Diferencia entre revisiones de «Asambleas constituyentes»
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Revisión del 18:03 22 jul 2017
Qué es
La convocatoria a una Asamblea Constituyente, en el caso latinoamericano, ha respondido a la necesidad de incluir nuevos sectores sociales en la agenda pública. A través de la re-estructuración del Estado, este espacio deliberativo ha propiciado nuevos espacios de participación, la garantía de los derechos sociales, y sobre todo se ha convertido en un espacio político de concertación, ya sea para la ratificación de movimientos radicales como lo fue en Nicaragua, el retorno de la democracia en Brasil después de la dictadura, o como lo fue en el caso colombiano al ser un escenario de inclusión política para grupos guerrilleros después de un proceso de paz como en 1991 con el M-19.
Sin embargo, las Asambleas Constituyentes en Colombia han servido como un ejercicio de representación que se puede ubicar desde la década de 1830 cuando se convoca una ‘representación nacional’ para la redacción de la carta constitucional. Este factor le ha proveído un ‘aire’ de legitimidad al proceso, en donde se hace evidente el principio que enmarca al ‘pueblo’ como el constituyente primario, que en otras palabras significa que de él deriva el poder político de nuestra sociedad.
En este orden de ideas, el texto de Salazar (2012) nos ofrece un panorama general sobre el desarrollo constitucional en el país, enmarcando las principales reformas en cada periodo. Siendo particularmente relevante que este autor sólo menciona tres (3) Asambleas:
- la de 1904 que es convocada por Rafael Reyes, que se reunirá nuevamente en 1910
- la convocada por Laureano Gómez en la década de 1950 que será truncada por la instauración de la dictadura y posterior Frente Nacional
- el movimiento de la ‘Séptima Papeleta’ que llevaría a la reforma y redacción de un nuevo texto constitucional en 1991.
Cabe adicionar que tanto Salazar (2012) como Restrepo (1990) hacen alusión al rol que tiene la Asamblea Constituyente en los procesos de paz con los movimientos insurgentes de ideologías de izquierda (guerrillas) que han buscado y promovido este espacio como mecanismo de inclusión de sus pretensiones y luchas sociales. En esta medida podemos encontrar que en los primeros acercamientos en la década de 1980 ya se habla de convocar al constituyente primario y elegir a sus representantes para la constitución y reorganización del Estado. No obstante, sólo en el caso de la Constitución de 1991 y posterior a un proceso de desarme y de participación política (participación en elecciones libres) el M-19 logró ser parte de este cuerpo colegiado.
Asamblea Constituyente de 1991
La Constitución nacida de la Asamblea Constituyente de 1886 se mantuvo vigente por más de 100 años, hasta 1991, año en el que se aprobó la nueva Constitución (debemos entender por Constitución las normas y leyes que regirán a una nación a lo largo de un período de tiempo indefinido). Para elaborar y consagrar la Constitución actual, se debió seguir un proceso, el cual se resumirá en las siguientes líneas.
La idea de realizar una Asamblea para reformar la Constitución de 1886 surgió de una propuesta que el ex presidente Virgilio Barco Vargas (1986-1990) hizo en el año 1988, la cual consistía en convocar a un plebiscito para derogar el articulo 218 de la Constitución Política. El cambio que se buscaba era el de lograr una transformación total de las leyes y normas que regían en el país, ello debido, en especial, a la preocupante situación de orden público y al sentimiento generalizado de los ciudadanos de que las instituciones estaban un paso atrás respecto de otros países para poder afrontar el futuro inmediato que les esperaba.
En el año de 1990 se les preguntó a los colombianos sí deseaban implantar una nueva Constitución (aquella pregunta se formuló por medio de una consulta popular). La respuesta fue resueltamente afirmativa, de tal suerte que, de inmediato, se empezó a trabajar con miras a redactar una nueva Constitución Política para Colombia. Es así como, en marzo de 1991, se llevaron a cabo las elecciones para elegir a los delegados de los partidos políticos y de los movimientos y sectores independientes que habrían de participar en la nueva Asamblea Constitucional.
Vale la pena aclarar que, dentro de los constituyentes, (nombre que se les da a los delegados encargados de reformar la Constitución), había una gran diversidad de personas (representantes de las negritudes, políticos de partidos tradicionales, ex guerrilleros recientemente incorporados a la vida civil, representantes indígenas y representantes de movimientos y sectores independientes) reunidas todas para lograr el fin último y fundamental de hacer que las instituciones y normas fuesen más efectivas y dignas de credibilidad.
Entre abril y junio de 1991 se dio inicio a las sesiones de la Asamblea Constitucional, periodo en el cual se redactó y aprobó el primer borrador de la reforma, el cual se le entregó al Presidente en el mes de julio para que éste, en un plazo de cinco meses, presentara sus observaciones y críticas al texto. Ya en diciembre, el texto fue revisado por última vez por los Constituyentes, ello para poder hacer las reformas necesarias que habían sido recomendadas tanto por el Ejecutivo como por la opinión pública. Es así como, finalmente, y después de las revisiones pertinentes, fue aprobada la Constitución de 1991, que es la que rige actualmente al Estado colombiano.
Documentos relacionados en la Biblioteca Virtual
Bibliografía
Constitución política de Colombia, 1991.
Botero Zea, Fernando, La operatividad de la Asamblea Nacional Constitucional, programa Presidentes de empresa, mayo, 1990.
Salazar, G. (2012). Breve historia del desarrollo constitucional en la República de Colombia, Principia IURIS 18, pp. 57 – 75.
Restrepo, L. (1990). Asamblea Nacional Constituyente en Colombia:¿concluirá por fin el Frente Nacional?, Análisis Político 12.
Cómo citar este texto
Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Asambleas constituyentes. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/politica/asambleas_constituyentes