Diferencia entre revisiones de «Benkos Biohó»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
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Revisión del 16:53 11 feb 2020

Benkos Biohó
Estatua de Benkos Biohó en el Parque Apolo de Cartagena de Indias
Datos generales
Nombre Benkos Biohó - Domingo, nombre cristiano al ser bautizado
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
País de nacimiento Guinea en el África occidental
Fecha de fallecimiento 16 de marzo de 1621
País de fallecimiento Colombia
Ciudad de fallecimiento Cartagena


Biografía

No se sabe con exactitud cuándo llegó a Cartagena, pero se cree que a finales del siglo XVI arribó en un galeón con una cargazón de esclavos. De igual forma, se presume que su origen es de Guinea en el África occidental, de una región de archipiélagos. A los sujetos como Benkos los portugueses los denominaban bidyogos, que eran unos guerreros de contextura fornida, con carácter aguerrido, que los hacía difíciles de capturar. Al verse truncados sus esfuerzos por liberarse del yugo de la esclavitud al cual se veían sometidos, los bidyogos se quitaban la vida antes de llegar a tierra firme, se asfixiaban empujándose la lengua hacia atrás para provocar su muerte durante el viaje por el Atlántico. Esto no divergía de sus creencias, ya que tomaban la decisión de “quitarse la vida para que su espíritu tutelar pudiera regresar con sus familiares y sus antepasados totémicos a su isla nativa” (1). Los europeos ya conocían la reputación de los bidyogos, por lo que no eran apetecidos para ser convertidos en esclavos pues preferían suicidarse antes que ser dominados por los mercaderes. En sus tierras fueron guerreros temibles y rápidos navegantes.

Benkos recibe el nombre cristiano de Domingo al ser bautizado. Por su corpulencia fue destinado a remar en galeras, pero pudo escaparse. Corría el año de 1599, lo que indica que no llevaba mucho tiempo de haber arribado al continente americano. Tal actitud era frecuente y no era de extrañar en los africanos recién llegados. Desde ese momento, ese esclavo fugitivo se convertiría en un cimarrón y en una chispa que prendería la mecha de la insumisión e insubordinación. Esta actitud es comúnmente vista e investigada por los historiadores como el cimarronaje: una forma de resistencia a vivir bajo el orden establecido y no asumir su esclavitud. De tal forma que grupos de esclavos prófugos conformaron durante los siglos XVI y XVII una enorme población que se fue asentando en lugares aislados y de difícil acceso, aunque no era la regla. A esto se dedicará Benkos por varios años de su vida: la conformación de poblados lejos de las zonas pobladas del imperio. Para 1603 Benkos Biohó había establecido, junto con otros africanos, un palenque muy grande en las márgenes de la ciénaga la Matuna, relativamente cerca a Cartagena, en las inmediaciones de los Montes de María. No obstante, no fue el único palenque construido. Para la misma época existían poblados como Matudere, en la Sierra de Luruaco, y Domingo Angola, en el municipio que hoy se conoce como Arenal. Como lo indica Alen Castaño, “la apropiación del territorio por parte de las comunidades cimarronas se convirtió en una de las mejores armas de defensa de los palenques” (2). Su forma de vida era la autarquía, es decir, todo lo que producían era para su propio sustento. Estos palenques se caracterizaban por ser empalizadas que rodeaban los grupos de viviendas. Fueron conformándose por africanos recién llegados de diferentes procedencias y criollos. Pronto las necesidades de comunicarse y entenderse llevaron a la aparición de una lengua franca que tenía como base lenguas nativas y el portugués. Con el paso del tiempo, muchos palenqueros se volvieron ladinos, es decir que conocían el castellano.

Varios gobernadores de la Provincia de Cartagena intentaron siempre realizar campañas militares para contrarrestar los ataques de los negros cimarrones. Biohó se convirtió en un líder y así mismo dirigía una cuadrilla que era debidamente entrenada dentro de la tradición de guerreros y navegantes bidyongos. Su condición de palenquismo, que ellos adoptaron como estrategia de resistencia y supervivencia, incluía el abigeato o robo de ganado, quema de haciendas o estancias de blancos, rapto de mujeres indígenas y negras “para mantener el equilibrio del grupo guerrillero, en el cual escaseaban las mujeres y se esforzaban en conformar un pueblo, a juzgar por su permanente construcción de bohíos, empalizadas, cultivos y cría de ganado” (3).

A partir del siglo XVII la Corona española llevó a cabo una empresa con el objetivo de disolver estas poblaciones, pues sus actos vandálicos contra los hacendados infundían terror en la provincia. Los líderes de estos palenques habían adquirido mucho poder, tal como en 1605, cuando hubo un ataque infructuoso al Palenque de la Matuna por parte de las autoridades españolas quienes, al no derrotar a los negros sublevados, reconocieron el liderazgo de Biohó respetándoles sus pueblos y dejándolos entrar en Cartagena sin ningún impedimento. A ejemplo de la Matuna, muchos grupos insubordinados dieron arduas batallas a lo largo del siglo XVII y comienzos del XVIII. Luego de haberles concedido la condición de libres a los cimarrones, Benkos Biohó fue capturado en Cartagena en 1619 y el 16 de marzo de 1621 fue ahorcado en una plaza de la ciudad (4).

La figura de Biohó creció de manera insospechada entre las poblaciones cimarronas, convirtiéndolo en un símbolo de resistencia e insumisión. Como lo ilustra Friedemann, “los palenqueros luchaban al lado de los Bioho, Biho o Bióo que llegó a Cartagena antes de 1600. Pero, más que nada, los movía el sentimiento libertario engendrado por él” (5).