Juan Mauricio Soler Hernández

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
Juan Mauricio Soler Hernández
Mauricio Soler on the climb of Col de la Colombière at stage 7 of the Tour de France 2007.
Datos generales
Nombre Juan Mauricio Soler Hernández
Fecha de nacimiento 14 de enero de 1983
Ocupación Exciclista profesional
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Ramiriquí, (Boyacá)


Juan Mauricio Soler Hernández es un exciclista profesional nacido en Ramiriquí, Boyacá, el 14 de enero de 1983. Formó parte del equipo Barloworld y del Caisse d’Epargne, luego conocido como Movistar Team. Ganó la Vuelta del Porvenir en 2001, la competencia por etapas para ciclistas aficionados más importante del mundo. En 2003, en Colombia, ganó una etapa en la Vuelta de la Juventud; competencia en la cual logró el subcampeonato en 2004. Ganó la última etapa de la Vuelta a Colombia en 2005; el circuito de Lorraine, disputado en el este de Francia, y una etapa en 2006. Se tituló Campeón de la Montaña en el Tour de Francia en 2007 y también en la Vuelta a Burgos. En 2011 conquistó una etapa de la Vuelta a Suiza, donde más tarde sufrió el accidente que lo sacó del ciclismo profesional.

Biografía

Inicios en el ciclismo

Mauricio Soler nació en una familia campesina que se dedicaba al cultivo de papa en Boyacá. Su primer contacto con la bicicleta fue durante una competencia en su pueblo cuando tenía 15 años. El debutante la tomó prestada de su hermano y demostró su potencial sacándole dos vueltas de ventaja al rival más cercano. En el libro Reyes de las montañas, Matt Rendell afirma que los ciclistas colombianos han hecho del subdesarrollo una virtud. Soler, nacido en un pueblo esforzado como Ramiriquí, donde nació también otro gran ciclista, José Patrocinio Jiménez, confirmó esta máxima sobre los pedales.

Mauricio Soler entrenaba cada día con viajes entre su pueblo y Tunja, unos 60 kilómetros de pedaleo en total. Durante sus primeros años como deportista fue dirigido por los entrenadores Plinio Casas, Marco Tulio Ruiz y Serafín Bernal. Entonces fue contactado por el equipo Chocolate Sol, para luego incorporarse al Orbitel de Medellín, cuyo director era Raúl Mesa.

Trampolín a Europa

Soler llegó al ciclismo internacional en el año 2006 con el equipo italiano Acqua & Sapone, dirigido por Claudio Corti. En 2007 pasó a la escuadra surafricana Barloworld, con la cual corrió por primera y única vez el Tour de Francia. En esa oportunidad Soler ganó la novena etapa, con ascenso al col del Galibier. El corredor boyacense, con 24 años, terminó la vuelta francesa en el puesto 11 de la clasificación general y ganó el premio de la montaña. Es uno de los doce ciclistas colombianos que ha ganado etapa en la competencia más importante del ciclismo profesional.

Aquel año Soler ganó también la Vuelta a Burgos, por encima del español Alejandro Valverde, quien corría como favorito. El ciclista firmó contrato en 2010 para competir con el equipo el Caisse d’Epargne, ahora denominado Movistar Team.

Con esa escuadra competía en la Vuelta a Suiza el 16 de junio de 2011, durante la sexta etapa, cuando se cayó de la bicicleta mientras viajaba a alta velocidad. Soler ocupaba el segundo lugar de la clasificación general, pero el accidente lo sacó de la competencia y del ciclismo profesional.

Según reseñaron los medios, el colombiano descendía a más de 80 kilómetros por hora cuando la llanta trasera cayó en un bache que le hizo perder el control de la bicicleta y se estrelló contra un tubo metálico. El impacto le hizo perder la memoria y le provocó veintiún fracturas en varias partes del cuerpo; el deportista salió afectado en la cabeza, una clavícula, varias costillas y un tobillo. Permaneció varios días en un coma inducido y tuvo que pasar por numerosas cirugías y un largo proceso de rehabilitación; su esposa Patricia Flórez, que es fisioterapeuta, fue una ayuda decisiva en su proceso de recuperación.

Cuando Soler despertó, tuvo que aprender de nuevo a caminar, a hablar, incluso a recordar. En un artículo publicado por El Universal, dijo: “Tengo los trofeos, que no son muchos, uno que otro importante. Afortunadamente existen los vídeos porque después del accidente el ‘disco duro’ quedó borrado completamente” (“Mauricio Soler, el escarabajo que dejó de pedalear”, 2013).

Quizás el corredor presentía algún evento desafortunado, pues varios días antes de la competencia en Suiza, según reseñó el portal Mundo Bici, sostuvo una reunión con su esposa: “En medio de esa plática, Mauricio reconoció que el deporte que practicaba era peligroso y fue por eso que le dijo a su compañera que si llegaba a sufrir algún accidente que lo obligara a prolongar la vida de manera artificial, lo mejor sería que lo desconectara” (“El día en que Mauricio Soler abandonó el ciclismo para siempre”, 2019). Por fortuna, esto no fue necesario.

Trece meses después del accidente, por una recomendación médica, el 20 de julio de 2012 Soler anunció su retiro definitivo del ciclismo competitivo. Eusebio Unzué, director del equipo Movistar, le dijo al diario El País: “Es una pena porque es un ciclista extraordinario, una fuerza de la naturaleza, pero está marcado por la fatalidad” (Arribas, 2011).

Mauricio Soler era un prospecto brillante del ciclismo colombiano; el representante ideal de una generación que debía recuperar los logros que el pedalismo colombiano había empezado a cosechar en Europa durante los años ochenta. Por desgracia, un accidente truncó su carrera. Hoy sigue practicando este deporte de forma recreativa en Boyacá. Cada mañana se traslada hacia una finca ubicada a un kilómetro de su casa, donde además de hacer sus ejercicios de rehabilitación, trabaja la tierra y recuerda sus instantes de velocidad.

En el parque de Ramiriquí se erige una escultura en su honor hecha de chatarra forjada, un rompecabezas donde encajan herramientas para el trabajo en el campo. La obra inmortaliza la imagen del novato que ganó la novena etapa del Tour de Francia en 2007: “una victoria del cielo”, como él mismo la bautizó. En esa fecha Soler fue elegido Deportista del Año por el diario El Espectador. Una década más tarde, como un reconocimiento a su entereza y su recuperación, recibió también el Premio Ejemplo de Vida.

El 13 de abril de 2019, durante la Tercera Clásica Ciclística en Ramiriquí, “el campeón de la vida” recibió un homenaje. Los fondos obtenidos con las inscripciones serían invertidos en el Club Povimar, fundado por él. Las carreras aún las sigue por televisión junto a su hijo Juan. Soler no descarta ser entrenador. Mientras tanto, ayuda al equipo de su hermano y cultiva el semillero de su propia fundación.

Cargos en los que se ha desempeñado

  • Ciclista del equipo Acqua & Sapone (2006)
  • Ciclista del equipo Barloworld (2007-2009)
  • Ciclista del equipo Caisse d’Epargne (2010)
  • Ciclista del equipo Movistar Team (2011)

Cronología