Remanso
Remanso del latín remansum (detenerse), es la pausa o disminución de la velocidad del torrente en un tramo determinado del río, fenómeno fluvial cuyo efecto puede observarse en la atenuación o disipación de los raudales en tramos y curvas de copiosos afluentes. Es la sección o tramo de un cauce donde la relación de factores como pendiente, profundidad y anchura inciden significativamente en la ralentización del caudal.
Como suceso natural frecuente en el cauce del río, el remanso es parte del comportamiento lótico del mismo, relacionado estrechamente con características climáticas y componentes del entorno arrastrados o depositados en su lecho cavado por la fuerza erosiva de las aguas. La rapidez de las aguas en los ríos de montaña suele tener intervalos de aparente reposo en áreas llanas de los valles intermontanos. Esos son los remansos, hundimientos umbrosos de aguas silenciosas que guardan la penumbra bajo su superficie reflejando los rayos del sol en sus ondas.
Los remansos pueden definirse también como recodos donde cesa el estrépito de las aguas entre grupos dispersos de rocas, explayándose entre troncos o rezagando su paso entre las empalizadas y barrancos para continuar su rumbo hacia otros escaños. El perfil del remanso inicia en la finalización de un rápido situado en la curva o meandro de un río, y termina donde se desvía o cambia la inclinación o curvatura del cauce.
Los remansos son conocidos por la impresión hidrófila y selvática que infunden en el observador. Como unidades del paisaje fluvial son lugares abiertos o protegidos por el dosel de la vegetación ribereña.
Cuando el nivel del agua está bajo, se forman remansos aguas abajo de los bancos de arena que desaparecen cuando sube. Generalmente las orillas están cubiertas de vegetación flotante y emergente y en los remansos aguas abajo de los bancos puede aparecer vegetación de hojas y emergente. (Food and Agriculture Organization of the United Nations, FAO)
Las formas y ondulaciones de los remansos cambian según su extensión, profundidad y caudal que reciben, estos tres factores suelen transformar su apariencia de manera paulatina o periódica según los regímenes lluviosos y características morfológicas del tramo de la cuenca donde se ubican. La oscilación de las aguas en el remanso son apenas perceptibles durante los apacibles días soleados o veraniegos en que la susurrante brisa acaricia la superficie ondulando sus aguas, tornándose bravías y rápidas, ganando torrencial fuerza al acontecer los periodos de lluvia.
En los remansos se acumulan las aguas antes de caer suave o abruptamente sobre las rocas y arenas de los saltos y recodos subsiguientes. “En los ríos cortos las floraciones se limitan a lugares protegidos y remansos.” (FAO). La majestuosidad y lentitud del movimiento ácueo en los remansos se precipita entre el vaivén de las ondulaciones que tocan las orillas delineando franjas en las arenas y barrancos adyacentes.
Los remansos son componentes ecológicos de los ríos, significativos en la observación, estudio, ordenamiento y aprovechamiento de una cuenca hidrográfica. Según la FAO son lugares escogidos para la acuicultura y la agricultura. El aprovechamiento de los remansos es uno de los elementos más antiguos del conocimiento hidrológico y piscícola, relativos al comportamiento y domesticación de los ríos y especies que habitan en ellos como peces y crustáceos. El perfil de los remansos es también aprovechado para derivar canalizaciones de los mismos, destinadas a acueductos y represas, además de la irrigación de cultivos en terrazas aluviales cercanas al área de influencia del río. Elementos de arrastre y sedimentación como las arenas son extraídos como materia prima para la construcción por los areneros, personas dedicadas al acarreo y tamizado de grava y arena, que conocen la extensión y profundidad de cada charca, sumergiéndose en las aguas con sus cajones, palas y barretones para extraer el material que es acumulado y organizado en montones para luego ser enviado en volquetas y planchones a centros de acopio.
La apreciación y usos de los remansos de un río permiten dilucidar el porvenir de la cuenca ligado a su régimen hídrico y a las proyecciones económicas y culturales presentes en el territorio donde se ubica. Comúnmente los remansos y sus riberas son conocidos por ser lugares de afluencia del turismo y a lúdica familiar. En países como Colombia muchos remansos de ríos son visitados durante los fines de semana por familias que instalan improvisadas ramadas o cambuches en las orillas, donde suele cocinarse el tradicional “sancocho de río”, actividad que en ocasiones conlleva al inadecuado uso de estos espacios hídricos naturales por la constante acumulación de basuras dejadas por los visitantes. Los remansos de ríos son también lugares de interés histórico, paisajístico y cultural, son escenarios referidos como topónimos en la cotidianidad de los territorios, las aves y el ganado que liban en el remanso; el remanso enturbió sus aguas; se zambulló en la profundidad del remanso, los maderos fueron arrastrados por la corriente y vinieron a parar a la ribera de aquel remanso en que el arroyo se ensancha (lexico.com). Encontrándose ejemplos de lugares como el municipio brasileño de Remanso o el puente remanso que cruza el río Paraguay.
Al igual que otros componentes fluviales, el remanso ha llegado a convertirse en categoría estética de observación, siendo uno de los lugares más apreciados por artistas y literatos, siendo muy difundida su imagen en la pintura, la fotografía y la poesía. Este tipo de valoración paisajística está presente también en el carácter lúdico de ciertos usos de las aguas como la recreación, actividad humana en la que se modifican o adecuan porciones y partes del lecho del río para lograr un mayor represamiento o canalización de las aguas, estas pequeñas presas o empalizadas compuestas por cascajos, pedregones y fragmentos de madera suelen ser construidas por jóvenes bañistas, asiduos visitantes de los ríos en tiempos de esparcimiento. Los remansos son mencionados particularmente en la obra poética de Federico García Lorca en Remansos, Remansillos del agua, específicamente en su poema llamado Variación:
Variación
“El remanso del aire bajo la rama del eco.
El remanso del agua bajo fronda de luceros.
El remanso de tu boca bajo espesura de besos.” (García Lorca, 1967. p. 346)