Diferencia entre revisiones de «Jaime Lopera Gutiérrez»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
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==Biografía==
==Biografía==


Nació Calarcá, Quindío, en 1936. Es narrador, periodista e historiador. Umberto Senegal considera que Jaime Lopera es uno de los pioneros de la minificcción en América Latina y el primero en Colombia, cuando en 1967 publicó en Medellín el libro La perorata y otras historias.  
Nació Calarcá, Quindío, en 1936. Es narrador, periodista e historiador. Umberto Senegal considera que Jaime Lopera es uno de los pioneros de la minificcción en América Latina y el primero en Colombia, cuando en 1967 publicó en Medellín el libro ''La perorata y otras historias''.  


Empezó sus estudios en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Externado de Colombia, pero no los culminó porque inició su militancia en el Movimiento Revolucionario Liberal de Alfonso López Michelsen. Se ha desempeñado en la narrativa, la historia y la administración de empresas, realizando publicaciones en cada una de ellas.   
Empezó sus estudios en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Externado de Colombia, pero no los culminó porque inició su militancia en el Movimiento Revolucionario Liberal de Alfonso López Michelsen. Se ha desempeñado en la narrativa, la historia y la administración de empresas, realizando publicaciones en cada una de ellas.   


Vivió en Bogotá y trabajó en los periódicos La Calle y La Nueva Prensa como reportero. Luego como crítico de cine y literatura en las revistas Guiones, Eco y Pluma. En 1982 regresó al Quindío, como gobernador del departamento. Una vez terminó su periodo electivo, regresó a Bogotá y en el 2002 publicó La culpa es de la vaca en coautoría con su esposa, Martha Inés Bernal, un libro con el que pretendían realizar talleres en empresas de la región, pero que terminó convirtiéndose en uno de los más vendidos. Incluso fue traducido al ruso. Con respecto a esta obra, en comunicación personal con Rigoberto Gil, Jaime Lopera expresó: “La culpa es de la vaca fue un best seller (en su conocida traducción) pero todos los libros de esa saga son libros ajenos: en forma irónica he dicho que, como Compiladores, nuestro mejor aporte en esos libros es la palabra “fin”: de resto son anécdotas, fabulas e historias de otros (…) abono en nuestro favor que de cientos de historias (extractadas de libros, bajadas de Internet, experiencias y traducciones propias, más de 800), hicimos varias selecciones y esas fueron las que gustaron. Una selección apropiada para un mensaje sencillo y didáctico, ese es el nombre del juego. Allí radica entonces nuestra enorme satisfacción porque mucha gente ha aprendido algo de aquellos textos enfocados en ética y valores (en especial, numerosos grupos de escolares) y por ello no puedo eliminarlos de mi bibliografía”.
Vivió en Bogotá y trabajó en los periódicos ''La Calle'' y ''La Nueva Prensa'' como reportero. Luego como crítico de cine y literatura en las revistas ''Guiones'', ''Eco y Pluma''. En 1982 regresó al Quindío, como gobernador del departamento. Una vez terminó su periodo electivo, regresó a Bogotá y en el 2002 publicó ''La culpa es de la vaca'' en coautoría con su esposa, Martha Inés Bernal, un libro con el que pretendían realizar talleres en empresas de la región, pero que terminó convirtiéndose en uno de los más vendidos. Incluso fue traducido al ruso. Con respecto a esta obra, en comunicación personal con Rigoberto Gil, Jaime Lopera expresó: “''La culpa es de la vaca'' fue un ''best seller'' (en su conocida traducción) pero todos los libros de esa saga son ''libros ajenos'': en forma irónica he dicho que, como Compiladores, nuestro mejor aporte en esos libros es la palabra “fin”: de resto son anécdotas, fabulas e historias ''de otros'' (…) abono en nuestro favor que de cientos de historias (extractadas de libros, bajadas de Internet, experiencias y traducciones propias, más de 800), hicimos varias selecciones y esas fueron las que gustaron. Una selección apropiada para un mensaje sencillo y didáctico, ese es el nombre del juego. Allí radica entonces nuestra enorme satisfacción porque mucha gente ha aprendido algo de aquellos textos enfocados en ética y valores (en especial, numerosos grupos de escolares) y por ello no puedo eliminarlos de mi bibliografía”.


Fue presidente de la Academia de Historia del Quindío en 2003 y permaneció en este cargo hasta 2018. Se reconoce su incansable labor en defensa de la historia y el patrimonio de la región. De ahí que haya promovido la escritura y divulgación de materiales invaluables para el debate de la historia, entre ensayos, artículos e investigaciones académicas. Fue promotor de la creación de los Centros Locales de Historia en los municipios del departamento, convencido de la importancia de hacer microhistoria para crear entre los habitantes de los pueblos pertenencia a sus localidades. También se exalta su labor, a nivel político y diplomático, en torno a la recuperación del Tesoro de los Quimbayas. Impulsó, además, la conformación del Capítulo Eje Cafetero de la Asociación Colombiana de Historiadores. El novelista José Nodier Solórzano reconoce la labor de Jaime Lopera en la construcción de la memoria histórica del Quindío:  
Fue presidente de la Academia de Historia del Quindío en 2003 y permaneció en este cargo hasta 2018. Se reconoce su incansable labor en defensa de la historia y el patrimonio de la región. De ahí que haya promovido la escritura y divulgación de materiales invaluables para el debate de la historia, entre ensayos, artículos e investigaciones académicas. Fue promotor de la creación de los Centros Locales de Historia en los municipios del departamento, convencido de la importancia de hacer microhistoria para crear entre los habitantes de los pueblos pertenencia a sus localidades. También se exalta su labor, a nivel político y diplomático, en torno a la recuperación del Tesoro de los Quimbayas. Impulsó, además, la conformación del Capítulo Eje Cafetero de la Asociación Colombiana de Historiadores. El novelista José Nodier Solórzano reconoce la labor de Jaime Lopera en la construcción de la memoria histórica del Quindío:  

Revisión del 18:10 11 jul 2022

Biografía

Nació Calarcá, Quindío, en 1936. Es narrador, periodista e historiador. Umberto Senegal considera que Jaime Lopera es uno de los pioneros de la minificcción en América Latina y el primero en Colombia, cuando en 1967 publicó en Medellín el libro La perorata y otras historias.

Empezó sus estudios en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Externado de Colombia, pero no los culminó porque inició su militancia en el Movimiento Revolucionario Liberal de Alfonso López Michelsen. Se ha desempeñado en la narrativa, la historia y la administración de empresas, realizando publicaciones en cada una de ellas.

Vivió en Bogotá y trabajó en los periódicos La Calle y La Nueva Prensa como reportero. Luego como crítico de cine y literatura en las revistas Guiones, Eco y Pluma. En 1982 regresó al Quindío, como gobernador del departamento. Una vez terminó su periodo electivo, regresó a Bogotá y en el 2002 publicó La culpa es de la vaca en coautoría con su esposa, Martha Inés Bernal, un libro con el que pretendían realizar talleres en empresas de la región, pero que terminó convirtiéndose en uno de los más vendidos. Incluso fue traducido al ruso. Con respecto a esta obra, en comunicación personal con Rigoberto Gil, Jaime Lopera expresó: “La culpa es de la vaca fue un best seller (en su conocida traducción) pero todos los libros de esa saga son libros ajenos: en forma irónica he dicho que, como Compiladores, nuestro mejor aporte en esos libros es la palabra “fin”: de resto son anécdotas, fabulas e historias de otros (…) abono en nuestro favor que de cientos de historias (extractadas de libros, bajadas de Internet, experiencias y traducciones propias, más de 800), hicimos varias selecciones y esas fueron las que gustaron. Una selección apropiada para un mensaje sencillo y didáctico, ese es el nombre del juego. Allí radica entonces nuestra enorme satisfacción porque mucha gente ha aprendido algo de aquellos textos enfocados en ética y valores (en especial, numerosos grupos de escolares) y por ello no puedo eliminarlos de mi bibliografía”.

Fue presidente de la Academia de Historia del Quindío en 2003 y permaneció en este cargo hasta 2018. Se reconoce su incansable labor en defensa de la historia y el patrimonio de la región. De ahí que haya promovido la escritura y divulgación de materiales invaluables para el debate de la historia, entre ensayos, artículos e investigaciones académicas. Fue promotor de la creación de los Centros Locales de Historia en los municipios del departamento, convencido de la importancia de hacer microhistoria para crear entre los habitantes de los pueblos pertenencia a sus localidades. También se exalta su labor, a nivel político y diplomático, en torno a la recuperación del Tesoro de los Quimbayas. Impulsó, además, la conformación del Capítulo Eje Cafetero de la Asociación Colombiana de Historiadores. El novelista José Nodier Solórzano reconoce la labor de Jaime Lopera en la construcción de la memoria histórica del Quindío:

“Y dirá esa historia que un hombre, nacido en Calarcá, a quien le asesinaron su padre, trató de enseñarnos la importancia de mirar nuestro rostro, surcado de cicatrices y heridas, en el espejo del tiempo.

Ese hombre, hecho a pulso, como un autodidacta contumaz, viaja por el mundo, escribe libros de autoayuda personal, libros de ficción, convoca amores y resentimientos y camina bajo el paraguas de la honradez, el esfuerzo individual y la inteligencia, valores que pueden guiar las acciones de seres humanos precarios, sí, pero comprometidos a pensar su época y a registrarla en las piedras del río que nos baña. 

La academia de historia del Quindío y los centros de historia de los municipios, que ya empiezan a funcionar, son el testimonio de un compromiso por nuestro pasado y del camino desbrozado por un hombre que sabe a qué huelen los tiempos porvenir. Ese hombre, ciudadano integro, es Jaime Lopera Gutiérrez”.

En su discurso de despedida como presidente de la Academia de Historia del Quindío, el 20 de marzo de 2018 Jaime Lopera anotó: “Me gustaría decir que somos hoy una red de intelectuales en proceso de mejoramiento continuo, que subsiste por la misión y los objetivos que nos hemos propuesto y no por la casualidad de las circunstancias o por los mesías salvadores. Lo he dicho antes: somos un foro de hombres libres y así deberíamos serlo siempre. Pero nuestra vocación hacia la historia (pequeña o grande, permanente u ocasional) es, primero que todo, un escudo contra la falta de identidad o la búsqueda de ella. Sin ser abanderados de la tradición por sí misma, hemos aprendido a poner una mirada hacia el futuro, como lo será el enorme reto del Congreso de Historia del año entrante y los Centros Locales que venimos desarrollando.”

Jaime Lopera ha sido colaborador en las revistas Pluma y Semana y en los periódicos La Crónica del Quindío y Portafolio.