía dar un paso atrás para impulsarse. Así, a mediados del siglo XVII, a casi cinco décadas de la controversial invención del microscopio compuesto, Anton Van Leeuwenhoek, un holandés nacido en 1632, modificó y mejoró su diseño, para lo cual debió reformar el microscopio simple. Leeuwenhoek visitó ópticas y talladurías de vidrio, donde aprendió las técnicas de soplado y tallado. Además, para mejorar las aleaciones con las que se construía la parte mecánica, consultó alquimistas y boticarios, de quienes aprendió los secretos de la extracción de metales. | |||
Con estos conocimientos, él mismo construyó sus propios microscopios, y en 1674 fue el primero de los más de quinientos personajes que se dedicaban a ello. El secreto de Leeuwenhoek para alcanzar esos aumentos fue que él mismo tallaba sus lentes, secreto que conservó celosamente y que prolongó el empleo del microscopio compuesto hasta el siglo XIX. Aunque el microscopio de Leeuwenhouk es simple, logra aumentos de hasta 480 veces el tamaño de los objetos usando una sola lente. | |||
Leeuwenhoek fue el primer cazador de microbios y un verdadero microscopista. Fue conserje de la casa consultorial de su pueblo natal, comerciante de telas y el primero en asomarse a un mundo nuevo poblado de seres diferentes. La falta de preparación académica de Leeuwenhoek fue un factor importante en los trabajos que realizó, pues su supuesta ignorancia lo aislaba de la charlatanería de su tiempo, en el que las enfermedades se atribuían a los malos espíritus. Él no tuvo otras guías que sus ojos, sus reflexiones y su criterio, además de una meticulosidad verdaderamente científica en los procedimientos que seguía. | |||
Después de muchas horas corroborando los objetos que tenía durante días bajo el microscopio, realizaba sus observaciones y comentarios, los recopilaba y enviaba a sus conocidos en los Países Bajos, mientras era la burla de la mayoría de los habitantes de Delft. Por fortuna no de todos, pues entre estos últimos se hallaba Regnier de Graaf, un médico y fisiólogo holandés, quien asombrado por los descubrimientos de Leeuwenhoek lo presentó ante la Royal Society (Real Sociedad) de Londres, la más antigua de las sociedades científicas del Reino Unido, de la cual él era miembro. | |||
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Los miembros de la Sociedad se impresionaron por el trabajo de Leeuwenhoek y lo animaron a que siguiera escribiéndoles. Desde ese momento y a lo largo de cincuenta años enviaría cientos de cartas al secretario de la Real Sociedad.Las cartas enviadas por Leeuwenhoek estaban escritas en holandés, la única lengua que hablaba, por lo que causaron problemas en la literatura científica, pues entre los siglos XVII y XIX casi todas las publicaciones se escribían en latín; sin embargo, siempre fueron recibidas con beneplácito por los caballeros de la Real Sociedad, de la que lo hicieron miembro en 1680. Desde 1674 hasta el día de su muerte llevó a cabo numerosos descubrimientos, entre los que destacan la primera descripción precisa de un glóbulo rojo y de protozoos a los que llamó “animálculos”; describió tres tipos de bacterias e hizo la primera descripción de un espermatozoide humano.<br> Los primeros microscopios fueron traídos a Colombia desde Europa en 1884 por los doctores Alejandro Restrepo y Juan de Dios Carrasquilla, desde entonces empezaron a funcionar en las ciudades de Medellín y Bogotá. | |||
=Cómo citar este texto= | |||
Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Microscopio. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/ciencias/microscopio | |||
= | =Bibliografía= | ||
Cobos Murcia,J.A.(2012).La historia del microscopio.La ciencia y el hombre.Revista de divulgación científica y tecnológica de la universidad veracruzana,vol.XXV,número 1. | |||
=Enlaces externos= | |||
[https://www.uv.mx/cienciahombre/index.htmle] Revista La Ciencia y el Hombre de la Universidad Veracruzana | |||
[[Categoría:Ciencias Naturales]] | |||
Revisión actual - 12:03 19 jul 2017
Qué es
Las primeras aplicaciones de lentes fueron hechas por Euclides, un célebre matemático alejandrino y Claudio Ptolomeo, astrónomo y geógrafo griego, inventor del astrolabio, instrumento usado en las observaciones astronómicas.
A finales del siglo XVI Leonardo da Vinci ya insistía en las ventajas de emplear lentes en el estudio de los objetos pequeños. Aún se debate si la invención del microscopio compuesto de dos lentes fue obra del holandés Zacharias Jansen (1590) o del italiano Galileo Galilei (1609). Ambos diseños eran versiones inversas del telescopio desarrollado por el alemán Hans Lippershey y podían amplificar una imagen hasta diez veces.
Años más tarde, gracias a la invención del microscopio óptico, el ser humano pudo tener evidencia del gran mundo que existía más allá de las lentes y descubrir así un universo inorgánico, como los cristales de la sal de mesa o las sales de oxalato que se encuentran en la orina y cuya acumulación es la causa de los cálculos renales. Asimismo, pudo observar los lentos desplazamientos de un parásito intestinal, la ameba, lo que también ayudó a que se quitara la venda del oscurantismo y dar así los primeros pasos en la ciencia moderna. Un hecho más, de entre tantos destacables, fue que gracias al microscopio óptico algunos químicos y médicos, como Louis Pasteur y Robert Koch, pudieran estudiar las enfermedades que asediaban a la humanidad.
Para continuar con su desarrollo y amplificar mejor el tamaño de los objetos, la microscopía debía dar un paso atrás para impulsarse. Así, a mediados del siglo XVII, a casi cinco décadas de la controversial invención del microscopio compuesto, Anton Van Leeuwenhoek, un holandés nacido en 1632, modificó y mejoró su diseño, para lo cual debió reformar el microscopio simple. Leeuwenhoek visitó ópticas y talladurías de vidrio, donde aprendió las técnicas de soplado y tallado. Además, para mejorar las aleaciones con las que se construía la parte mecánica, consultó alquimistas y boticarios, de quienes aprendió los secretos de la extracción de metales.
Con estos conocimientos, él mismo construyó sus propios microscopios, y en 1674 fue el primero de los más de quinientos personajes que se dedicaban a ello. El secreto de Leeuwenhoek para alcanzar esos aumentos fue que él mismo tallaba sus lentes, secreto que conservó celosamente y que prolongó el empleo del microscopio compuesto hasta el siglo XIX. Aunque el microscopio de Leeuwenhouk es simple, logra aumentos de hasta 480 veces el tamaño de los objetos usando una sola lente.
Leeuwenhoek fue el primer cazador de microbios y un verdadero microscopista. Fue conserje de la casa consultorial de su pueblo natal, comerciante de telas y el primero en asomarse a un mundo nuevo poblado de seres diferentes. La falta de preparación académica de Leeuwenhoek fue un factor importante en los trabajos que realizó, pues su supuesta ignorancia lo aislaba de la charlatanería de su tiempo, en el que las enfermedades se atribuían a los malos espíritus. Él no tuvo otras guías que sus ojos, sus reflexiones y su criterio, además de una meticulosidad verdaderamente científica en los procedimientos que seguía.
Después de muchas horas corroborando los objetos que tenía durante días bajo el microscopio, realizaba sus observaciones y comentarios, los recopilaba y enviaba a sus conocidos en los Países Bajos, mientras era la burla de la mayoría de los habitantes de Delft. Por fortuna no de todos, pues entre estos últimos se hallaba Regnier de Graaf, un médico y fisiólogo holandés, quien asombrado por los descubrimientos de Leeuwenhoek lo presentó ante la Royal Society (Real Sociedad) de Londres, la más antigua de las sociedades científicas del Reino Unido, de la cual él era miembro.
Los miembros de la Sociedad se impresionaron por el trabajo de Leeuwenhoek y lo animaron a que siguiera escribiéndoles. Desde ese momento y a lo largo de cincuenta años enviaría cientos de cartas al secretario de la Real Sociedad.Las cartas enviadas por Leeuwenhoek estaban escritas en holandés, la única lengua que hablaba, por lo que causaron problemas en la literatura científica, pues entre los siglos XVII y XIX casi todas las publicaciones se escribían en latín; sin embargo, siempre fueron recibidas con beneplácito por los caballeros de la Real Sociedad, de la que lo hicieron miembro en 1680. Desde 1674 hasta el día de su muerte llevó a cabo numerosos descubrimientos, entre los que destacan la primera descripción precisa de un glóbulo rojo y de protozoos a los que llamó “animálculos”; describió tres tipos de bacterias e hizo la primera descripción de un espermatozoide humano.
Los primeros microscopios fueron traídos a Colombia desde Europa en 1884 por los doctores Alejandro Restrepo y Juan de Dios Carrasquilla, desde entonces empezaron a funcionar en las ciudades de Medellín y Bogotá.
Cómo citar este texto
Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Microscopio. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/ciencias/microscopio
Bibliografía
Cobos Murcia,J.A.(2012).La historia del microscopio.La ciencia y el hombre.Revista de divulgación científica y tecnológica de la universidad veracruzana,vol.XXV,número 1.
Enlaces externos
[1] Revista La Ciencia y el Hombre de la Universidad Veracruzana