Diferencia entre revisiones de «Banca hipotecaria»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
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=Qué es=
Una hipoteca es la garantía que se ofrece al solicitar un crédito. Esa garantía consiste en bienes de cierto valor que logran cubrir o exceder el valor que se solicita en préstamo (casas, apartamentos, automóviles, maquinarias, bodegas, etc). Por ejemplo, una persona, a quien llamaremos (A), quien otorga un préstamo a otra persona (B), tiene derecho sobre los bienes que la persona (B) puso como garantía de pago de la deuda. Es decir, la persona (B) hipotecó ciertos bienes como garantía de un crédito a la persona (A). Si se presentara el caso de que la persona (B) no le pagara la deuda a la persona (A) en las condiciones que hayan establecido, la persona (A) podría quedarse con los bienes hipotecados, que son los que (B) puso como garantía de pago de su deuda, y venderlos o hacer uso de esos bienes, para de esta forma cubrir la deuda.


        =Qué es=
Ya sabiendo qué es una hipoteca, podemos entender mejor qué es la banca hipotecaria.


Una hipoteca es la garantía que se ofrece al solicitar un crédito. Esa garantía consiste en bienes de cierto valor que logran cubrir o exceder el valor que se solicita en préstamo (casas, apartamentos, automóviles, maquinarias, bodegas, etc). Por ejemplo, una persona, a quien llamaremos (A), quien otorga un préstamo a otra persona (B), tiene derecho sobre los bienes que la persona (B) puso como garantía de pago de la deuda. Es decir, la persona (B) hipotecó ciertos bienes como garantía de un crédito a la persona (A). Si se presentara el caso de que la persona (B) no le pagara la deuda a la persona (A) en las condiciones que hayan establecido, la persona (A) podría quedarse con los bienes hipotecados, que son los que (B) puso como garantía de pago de su deuda, y venderlos o hacer uso de esos bienes, para de esta forma cubrir la deuda.<br>Ya sabiendo qué es una hipoteca, podemos entender mejor qué es la banca hipotecaria.<br>El sector de la construcción hace un uso importante de este sistema de crédito para poder desarrollar sus proyectos, los cuales se caracterizan por necesitar grandes cantidades de dinero. Si no existiera este tipo de crédito, los créditos de los constructores, en la mayoría de los casos, están garantizados con hipotecas sobre los mismos proyectos que desarrollan.<br><br>La banca hipotecaria, en el transcurso del siglo XX, ha sido un instrumento para el desarrollo de las políticas de vivienda en Colombia. Bajo esta idea, este sistema parte de dos ejes: a) la importancia del sector de la construcción de vivienda popular en la economía nacional, y b) la evolución del sistema de captación y redistribución de los fondos para la compra de vivienda por parte de sectores demográficos más vulnerables. De esta forma podemos ver que la banca hipotecaria no sólo involucra el conjunto de instituciones financieras (bancos y las cajas de ahorro), sino que también ha involucrado el diseño de diferentes entidades gubernamentales (Fondo de Ahorro y Vivienda –FAVI-, Instituto de Crédito Territorial, Fondo Nacional del Ahorro, Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y de Reforma Urbana –Inurbe-, entre otros) todos asociados al cómo garantizar el acceso a la vivienda y sostener un sistema financiero que sustente tanto las cuotas iniciales como los plazos de pago y las reinversiones de recursos públicos y privados.<br><br>Siguiendo el texto de Urrutia&Namen (2011), el punto de partida de la banca hipotecaria colombiana en el siglo XX, es la década de 1920, cuando tenemos noticias de los primeros bancos hipotecarios (Banco Agrícola Hipotecario, Hipotecario de Bogotá y el Hipotecario de Colombia), los cuales tenían como factor común el uso de la financiación en créditos extranjeros para su funcionamiento. Con la crisis de 1929, y ante la eminente insolvencia de los bancos el gobierno nacional crea la Corporación Colombiana de Crédito, la cual funciona a través de la compra de cartera con bonos gubernamentales, es decir es un mecanismo de salvamento gubernamental. <br><br>Ya para la década de 1930 y con el objetivo de sostener las estrategias de reactivación económica post 1929, se crea la Caja de Crédito Agrario y el Banco Central Hipotecario –BCH-, únicas entidades de esta época que brindaban créditos a largo plazo. El BCH funcionaba a través de las cédulas hipotecarias, siendo un instrumento financiero comercial, utilizado por los bancos para su refinanciación, que es sustentado en el fondo hipotecario del banco. <br><br>Las cédulas hipotecarias tendrían un rol central en la década de 1960 con la emisión de la ley 81 de 1960 referida al pago del impuesto a la renta y del impuesto a la vivienda. El mencionado marco normativo establece una exención tributaria a estos títulos de valor. Así, el BCH se convertiría hasta la década de 1970 en el principal dinamizador de la construcción de vivienda, no sólo por su capacidad de préstamo y captación, sino también por su participación directa en la construcción de urbanizaciones. El uso de las cédulas por parte del BCH será hasta la década de 1980, cuando se inicia la transición hacia el sistema UPAC mediante cuentas de ahorro.<br><br>En el periodo de 1930, también surge el Instituto de Crédito Territorial –ICT-, que a diferencia del BCH funcionaba directamente con los recursos del gobierno mediante la asignación presupuestal. Esta entidad no sólo gestionaba los recursos sino también fue constructora, principalmente de vivienda orientada a la población más vulnerable. El funcionamiento de este sistema era la venta a plazos con intereses por debajo de los valores comerciales. Con el surgimiento en 1991 del Inurbe, la construcción de este tipo de vivienda estará orientado a modificar el esquema de captación, siendo primordial el rol de la cuota inicial y de los subsidios a la vivienda.<br><br>Finalmente, se debe mencionar el rol del sistema UPAC, el cual es una creación de la década de 1970 auspiciada por las recomendaciones de la misión Currie. Urrutia & Namen (2011) referencian que el estudio original promovía a la construcción como uno de los sectores estratégicos para el progreso económico, exhibiendo que “[…] existía la demanda demanda latente por vivienda que se podía movilizar mediante el crédito hipotecario. El empleo urbano así generado, aumentaría la tasa de crecimiento económico al movilizar la población rural de actividades de baja productividad al sector moderno de la economía, donde la productividad era mucho mayor.” (Urrutia & Namen, 2011: 293). <br><br>El resultado será la creación de las Cajas de Ahorro y Vivienda, siendo los activos y pasivos de estas entidades serían “[…] una unidad que se ajustaría con la inflación, y sus activos debían ser los créditos hipotecarios” (Urrutia & Namen, 2011: 294) y sus intercambios financieros serían realizados en un índice construido a partir del promedio de la inflación anual. Con la crisis financiera de los 90 el UPAC entra en crisis y por ende el sistema bancario del mismo, generándose el desmonte de este sistema.
El sector de la construcción hace un uso importante de este sistema de crédito para poder desarrollar sus proyectos, los cuales se caracterizan por necesitar grandes cantidades de dinero. Si no existiera este tipo de crédito, los créditos de los constructores, en la mayoría de los casos, están garantizados con hipotecas sobre los mismos proyectos que desarrollan.
=Documentos relacionados en la Biblioteca virtual=


La banca hipotecaria, en el transcurso del siglo XX, ha sido un instrumento para el desarrollo de las políticas de vivienda en Colombia. Bajo esta idea, este sistema parte de dos ejes: a) la importancia del sector de la construcción de vivienda popular en la economía nacional, y b) la evolución del sistema de captación y redistribución de los fondos para la compra de vivienda por parte de sectores demográficos más vulnerables. De esta forma podemos ver que la banca hipotecaria no sólo involucra el conjunto de instituciones financieras (bancos y las cajas de ahorro), sino que también ha involucrado el diseño de diferentes entidades gubernamentales (Fondo de Ahorro y Vivienda –FAVI-, Instituto de Crédito Territorial, Fondo Nacional del Ahorro, Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y de Reforma Urbana –Inurbe-, entre otros) todos asociados al cómo garantizar el acceso a la vivienda y sostener un sistema financiero que sustente tanto las cuotas iniciales como los plazos de pago y las reinversiones de recursos públicos y privados.


=Otros documentos relacionados=
Siguiendo el texto de Urrutia&Namen (2011), el punto de partida de la banca hipotecaria colombiana en el siglo XX, es la década de 1920, cuando tenemos noticias de los primeros bancos hipotecarios (Banco Agrícola Hipotecario, Hipotecario de Bogotá y el Hipotecario de Colombia), los cuales tenían como factor común el uso de la financiación en créditos extranjeros para su funcionamiento. Con la crisis de 1929, y ante la eminente insolvencia de los bancos el gobierno nacional crea la Corporación Colombiana de Crédito, la cual funciona a través de la compra de cartera con bonos gubernamentales, es decir es un mecanismo de salvamento gubernamental.


Ya para la década de 1930 y con el objetivo de sostener las estrategias de reactivación económica post 1929, se crea la Caja de Crédito Agrario y el Banco Central Hipotecario –BCH-, únicas entidades de esta época que brindaban créditos a largo plazo. El BCH funcionaba a través de las cédulas hipotecarias, siendo un instrumento financiero comercial, utilizado por los bancos para su refinanciación, que es sustentado en el fondo hipotecario del banco.


=Bibliografía consultada=
Las cédulas hipotecarias tendrían un rol central en la década de 1960 con la emisión de la ley 81 de 1960 referida al pago del impuesto a la renta y del impuesto a la vivienda. El mencionado marco normativo establece una exención tributaria a estos títulos de valor. Así, el BCH se convertiría hasta la década de 1970 en el principal dinamizador de la construcción de vivienda, no sólo por su capacidad de préstamo y captación, sino también por su participación directa en la construcción de urbanizaciones. El uso de las cédulas por parte del BCH será hasta la década de 1980, cuando se inicia la transición hacia el sistema UPAC mediante cuentas de ahorro.


En el periodo de 1930, también surge el Instituto de Crédito Territorial –ICT-, que a diferencia del BCH funcionaba directamente con los recursos del gobierno mediante la asignación presupuestal. Esta entidad no sólo gestionaba los recursos sino también fue constructora, principalmente de vivienda orientada a la población más vulnerable. El funcionamiento de este sistema era la venta a plazos con intereses por debajo de los valores comerciales. Con el surgimiento en 1991 del Inurbe, la construcción de este tipo de vivienda estará orientado a modificar el esquema de captación, siendo primordial el rol de la cuota inicial y de los subsidios a la vivienda.


=Cómo citar este texto=
Finalmente, se debe mencionar el rol del sistema UPAC, el cual es una creación de la década de 1970 auspiciada por las recomendaciones de la misión Currie. Urrutia & Namen (2011) referencian que el estudio original promovía a la construcción como uno de los sectores estratégicos para el progreso económico, exhibiendo que “[…] existía la demanda demanda latente por vivienda que se podía movilizar mediante el crédito hipotecario. El empleo urbano así generado, aumentaría la tasa de crecimiento económico al movilizar la población rural de actividades de baja productividad al sector moderno de la economía, donde la productividad era mucho mayor.” (Urrutia & Namen, 2011: 293).


=Nombre=
El resultado será la creación de las Cajas de Ahorro y Vivienda, siendo los activos y pasivos de estas entidades serían “[…] una unidad que se ajustaría con la inflación, y sus activos debían ser los créditos hipotecarios” (Urrutia & Namen, 2011: 294) y sus intercambios financieros serían realizados en un índice construido a partir del promedio de la inflación anual. Con la crisis financiera de los 90 el UPAC entra en crisis y por ende el sistema bancario del mismo, generándose el desmonte de este sistema.


=Documentos relacionados en la Biblioteca virtual=


=Link=


=Otros documentos relacionados=


=Utilizada y adicional=


=Bibliografía =


=Enlaces externos=
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=Categorías=
=Cómo citar este texto=
 
Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Banca hipotecaria. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/economia/banca_hipotecaria
 
=Notas y referencias=
 
 
=Tema=
 
 
=Secciones=

Revisión del 00:09 23 jul 2017

Qué es

Una hipoteca es la garantía que se ofrece al solicitar un crédito. Esa garantía consiste en bienes de cierto valor que logran cubrir o exceder el valor que se solicita en préstamo (casas, apartamentos, automóviles, maquinarias, bodegas, etc). Por ejemplo, una persona, a quien llamaremos (A), quien otorga un préstamo a otra persona (B), tiene derecho sobre los bienes que la persona (B) puso como garantía de pago de la deuda. Es decir, la persona (B) hipotecó ciertos bienes como garantía de un crédito a la persona (A). Si se presentara el caso de que la persona (B) no le pagara la deuda a la persona (A) en las condiciones que hayan establecido, la persona (A) podría quedarse con los bienes hipotecados, que son los que (B) puso como garantía de pago de su deuda, y venderlos o hacer uso de esos bienes, para de esta forma cubrir la deuda.

Ya sabiendo qué es una hipoteca, podemos entender mejor qué es la banca hipotecaria.

El sector de la construcción hace un uso importante de este sistema de crédito para poder desarrollar sus proyectos, los cuales se caracterizan por necesitar grandes cantidades de dinero. Si no existiera este tipo de crédito, los créditos de los constructores, en la mayoría de los casos, están garantizados con hipotecas sobre los mismos proyectos que desarrollan.

La banca hipotecaria, en el transcurso del siglo XX, ha sido un instrumento para el desarrollo de las políticas de vivienda en Colombia. Bajo esta idea, este sistema parte de dos ejes: a) la importancia del sector de la construcción de vivienda popular en la economía nacional, y b) la evolución del sistema de captación y redistribución de los fondos para la compra de vivienda por parte de sectores demográficos más vulnerables. De esta forma podemos ver que la banca hipotecaria no sólo involucra el conjunto de instituciones financieras (bancos y las cajas de ahorro), sino que también ha involucrado el diseño de diferentes entidades gubernamentales (Fondo de Ahorro y Vivienda –FAVI-, Instituto de Crédito Territorial, Fondo Nacional del Ahorro, Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y de Reforma Urbana –Inurbe-, entre otros) todos asociados al cómo garantizar el acceso a la vivienda y sostener un sistema financiero que sustente tanto las cuotas iniciales como los plazos de pago y las reinversiones de recursos públicos y privados.

Siguiendo el texto de Urrutia&Namen (2011), el punto de partida de la banca hipotecaria colombiana en el siglo XX, es la década de 1920, cuando tenemos noticias de los primeros bancos hipotecarios (Banco Agrícola Hipotecario, Hipotecario de Bogotá y el Hipotecario de Colombia), los cuales tenían como factor común el uso de la financiación en créditos extranjeros para su funcionamiento. Con la crisis de 1929, y ante la eminente insolvencia de los bancos el gobierno nacional crea la Corporación Colombiana de Crédito, la cual funciona a través de la compra de cartera con bonos gubernamentales, es decir es un mecanismo de salvamento gubernamental.

Ya para la década de 1930 y con el objetivo de sostener las estrategias de reactivación económica post 1929, se crea la Caja de Crédito Agrario y el Banco Central Hipotecario –BCH-, únicas entidades de esta época que brindaban créditos a largo plazo. El BCH funcionaba a través de las cédulas hipotecarias, siendo un instrumento financiero comercial, utilizado por los bancos para su refinanciación, que es sustentado en el fondo hipotecario del banco.

Las cédulas hipotecarias tendrían un rol central en la década de 1960 con la emisión de la ley 81 de 1960 referida al pago del impuesto a la renta y del impuesto a la vivienda. El mencionado marco normativo establece una exención tributaria a estos títulos de valor. Así, el BCH se convertiría hasta la década de 1970 en el principal dinamizador de la construcción de vivienda, no sólo por su capacidad de préstamo y captación, sino también por su participación directa en la construcción de urbanizaciones. El uso de las cédulas por parte del BCH será hasta la década de 1980, cuando se inicia la transición hacia el sistema UPAC mediante cuentas de ahorro.

En el periodo de 1930, también surge el Instituto de Crédito Territorial –ICT-, que a diferencia del BCH funcionaba directamente con los recursos del gobierno mediante la asignación presupuestal. Esta entidad no sólo gestionaba los recursos sino también fue constructora, principalmente de vivienda orientada a la población más vulnerable. El funcionamiento de este sistema era la venta a plazos con intereses por debajo de los valores comerciales. Con el surgimiento en 1991 del Inurbe, la construcción de este tipo de vivienda estará orientado a modificar el esquema de captación, siendo primordial el rol de la cuota inicial y de los subsidios a la vivienda.

Finalmente, se debe mencionar el rol del sistema UPAC, el cual es una creación de la década de 1970 auspiciada por las recomendaciones de la misión Currie. Urrutia & Namen (2011) referencian que el estudio original promovía a la construcción como uno de los sectores estratégicos para el progreso económico, exhibiendo que “[…] existía la demanda demanda latente por vivienda que se podía movilizar mediante el crédito hipotecario. El empleo urbano así generado, aumentaría la tasa de crecimiento económico al movilizar la población rural de actividades de baja productividad al sector moderno de la economía, donde la productividad era mucho mayor.” (Urrutia & Namen, 2011: 293).

El resultado será la creación de las Cajas de Ahorro y Vivienda, siendo los activos y pasivos de estas entidades serían “[…] una unidad que se ajustaría con la inflación, y sus activos debían ser los créditos hipotecarios” (Urrutia & Namen, 2011: 294) y sus intercambios financieros serían realizados en un índice construido a partir del promedio de la inflación anual. Con la crisis financiera de los 90 el UPAC entra en crisis y por ende el sistema bancario del mismo, generándose el desmonte de este sistema.

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Bibliografía

Cómo citar este texto

Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Banca hipotecaria. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/economia/banca_hipotecaria