Diferencia entre revisiones de «Hernán Medina Calderón (“El príncipe estudiante”)»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
(Página creada con «{{Ficha |título = Hernán Medina Calderón (“El príncipe estudiante”) |imagen = avatar-hombre.jpg |imagen-descripción = |nombre = Hernán Medina Calderón |fecha-de…»)
 
Sin resumen de edición
Línea 17: Línea 17:
|ciudad-de-fallecimiento =  
|ciudad-de-fallecimiento =  
|fecha-de-fallecimiento =  
|fecha-de-fallecimiento =  
|familia=  
|familia= José Medina (padre), Judith Calderón (madre)
|cónyuge=  
|cónyuge=  
}}
}}
'''Hernán Medina Calderón''' es un exciclista profesional nacido en Yarumal, Antioquia, el 29 de agosto de 1937. Compitió durante los años cincuenta y sesenta. Ganó el Campeonato Nacional de Ruta en 1957. En 1958 fue campeón de la Vuelta a Guatemala; ganó nueve etapas de la Vuelta a Colombia en los años 1957, 1958, 1959, 1960, 1961, y subió al podio en cuatro oportunidades. Fue campeón de esta competencia en 1960. Al año siguiente ganó una etapa del Clásico RCN y terminó en el tercer puesto de la clasificación general. Compitió en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960.
==Biografía==
===Inicios en el ciclismo===
Hijo de José Medina y Judith Calderón, Hernán fue rebautizado en las rutas como “El príncipe estudiante”. Había detrás del apodo, según el libro ''La gran historia de la Vuelta a Colombia 1951-2011'', razones bien fundadas. “Sus modales, dentro y fuera de la competencia, la estructura de su personalidad y el amor por los libros, respondieron a ese calificativo”. El apodo se lo puso Carlos Arturo Rueda, el famoso narrador de la radio colombiana, durante una etapa en la Vuelta de 1958, mientras el corredor, que todo el tiempo hablaba de sus estudios, iba en ascenso al Alto de La Línea.
Desde 1955 Medina compartió su tiempo entre la letra impresa y los pedales. Sus padres cultivaron en él una devoción por el conocimiento, y fue, para la época, un ciclista inusualmente formado. Cursaba estudios en el Liceo de la Universidad de Antioquia cuando participó en los primeros juegos estudiantiles y resultó campeón. Si lo hubieran forzado a elegir entre la bicicleta y los libros, según el libro citado, es probable que hubiera escogido estos últimos. “Su gran ilusión era obtener un título como profesional egresado de la universidad, lo que finalmente iba a lograr”.
El descubridor del Príncipe fue otro gran personaje: Julio Arrastía Bricca, un exciclista colombo-argentino que se había convertido en entrenador para luego aterrizar detrás del micrófono como narrador y comentarista. Arrastía, alias la Biblia, vio al futuro corredor dando vueltas junto a sus amigos en los alrededores del Estadio Atanasio Girardot y le recomendó que compitiera.
Como muchos de sus contemporáneos, Medina se inició con una bicicleta “turismera”, hecha de acero y muy pesada, según él mismo ha recordado. Más tarde pasó a una de ruta, y fue así como empezó su carrera ciclística. En 1956, durante una de sus primeras competencias, la doble a Jericó, llegó de segundo detrás del inmenso Ramón Hoyos. El mismo año en otra prueba, la doble a Sonsón, venció por fin a Hoyos en el embalaje final. Así empezó a dar sólidas muestras de un talento natural.
===Y llegó la victoria===
En 1960, durante su cuarto intento, Hernán Medina por fin ganó la Vuelta a Colombia. Por primera vez, ese año la carrera salió del Norte de Santander, en el pueblo de Villa del Rosario, muy cerca de Cúcuta. Y terminaría en Medellín también por primera vez desde que se corría esta prueba. “Yo me había preparado bien y el terreno me favorecía. Las primeras etapas sirvieron para demostrar que mis principales enemigos serían Roberto Buitrago, Jorge Luque, Ramón Hoyos y Rubén Darío Gómez”, recuerda Medina en ''La gran historia de la Vuelta a Colombia 1951-2011''.
En una etapa decisiva, cuenta el corredor, se armó un grupo de fugados con representantes de distintos equipos rumbo a la capital antioqueña. Esa era su oportunidad. “Estaba a las puertas de mi tierra y del triunfo. Entonces me lancé furiosamente por la camiseta de líder y la conseguí en Riosucio, al ganar la etapa”.
Al día siguiente, en la etapa que llevaba de Riosucio a Medellín, Medina se batió en duelo contra “Pajarito” Buitrago, y en el ascenso hacia el Alto de Minas lo descolgó a punta de resistencia. Ese día no ganó la etapa, pero fue recibido en la capital de su departamento con la camiseta de líder por su victoria en la clasificación general. Había ganado por fin una Vuelta a Colombia.

Revisión del 23:29 24 jun 2020

Hernán Medina Calderón (“El príncipe estudiante”)
Datos generales
Nombre Hernán Medina Calderón
Fecha de nacimiento 29 de agosto de 1937
Seudónimo “El príncipe estudiante”
Ocupación Ciclista profesional
Estudios universitarios Ingeniería Mecánica en la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín
Formación profesional Ingeniero Mecánico
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Yarumal, Antioquia
Familia José Medina (padre), Judith Calderón (madre)


Hernán Medina Calderón es un exciclista profesional nacido en Yarumal, Antioquia, el 29 de agosto de 1937. Compitió durante los años cincuenta y sesenta. Ganó el Campeonato Nacional de Ruta en 1957. En 1958 fue campeón de la Vuelta a Guatemala; ganó nueve etapas de la Vuelta a Colombia en los años 1957, 1958, 1959, 1960, 1961, y subió al podio en cuatro oportunidades. Fue campeón de esta competencia en 1960. Al año siguiente ganó una etapa del Clásico RCN y terminó en el tercer puesto de la clasificación general. Compitió en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960.

Biografía

Inicios en el ciclismo

Hijo de José Medina y Judith Calderón, Hernán fue rebautizado en las rutas como “El príncipe estudiante”. Había detrás del apodo, según el libro La gran historia de la Vuelta a Colombia 1951-2011, razones bien fundadas. “Sus modales, dentro y fuera de la competencia, la estructura de su personalidad y el amor por los libros, respondieron a ese calificativo”. El apodo se lo puso Carlos Arturo Rueda, el famoso narrador de la radio colombiana, durante una etapa en la Vuelta de 1958, mientras el corredor, que todo el tiempo hablaba de sus estudios, iba en ascenso al Alto de La Línea.

Desde 1955 Medina compartió su tiempo entre la letra impresa y los pedales. Sus padres cultivaron en él una devoción por el conocimiento, y fue, para la época, un ciclista inusualmente formado. Cursaba estudios en el Liceo de la Universidad de Antioquia cuando participó en los primeros juegos estudiantiles y resultó campeón. Si lo hubieran forzado a elegir entre la bicicleta y los libros, según el libro citado, es probable que hubiera escogido estos últimos. “Su gran ilusión era obtener un título como profesional egresado de la universidad, lo que finalmente iba a lograr”.

El descubridor del Príncipe fue otro gran personaje: Julio Arrastía Bricca, un exciclista colombo-argentino que se había convertido en entrenador para luego aterrizar detrás del micrófono como narrador y comentarista. Arrastía, alias la Biblia, vio al futuro corredor dando vueltas junto a sus amigos en los alrededores del Estadio Atanasio Girardot y le recomendó que compitiera.

Como muchos de sus contemporáneos, Medina se inició con una bicicleta “turismera”, hecha de acero y muy pesada, según él mismo ha recordado. Más tarde pasó a una de ruta, y fue así como empezó su carrera ciclística. En 1956, durante una de sus primeras competencias, la doble a Jericó, llegó de segundo detrás del inmenso Ramón Hoyos. El mismo año en otra prueba, la doble a Sonsón, venció por fin a Hoyos en el embalaje final. Así empezó a dar sólidas muestras de un talento natural.

Y llegó la victoria

En 1960, durante su cuarto intento, Hernán Medina por fin ganó la Vuelta a Colombia. Por primera vez, ese año la carrera salió del Norte de Santander, en el pueblo de Villa del Rosario, muy cerca de Cúcuta. Y terminaría en Medellín también por primera vez desde que se corría esta prueba. “Yo me había preparado bien y el terreno me favorecía. Las primeras etapas sirvieron para demostrar que mis principales enemigos serían Roberto Buitrago, Jorge Luque, Ramón Hoyos y Rubén Darío Gómez”, recuerda Medina en La gran historia de la Vuelta a Colombia 1951-2011.

En una etapa decisiva, cuenta el corredor, se armó un grupo de fugados con representantes de distintos equipos rumbo a la capital antioqueña. Esa era su oportunidad. “Estaba a las puertas de mi tierra y del triunfo. Entonces me lancé furiosamente por la camiseta de líder y la conseguí en Riosucio, al ganar la etapa”.

Al día siguiente, en la etapa que llevaba de Riosucio a Medellín, Medina se batió en duelo contra “Pajarito” Buitrago, y en el ascenso hacia el Alto de Minas lo descolgó a punta de resistencia. Ese día no ganó la etapa, pero fue recibido en la capital de su departamento con la camiseta de líder por su victoria en la clasificación general. Había ganado por fin una Vuelta a Colombia.