Diferencia entre revisiones de «Deuda externa»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
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Revisión del 19:29 20 jun 2017

Qué es

Se dice que existe una deuda cuando una persona, empresa o entidad, al que se le llama deudor, tiene el compromiso de entregarle bienes, servicios o dinero a otra, denominada acreedor, de la cual generalmente ha recibido un préstamo de algún tipo. Los préstamos pueden ser tramitados por personas, empresas, Estados, bancos u otras organizaciones que necesiten o quieran prestar recursos. Éstos, naturalmente, han de cumplir con algunas condiciones, como por ejemplo la determinación del tiempo durante el cual se retornará el valor del préstamo, la forma en que éste debe ser retornado (abonos mensuales, trimestrales, anuales, etc.) y el costo que asume la persona que toma el préstamo, el cual, generalmente, está determinado por una tasa de interés y que se traduce en el pago periódico de intereses.

La deuda externa es un mecanismo muy efectivo, generalmente utilizado por países en vía de desarrollo, para obtener los recursos necesarios para la implementación de planes de desarrollo económico y aumento de su capacidad productiva (Rubio, Ojeda, Montes, 2003). En esta medida, los países adquieren una deuda externa para obtener recursos para llevar a cabo obras de infraestructura (escuelas, hospitales, carreteras, puentes, acueductos, telecomunicaciones) o para otro suplir los recursos necesarios para el funcionamiento de su administración pública (déficit fiscal). En el caso de los privados, generalmente las empresas, la búsqueda de la deuda se da para la introducción de una nueva tecnología que permita ampliar su capacidad de producción, o el mejoramiento de sus canales de distribución, entre otros.

Sin embargo, tal como lo mencionan Rubio, Ojeda y Montes (2003) desde la década de 1980 se ha dado un fenómeno de sobre-endeudamiento (Debt Overhang) por parte de estas economías que afecta el desarrollo social y económico, creando un grupo de países altamente endeudados. Este significa que

“[…] los agentes residentes del sector privado y los potenciales inversionistas extranjeros del país deudor ven la deuda externa como un impuesto futuro sobre la rentabilidad del capital, debido a que el gobierno de dicho país tendrá que financiar los pagos del servicio de la deuda incrementando los impuestos futuros. Adicionalmente, perciben que un servicio de la deuda creciente incrementa la probabilidad de que el gobierno lleve a cabo políticas de financiamiento inflacionario y/o precipite una devaluación de la moneda por el exceso de demanda de divisas. Así, al observarse mayor endeudamiento se crean expectativas que conducen a una reducción de la inversión privada lo cual lleva a su vez, a una menor tasa de crecimiento.” (Rubio, Ojeda, Montes, 2003: 3).

Para estudiar este fenómeno de endeudamiento, los economistas han utilizado la Curva de Laffer como instrumento para encontrar el punto máximo de endeudamiento y sus consecuencias asociadas al crecimiento económico y las tasas de inversión. Esto se traduce en que si un país adquiere una gran deuda en moneda extranjera, o si la moneda local pierde valor frente a aquella con la que se hizo el préstamo (se devalúa), los intereses y las amortizaciones que tendrá que pagar por esa gran deuda tendrán un costo tan alto que puede afectar la estabilidad económica del Estado y del país en general. En estos casos, los países buscan una renegociación de la deuda o volver a negociar con el acreedor las condiciones en las cuales se pagará un crédito ya existente. También existe lo que se denomina la reestructuración de la deuda. En este caso, un Estado, o cualquier otro deudor, buscará cambiar un tipo de deuda que ya tiene por otro con nuevas condiciones que se acomoden de mejor manera a sus propósitos o expectativas futuras.

Actualmente los principales acreedores internacionales son organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento (BIRF), bancos privados, gobiernos de otros países, inversionistas internacionales, etc.

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