José Fernández Madrid
José Fernández Madrid | |
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Información | |
Nombre | José Luis Alvaro Alvino Fernández de Madrid y Fernández de Castro |
Fecha de nacimiento | 19/02/1789 |
Nacionalidad | Neogranadino |
Ocupación | Estadista, Abogado, Médico. |
Bachillerato | Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario |
País de nacimiento | Virreinato de Nueva Granada actual República de Colombia |
Ciudad de nacimiento | Cartagena de Indias |
País de fallecimiento | Inglaterra |
Ciudad de fallecimiento | Bernes |
Fecha de fallecimiento | 28/06/1830 |
Profesionales | Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario |
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Biografía
José Luis Álvaro Fernández de Madrid y Fernández de Castro nació el 19 de febrero de 1789 en Cartagena de Indias. Hijo de Don Pedro Fernández de Madrid, guatemalteco, que había arribado a la ciudad como Intendente Subdelegado del Ejército, y Gabriela Fernández de Castro, samaria de nacimiento (1). Desde muy niño viaja Santafé donde muere su padre y la familia queda a cargo de doña Gabriela Fernández de Castro, viuda de dos maridos. En 1800 comienza sus estudios en el Colegio Nuestra Señora del Rosario donde cultiva el arte de la poética, cualidad que lo hace acreedor del apelativo de “el sensible Madrid” (2). En 1809 se graduó en derecho canónico y medicina, “reconociendo que, como miembro de la generación formada bajo los criterios de José Celestino Mutis, recogió los frutos del espíritu reformista inculcado por el gaditano desde su llegada al país que fue compartido por los virreyes ilustrados Guirior, Mendinueta, y Caballero y Góngora, así como por Francisco Antonio Moreno y Escandón, quienes intentaron sacudir los cimientos del plantel rosarino con su propuesta de instaurar en Santa Fe una universidad pública, que rompiera con el conservadurismo de los dominicos” (3).
De regreso a Cartagena en 1810, Fernández de Madrid comienza su agitada y meteórica vida política, siendo nombrado síndico procurador general de la ciudad. Adepto a las ideas revolucionarias, estuvo activo y presente en el acta de independencia de Cartagena el once de noviembre de 1811. Como muchos criollos ilustrados, hizo parte del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada como diputado, y después, con la llegada de Pablo Morillo y la renuncia de algunos funcionarios, asumió el cargo de la presidencia. Sin embargo, la inestabilidad política y la incertidumbre llevaron a la cúpula patriótica a retirarse a Popayán para escapar de las huestes realistas, hasta que en Chaparral fue capturado. Morillo lo condenó al exilio en España pero se resguardó en Cuba, donde permaneció casi una década (4).
Como lo comenta Ariel Castillo, “durante esos años ejerció la medicina, atendiendo a esclavos recién llegados en buques negreros y hacinados en barracones en los suburbios de la capital, publicó estudios científicos sobre las fiebres y el influjo del clima antillano, al tiempo que participó en la vida intelectual como poeta y periodista divulgador del pensamiento americanista y promotor de la independencia cubana” (5). Su regreso a Cartagena en un principio no es alentador, ya que desde la prensa se le desprestigiaba por su actitud durante la reconquista. Empero, logró recuperar una imagen positiva, y en 1826 Francisco de Paula Santander lo nombró agente confidencial del país en Francia, y al año siguiente ministro plenipotenciario en Londres. A los 41 años murió a causa de una tuberculosis en Europa (6).
Como ejercicio de legitimación de un pasado en la ciudad, dando un lugar a la memoria, hoy un concurrido parque ubicado en el centro histórico lleva su nombre por ser un personaje preponderante en la época de las revoluciones de independencia.