Poporo Quimbaya
Plantilla:Ficha pieza El Poporo Quimbaya, un recipiente que los indígenas utilizaron para almacenar cal, es famoso por sus proporciones armónicas y su técnica, la fundición a la cera perdida con núcleo, “una tecnología especial que se utilizó para realizar piezas complejas que requirieran un manejo especial del color, hacer recipientes con interiores vacíos y para crear impresiones decorativas”. El poporo además fue la pieza con la que se inició, en 1939, la colección del Museo del Oro.
Características
El Poporo Quimbaya es un recipiente que los indígenas utilizaron para almacenar cal, es famoso por sus proporciones armónicas y su técnica, la fundición a la cera perdida con núcleo, “una tecnología especial que se utilizó para realizar piezas complejas que requirieran un manejo especial del color, hacer recipientes con interiores vacíos y para crear impresiones decorativas”. El Poporo además fue la pieza con la que se inició, en 1939, la colección del Museo del Oro. Este objeto, símbolo de identidad, ha sido seleccionado en múltiples ocasiones para representar a Colombia, desde los juegos bolivarianos hasta su aparición en el billete y el anverso de la moneda de 20 pesos a fines de la década de 1980.
Historia
Según investigaciones del historiador y sociólogo Efraín Sánchez, el Poporo probablemente fue hallado a mediados del siglo XIX cerca de Yarumal, Antioquia, en la loma de Pajarito, a 1.825 metros de altura sobre el nivel del mar, en lo que el geógrafo Agustín Codazzi describió en 1854 como "una especie de templo subterráneo... con entrada al oriente, formando en el centro como un gran salón, con multitud de nichos más o menos profundos".
“El 22 de diciembre de 1939 el Banco de la República compró un objeto de oro de 777,7 gramos de peso y 23,5 centímetros de altura que dio origen al Museo del Oro. Era un Poporo Quimbaya, pieza maestra de la orfebrería prehispánica. Un objeto bello que levanta su bruñido vientre globular y su cuello coronado por cuatro cuerpos esféricos sobre una exquisita base de filigrana fundida, y parece flotar en un espacio propio. Quien lo contempla no puede menos que asombrarse, deleitarse y sentir admiración por sus artífices” [1]
Identificar esta pieza como Poporo no fue tarea fácil, tomó cerca de 100 años a los viajeros, exploradores, arqueólogos, historiadores y anticuarios que lo examinaron. Te invitamos a visitar el Museo del Oro y volver a maravillarte con esta y otras excepcionales piezas del arte prehispánico indígena colombiano.