Diferencia entre revisiones de «Epifanio Mejía»

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
Línea 31: Línea 31:


Amo el Sol porque anda libre,
Amo el Sol porque anda libre,
sobre la azulada esfera,
sobre la azulada esfera,
al huracán porque silba
al huracán porque silba
con libertad en las selvas.
con libertad en las selvas.


Línea 39: Línea 42:


El hacha que mis mayores
El hacha que mis mayores
me dejaron por herencia,
me dejaron por herencia,
la quiero porque a sus golpes
la quiero porque a sus golpes
libres acentos resuenan.
libres acentos resuenan.


Línea 46: Línea 52:


Forjen déspotas tiranos
Forjen déspotas tiranos
largas y duras cadenas
largas y duras cadenas
para el esclavo que humilde
para el esclavo que humilde
sus pies de rodillas besa.
sus pies de rodillas besa.


Línea 53: Línea 62:


Yo que nací altivo y libre
Yo que nací altivo y libre
sobre una sierra antioqueña
sobre una sierra antioqueña
llevo el hierro entre las manos
llevo el hierro entre las manos
porque en el cuello me pesa.
porque en el cuello me pesa.


'''V'''
'''V'''


Nací sobre una montaña,
Nací sobre una montaña,
mi dulce madre me cuenta
mi dulce madre me cuenta
que el sol alumbró mi cuna
que el sol alumbró mi cuna
sobre una pelada sierra.
sobre una pelada sierra.


Línea 67: Línea 83:


Nací libre como el viento
Nací libre como el viento
de las selvas antioqueñas
de las selvas antioqueñas
como el cóndor de los Andes
como el cóndor de los Andes
que de monte en monte vuela.
que de monte en monte vuela.


Línea 74: Línea 93:


Pichón de águila que nace
Pichón de águila que nace
sobre el pico de una peña
sobre el pico de una peña
siempre le gusta las cumbres
siempre le gusta las cumbres
donde los vientos refrescan.
donde los vientos refrescan.


Línea 81: Línea 103:


Cuando desciendo hasta el valle
Cuando desciendo hasta el valle
y oigo tocar la corneta,
y oigo tocar la corneta,
subo a las altas montañas
subo a las altas montañas
a dar el grito de alerta.
a dar el grito de alerta.


Línea 88: Línea 113:


Muchachos, le digo a todos
Muchachos, le digo a todos
los vecinos de las selvas
los vecinos de las selvas
la corneta está sonando...
la corneta está sonando...
tiranos hay en la sierra!
tiranos hay en la sierra!


Línea 95: Línea 123:


Mis compañeros, alegres,
Mis compañeros, alegres,
el hacha en el monte dejan
el hacha en el monte dejan
para empuñar en sus manos
para empuñar en sus manos
la lanza que el sol platea.
la lanza que el sol platea.


Línea 102: Línea 133:


Con el morral a la espalda
Con el morral a la espalda
cruzamos llanos y cuestas,
cruzamos llanos y cuestas,
y atravesamos montañas
y atravesamos montañas
y anchos ríos y altas sierras.
y anchos ríos y altas sierras.


Línea 109: Línea 143:


Y cuando al fin divisamos,
Y cuando al fin divisamos,
allá en la llanura extensa,
allá en la llanura extensa,
las toldas del enemigo
las toldas del enemigo
que entre humo y gente blanquean
que entre humo y gente blanquean


Línea 116: Línea 153:


Volamos como huracanes
Volamos como huracanes
regados sobre la tierra,
regados sobre la tierra,
ay del que espere empuje de
ay del que espere empuje de
nuestras lanzas revueltas!
nuestras lanzas revueltas!


Línea 123: Línea 163:


Perdonamos al rendido
Perdonamos al rendido
porque también hay nobleza
porque también hay nobleza
y en los bravos corazones
y en los bravos corazones
que nutren las viejas selvas.
que nutren las viejas selvas.


Línea 130: Línea 173:


Cuando volvemos triunfantes
Cuando volvemos triunfantes
las niñas de las aldeas
las niñas de las aldeas
rinden coronas de flores
rinden coronas de flores
a nuestras frentes serenas.
a nuestras frentes serenas.


Línea 137: Línea 183:


A la luz de alegre tarde
A la luz de alegre tarde
pálida, bronceada, fresca
pálida, bronceada, fresca
de la montaña en la cima
de la montaña en la cima
nuestras cabañas blanquean.
nuestras cabañas blanquean.


Línea 144: Línea 193:


Bajamos cantando al valle
Bajamos cantando al valle
porque el corazón se alegra;
porque el corazón se alegra;
porque siempre arranca gritos
porque siempre arranca gritos
la vista de nuestra tierra.
la vista de nuestra tierra.


Línea 151: Línea 203:


Es la oración; las campanas
Es la oración; las campanas
con golpe pausado suenan;
con golpe pausado suenan;
con el morral a la espalda
con el morral a la espalda
vamos subiendo la cuesta.
vamos subiendo la cuesta.


Línea 158: Línea 213:


Las brisas de las colinas
Las brisas de las colinas
bajan cargadas de esencia,
bajan cargadas de esencia,
la luna brilla redonda
la luna brilla redonda
y el camino amarillea.
y el camino amarillea.


Línea 165: Línea 223:


Ladran alegres los perros
Ladran alegres los perros
detrás de las arboledas
detrás de las arboledas
el corazón oprimido
el corazón oprimido
del gozo palpita y tiembla...
del gozo palpita y tiembla...


Línea 172: Línea 233:


Caminamos... Caminamos...
Caminamos... Caminamos...
y blanqueas... y blanquean...
y blanqueas... y blanquean...
y se abren con ruido
y se abren con ruido
de las cabañas las puertas.
de las cabañas las puertas.


Línea 179: Línea 243:


Lágrimas, gritos, suspiros,
Lágrimas, gritos, suspiros,
besos y sonrisas tiernas,
besos y sonrisas tiernas,
entre apretados abrazos
entre apretados abrazos
y entre emociones revientan.
y entre emociones revientan.


Línea 186: Línea 253:


Oh libertad que perfumas
Oh libertad que perfumas
las montañas de mi tierra,
las montañas de mi tierra,
deja que aspiren mis hijos
deja que aspiren mis hijos
tus olorosas esencias!.
tus olorosas esencias!.



Revisión del 15:31 31 ago 2017


Epifanio Mejía
Información
Nombre Epifanio Mejía
Fecha de nacimiento 10/04/1838
Nacionalidad Colombiana
Ocupación Poeta, Escritor
País de nacimiento República de la Nueva Granada actual República de Colombia
Ciudad de nacimiento Yarumal
País de fallecimiento República de Colombia
Ciudad de fallecimiento Medellín
Fecha de fallecimiento 31/07/1913
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Biografía

Poeta colombiano nacido en Yarumal, Antioquia, en 1838, y fallecido en Medellín en 1913. Conocido como el “Poeta triste” o el “Loco Mejía”. Cuentan que era un hombre nostálgico, noble, bondadoso y que vivía de manera intensa. Fue comerciante hasta los 40 años, cuando sufrió trastornos mentales y fue recluido en un hospital mental, donde permaneció 34 años, hasta su muerte. Componía endecasílabos e improvisaba versos con gran facilidad y gracia. Como homenaje a este poeta, Antioquia tomó un poema suyo como la letra de su himno. Se trata de "El Canto del Antioqueño" que fue publicado en 1868 y el cual fue musicalizado a finales del siglo XIX por el maestro caucano Gonzalo Vidal. Mediante Ordenanza de 1962, fue adoptado oficialmente como el Himno de Antioquia.


Mejía publicó en importantes revistas de la época como El Oasis. Sus poemas han sido publicados en libros como: Poesías, discurso de Juan de Dios Uribe (1902), Poesías escogidas (1934), Poesías completas (1938), Obras completas (1939, 1960, 1961, 1989), Poesías selectas (1958), Epifanio Mejía: selección (1997), Gregorio y Epifanio: sus mejores versos, y Poesías escogidas de Epifanio Mejía (2000).


La poesía de Mejía se inscribe en la llamada línea nativista de Gregorio Gutiérrez González, en la que se pretende exaltar lo americano, lo criollo, refiriéndose más que todo a su naturaleza intrincada e inhóspita, pero a la vez grandiosa. El cóndor, las selvas, las tradiciones antioqueñas y la pugna de los paisas por sobrevivir, son sus temas esenciales.


Dentro de sus poemas, que no constituyen una obra muy extensa, limitándose a 70 aproximadamente, los más célebres son el ya mencionado Canto del antioqueño, Antioquia o la mano de Dios (La retirada de los héroes), La ceiba de Junín, La muerte del novillo, Anita, La historia de una tórtola, y Amelia. Sus versos son descritos como realistas, transparentes, naturales, ansiosos y ante todo nostálgicos.

Himno de Antioquia

I

Amo el Sol porque anda libre,

sobre la azulada esfera,

al huracán porque silba

con libertad en las selvas.


II

El hacha que mis mayores

me dejaron por herencia,

la quiero porque a sus golpes

libres acentos resuenan.

III

Forjen déspotas tiranos

largas y duras cadenas

para el esclavo que humilde

sus pies de rodillas besa.

IV

Yo que nací altivo y libre

sobre una sierra antioqueña

llevo el hierro entre las manos

porque en el cuello me pesa.


V

Nací sobre una montaña,

mi dulce madre me cuenta

que el sol alumbró mi cuna

sobre una pelada sierra.

VI

Nací libre como el viento

de las selvas antioqueñas

como el cóndor de los Andes

que de monte en monte vuela.

VII

Pichón de águila que nace

sobre el pico de una peña

siempre le gusta las cumbres

donde los vientos refrescan.

VIII

Cuando desciendo hasta el valle

y oigo tocar la corneta,

subo a las altas montañas

a dar el grito de alerta.

IX

Muchachos, le digo a todos

los vecinos de las selvas

la corneta está sonando...

tiranos hay en la sierra!

X

Mis compañeros, alegres,

el hacha en el monte dejan

para empuñar en sus manos

la lanza que el sol platea.

XI

Con el morral a la espalda

cruzamos llanos y cuestas,

y atravesamos montañas

y anchos ríos y altas sierras.

XII

Y cuando al fin divisamos,

allá en la llanura extensa,

las toldas del enemigo

que entre humo y gente blanquean

XIII

Volamos como huracanes

regados sobre la tierra,

ay del que espere empuje de

nuestras lanzas revueltas!

XIV

Perdonamos al rendido

porque también hay nobleza

y en los bravos corazones

que nutren las viejas selvas.

XV

Cuando volvemos triunfantes

las niñas de las aldeas

rinden coronas de flores

a nuestras frentes serenas.

XVI

A la luz de alegre tarde

pálida, bronceada, fresca

de la montaña en la cima

nuestras cabañas blanquean.

XVII

Bajamos cantando al valle

porque el corazón se alegra;

porque siempre arranca gritos

la vista de nuestra tierra.

XVIII

Es la oración; las campanas

con golpe pausado suenan;

con el morral a la espalda

vamos subiendo la cuesta.

XIX

Las brisas de las colinas

bajan cargadas de esencia,

la luna brilla redonda

y el camino amarillea.

XX

Ladran alegres los perros

detrás de las arboledas

el corazón oprimido

del gozo palpita y tiembla...

XXI

Caminamos... Caminamos...

y blanqueas... y blanquean...

y se abren con ruido

de las cabañas las puertas.

XXII

Lágrimas, gritos, suspiros,

besos y sonrisas tiernas,

entre apretados abrazos

y entre emociones revientan.

XXIII

Oh libertad que perfumas

las montañas de mi tierra,

deja que aspiren mis hijos

tus olorosas esencias!.

Enlaces relacionados en Banrep cultural

[1] Lea el poema La muerte del novillo, de Epifanio Mejía, publicado en el libro Antología de la poesía colombiana. Tomo I.

[2] Lea la reseña biográfica sobre Epifanio Mejía en el libro Prosas del indio Uribe.

[3] Consulte el libro Sobre el yunque: obras completas, publicadas, ordenadas y anotadas, de Juan de Dios Uribe Restrepo, en donde se hace referencia a Epifanio Mejía.

Parientes

Ramón Mejía (Padre).

Luisa Quijano (Madre).

Ana Joaquina Ochoa (Cónyuge).