Diferencia entre revisiones de «Luis Paz»
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Luis Paz fue uno de los grandes conocedores del grabado, técnica que aprendió durante sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia, y que profundizó en instituciones de europeas.
Nombre | Luis Paz |
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Fecha de nacimiento | 21 de agosto de 1937 |
Nacionalidad | Colombiana }} |
Ocupación | Artista plástico, pintor, dibujante y grabador |
Estudios universitarios | Maestro en Pintura de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia |
Formación profesional | Maestro en Pintura |
País de nacimiento | Colombia, }} |
Ciudad de nacimiento | Cúcuta (Norte de Santander) |
Fecha de fallecimiento | 15 de septiembre de 2011 |
País de fallecimiento | Colombia, }} |
Biografía
Luis Paz fue uno de los grandes conocedores del grabado, técnica que aprendió durante sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia, y que profundizó en instituciones de europeas (Academia de San Fernando en Madrid, 1966, y Pratt Graphics Center de Nueva York, 1977) y latinoamericanas (Centro Creagraf de la Universidad de Costa Rica, 1985). Posteriormente, ya como profesor de la Universidad Nacional, hizo parte de un importante grupo de artistas que, durante las décadas de 1960 y 1970, llevaron las artes gráficas a exploraciones sobre la figuración política, la crítica de las ideologías, los medios de comunicación y a la documentación artística de la realidad. La fuerza de su obra, que es política sin ser militante, puede apreciarse en la serie de carteles de 1973 y los grabados sobre los Piscos de 1976 y 1977, que actualmente hacen parte de la Colección de Arte del Banco de la República.
En blanco y negro: el grabado y el dibujo en Colombia (1960-1970)
Según Carmen María Jaramillo, en su libro Fisuras del arte moderno en Colombia (2012), la tendencia monocromática del grabado y el dibujo de gran parte de las décadas de 1960 y 1970 estuvo relacionada con los medios impresos de comunicación: la fotografía documental y los periódicos. Se puede arriesgar la interpretación de que la gráfica y el dibujo sirvieron como medios para abordar temas de interés social y político desde una objetividad, o un expresionismo que, ajenos al color, no se dejaran seducir por los lenguajes comerciales del diseño gráfico o de muchas obras vinculadas al arte pop.
La “figuración política”, tal y como la designó Germán Rubiano Caballero en uno de sus artículos para la enciclopedia Salvat Historia del Arte Colombiano (1977), se afirmó al tomar el dibujo y la gráfica como formas de trabajo modestas y cercanas a las problemáticas sociales y políticas de la década de 1970 (Jaramillo, 2012). En esa década no sólo se consolidaron los talleres de grabado de la Universidad Nacional y de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en la ciudad de Bogotá, sino que los profesores, junto a algunos estudiantes, formaron un frente reconocible en todo el país. Umberto Giangrandi, Augusto Rendón, Alfonso Quijano, Alfonso Mateus, Luis Ángel Rengifo, Rodolfo Velásquez, María Victoria Porras, Diego Arango, Nirma Zárate, Clemencia Lucena, Taller 4 Rojo, entre otros, supieron crear imágenes en un espectro que va desde la denuncia abierta, la representación testimonial y la crítica ideológica de la violencia a los mecanismos represivos del poder.
El grabado se entendió como un medio y herramienta para subvertir el orden existente o para transmitir un mensaje crítico. Los bajos costos para una producción masiva permitieron a los artistas ampliar la circulación de sus trabajos y vincular a otros ciudadanos en la creación. Además, el uso de un lenguaje más directo, que retomaba y a su vez ponía en crisis los códigos y signos de los medios de comunicación y la publicidad, hizo que las voces de las víctimas, los testigos de la violencia o los excluidos de los procesos legales de la democracia encontraran en el arte un importante aliado para transmitir su mensaje (Jaramillo, 2012).
Los carteles de 1973
En 1991 el Museo de Arte Moderno y el Banco de la República en Bucaramanga realizaron la primera de una serie de cuatro exposiciones sobre artistas de los Santanderes. Luis Paz fue uno de los artistas escogidos para esta muestra, dedicada a la década de 1960. El texto crítico incluido en el catálogo, firmado por Álvaro Medina y Juan Gustavo Cobo Borda, reconstruye sucintamente los cambios y exploraciones del artista desde sus primeras obras, presentadas en 1963, hasta 1973, fecha en la que hizo parte de la exposición “Los 9” (Galería Nacional, Bogotá).
La primera etapa artística de Paz se caracterizó por un realismo nítido, excesivo en el detalle; la segunda, por el uso crítico de las palabras y las imágenes; y la tercera, por un tránsito hacia la generalización simbólica. Los carteles de 1973, correspondientes a la segunda etapa, oscilan entre el realismo y el simbolismo en la medida en que apropian las estrategias del diseño gráfico y los carteles publicitarios para construir lo que podrían denominarse “emblemas modernos”. En este tipo de montajes el título (inscriptio) y el subtítulo (subscriptio) ⸻cuando lo hay⸻ entran en fricción con las imágenes para cuestionar el contenido manifiesto de los signos lingüísticos (Rubiano Caballero, 1977).
Las seis piezas de la serie son de formato vertical y, de acuerdo con el espacio que representan, pueden dividirse entre carteles de exteriores o de interiores. El blanco y el negro son los valores cromáticos que se emplearon para poner en relación las fotografías y los eslóganes, sin que esto genere un espacio de reafirmación semiótica mutua. Por el contrario, la imagen fotográfica se encuentra ahí a modo de evidencia icónica para contradecir y refutar el efecto retórico transmitido por los signos lingüísticos (Barón y Ordóñez, 2019).
Los Piscos
El término “pisco” se usa en algunas regiones de la zona andina para designar a alguien de quien se desconoce el nombre, pero que, muchas veces, genera desconfianza (Adatto, 2012). Luis Paz usó la palabra para los títulos de un conjunto de obras que, entre otras cosas, fueron presentadas en 1976 el XXVI Salón Nacional de Artes Visuales (Espacio pisco No. 1, No. 2, y No. 3) y en 1978 en el XXVII Salón Nacional de Artes Visuales (Pisco).
Los tres grabados que hacen parte de la Colección de Arte del Banco de la República son los siguientes: <i>Cabeza de Pisco</i> (1976), <i>Pisco con Jaquimones No. 1</i> (1977) y <i>Pisco</i>, de la colección Grabado en Colombia No. 2 (1977). En todos ellos se pueden ver hombres de perfil, con narices aguileñas y con alopecia que emergen de un fondo oscuro. Individuos anónimos que se presentan desollados, como si la piel fuese una máscara que, no obstante, solo revela los músculos y las estructuras internas del rostro. Este acto de despellejamiento lleva a que la representación de la zona ocular se asemeje al marco de unos anteojos, como ocurre con la imagen de 1976. Otra interpretación posible es que una mirada de rayos x intenta, en vano, encontrar las motivaciones y propósitos de estos seres de trabajo incierto.
Arte en compañía
Luis Paz no sólo creó de forma individual y solitaria, sino que también participó de algunos proyectos colectivos. El primero de ellos fue el proyecto navideño “El pesebre de los genios”, realizado en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (1966), que en ese entonces estaba localizado en la Universidad Nacional. Se convocó a los artistas que habían expuesto allí durante el último año y a algunos estudiantes para elaborar un pesebre. Así, Bernardo Salcedo hizo el niño Jesús como un inmenso huevo blanco; Feliza Bursztyn, la virgen María en chatarra; Luis Caballero, la mula y el buey; Carlos Rojas, la estrella pop; y los estudiantes de último año de Bellas Artes, entre los que se encontraba Paz, los pastores. El escándalo por el tipo de representaciones no se hizo esperar, pero amerita resaltar el espíritu colectivo que motivó esta pilatuna (Herrera, 2011).
Mucho más trascendente para el arte nacional fue su participación en el Taller de Grabado de la Universidad Nacional de Colombia. Ferney Shambo (2014) ha señalado que desde su fundación la Facultad de Arquitectura y Bellas Artes en 1936 tuvo un interés por el arte gráfico. No obstante, hasta la década de 1970 se adquirieron las máquinas necesarias para desarrollar esa actividad. Luis Paz no solo se encargó de organizar el taller de litografía, sino que se dedicó a enseñar técnicas aún desconocidas en Colombia, como el calotipo y el fotograbado, que trajo consigo de su formación en el Pratt Graphics Center (Nueva York) (Shambo, 2014; Adatto, 2019).
El último ejemplo de proyectos colectivos en los que participó Luis Paz inició en 1992, en la Galería Arte Espacio, durante la exposición “Cinco maestros del grabado”, allí Alfonso Quijano, Dioscórides Pérez, Augusto Rendón, Umberto Giangrandi y Luis Paz tomaron la decisión de establecer un contacto más directo con los visitantes mediante la instalación de un taller con prensas y la realización de obras en vivo, tal y como lo relatan los autores del informe de investigación titulado Por las galerías. Atlas de galerías y espacios autogestionados en Bogotá, 1940-2018 (Cerón, Gutiérrez y Ruiz, 2020).
Obras de Luis Paz en las Colecciones del Banco de la República
Título | Año | Ubicación | Denominación | Registro | ||||||||||||||||||||
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Y creemos en el mismo Dios | 1973 | Reserva | Grabado | AP5349 | ||||||||||||||||||||
Los mismos intereses y problemas | 1973 | Reserva | Grabado | AP5350 | ||||||||||||||||||||
Si todos tenemos | 1973 | Reserva | Grabado | AP5351 | ||||||||||||||||||||
La misma patria | 1973 | Reserva | Grabado | AP5352 | ||||||||||||||||||||
Para qué la violencia | 1973 | Reserva | Grabado | AP5353 | ||||||||||||||||||||
Para qué la violencia si todos tenemos | 1973 | Reserva | Grabado | AP5354 | ||||||||||||||||||||
Pisco con Jaquimones No. 1 | 1977 | Reserva | Grabado | AP0861
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Obras en la Colección de Arte del Banco de la República
Bibliografía
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