Fanny Sanín

Fanny Sanín

Datos generales

Nombre	Fanny Sanín Sader
Fecha de nacimiento	1938
Nacionalidad	Colombiana
Ocupación	Artista
Formación profesional	Artista plástica
País de nacimiento	Colombia
Ciudad de nacimiento	Bogotá
Familia	Gabriel Sanín Tobón (padre); Fanny Sader Guerra (madre); Rosa Sanín (pintora)(Hermana)
Cónyuge	Mayer Sasson (ingeniero electricista)

Fanny Sanín es una artista colombiana, representante del arte abstracto y geométrico. Ha ganado múltiples reconocimientos a nivel internacional y nacional. Aunque vive en Nueva York desde 1971, no ha dejado de tener una relación estrecha con su país natal. En 2015 donó una serie de obras al Museo Nacional de Colombia con el fin de que se preservaran y se mostrara parte de su legado artístico. Su estilo está marcado por la simetría, el color, la armonía y el balance de las líneas.

Biografía

Fanny Sanín nació en 1938 en Bogotá (Colombia). Su familia, tanto la materna como la paterna, eran “ávidas de literatura, música y conocimiento”. Su papá, Gabriel Sanín Tobón, fue un antioqueño que trabajó en contabilidad y también fue secretario del Partido Liberal, donde trabajó con Jorge el político, Jorge Eliécer Gaitán (1903​-1948). Su mamá, Fanny Sader Guerra, fue ama de casa y venía de una familia de ascendencia sirio-libanés. “Por el lado de los Sanín eran liberales, y por el lado de los Sader, conservadores.

Primero años

Desde pequeña, junto con su hermana Rosa Sanín, también artista; disfrutaron de los libros y profesores de arte que su padre les proporcionaba. Cuando el General Gustavo Rojas Pinilla (1900-1975) tomó el poder (presidente en el periodo 1953-1957), su padre no permitió tener televisor en la casa, pues el General salía todo el tiempo en pantalla, por lo cual la radio y la música se convirtió en un deleite para las niñas.

Eran muy unidas y en 1956 Rosa insistió en que entraran a estudiar Artes Plásticas a la Universidad de los Andes. Vieron muchas clases juntas, ella la recuerda con afecto y dice que Rosa “era muy inteligente. Las compañeras le pedían en la universidad que las ayudara a arreglar los dibujos; ella era muy buena figurativa. La obra de ella es distinta pero también abstracta”.

En la década de los 60 conoció a quien sería su esposo, Mayer Sasson, ingeniero eléctrico de la Universidad de los Andes. Pero no se conocieron en el campus, “sino trabajando, ella para Linearte, el estudio que fundó con su hermana (…); y él para la firma Ingetec. Compartían el mismo edificio”. A los pocos meses se casaron, ella se graduó a finales de la década de 1960 y continuó su formación de posgrado en la Universidad de Illinois (Estados Unidos) y, posteriormente, en Chelsea School of Art en Londres (Inglaterra), donde cursó algunos estudios de maestría en pintura y artes gráficas.

Del estilo figurativo al arte abstracto

La obra temprana de Fanny Sanín se dio entre 1960 y 1962, en Bogotá mientras estudiaba en la Universidad de los Andes; influenciada por el expresionismo abstracto del momento, particularmente reflejado en el trabajo de sus profesores el pintor David Manzur (1929), el artista plástico Armando Villegas López (1926-2013) y el grabador Juan Antonio Roda (1921-2003). También vio las exposiciones de maestros del arte abstracto como Guillermo Wiedemann (1905-1969), Eduardo Ramírez Villamizar (1922-2004) y Edgar Negret (1920-2012).

Óleo número 1 fue el cuadro con el que participó por primera vez en el Salón Nacional de Artistas en 1962, ella recuerda que ese evento:

(…) era como la entrada profesional. Lo invitaban a uno, pero tenía que pasar por un proceso. Seleccionaron ese cuadro mío para el Museo Nacional, y entonces fue muy bonito porque fue mi primera salida profesional. Colgaron la obra mía junto a la de uno de mis profesores. Me sentí muy orgullosa. Esos espacios eran la primera salida de todo artista. Hoy en día no existe tanto eso, el artista joven no espera estar en un salón nacional, está esperando ir a una galería. Antes para hacerse una carrera, uno exponía en exposiciones colectivas.

Según el artista y curador australiano, John Stringer (1937-2007), quien hizo la tarea curatorial de la exposición retrospectiva Fanny Sanín: Obras de 1960 a 1986, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1987, señaló que esta época artística de Sanín estuvo influenciada por “la liberación del expresionismo abstracto durante casi una década, al final de los 60's sus pinturas comienzan a responder a los principios reductivos del minimalismo”. Con esta perspectiva, estudió y se graduó en estudios de grabado e historia del arte de la Universidad de Illinois Urbana (Illinois, Estados Unidos) entre 1962 y 1963. Paralelamente, se casó con el ingeniero electricista, Mayer Sasson y el iba a realizar estudios de máster en Chicago (Illinois, Estados Unidos).

Luego, volvieron a Colombia brevemente y se mudaron a Monterrey (México) en 1963 y se quedaron allí por tres años. Esta estadía fue significativa para ambos, en particular para ella porque se rodeó de artistas y fue acogida casi de inmediato. Aun cuando el ambiente intelectual le permitió no sólo pintar, sino aprender de filosofía, cine y música; en Monterrey se concentró en su trabajo como pintura y realizó su primera exposición al poco tiempo de llegar. Recuerda que:

Cuando vivía en Monterey (México) era muy simpático, porque las amigas me invitaban a tomar té, y siempre decía que ‘no’ porque estaba trabajando… Sí, creo que uno sacrifica muchas cosas, pero creo que valió la pena. Me siento muy realizada con lo que hago, con mi pintura… el día que no pinte, ese día, me siento mal. Necesito esto.

Desde la década de los sesenta, Sanín ha titulado sus obras “con una secuencia cronológica que no tiene referentes, con lo cual invita al espectador a la interpretación y a la reflexión en torno a la configuración del espacio bidimensional y las tensiones entre formas y colores”. Su crecimiento y consolidación como artista también se ha dado por el hecho de viajar. Si bien iba a venía a Colombia, en 1966 se mudó con su esposo a Londres (Inglaterra), donde vivieron 3 años. El cambio fue difícil, pero se adaptó a caminar la ciudad, visitar los museos y los teatros, incluso conocer otras ciudades europeas.

En aquella época estaban en auge las protestas ciudadanas por la guerra de Vietnam (1955-1975), en las cuales también participada. A pesar de ello, nunca abandonó su oficio. De hecho, en esta época exploró con mayor comodidad el color y cambió la perspectiva del expresionismo que venía implementando en sus obras. Una de las dificultades técnicas al momento de pintar era la luz, dice que:

Para mí la luz es muy importante. No trabajo con luz artificial. En Londres era terrible, lo primero que le preguntaba a Mayer –mi esposo– era: ‘¿Salió el sol?’. Cuando era invierno, oscurecía muy temprano… A veces hace un día bellísimo como para ir al parque, pero ese día tengo que trabajar porque hay buena luz.

En cuanto a su obra, por ejemplo, con el Óleo No. 7 de 1968 se dice que Sanín dio el primer paso a la pintura de "contorno definido" o de “bordes netos”. Entre 1970 y 1971 empezó a crear pinturas con “ángulos y diagonales atrevidos y enérgicos, combinados con drásticas simplificaciones”, dándole elementos adicionales a sus obras. Tras varias exposiciones en América Latina, en 1970 recibió el Premio Ciudad de Medellín en la Bienal de Arte Coltejer, en Colombia; pues nunca ha dejado de visitar su país natal.

En 1971 se mudó a Manhattan (Nueva York, Estados Unidos), donde aún vive (2019). Su llegada allí no fue sencilla, aun cuando ya tenía un recorrido artístico importante, le costó volver a pintar y hacerse un lugar en el espacio artístico de la Gran Manzana. Uno de los eventos que la marcaron a su llegada fue el incendio que sucedió en el hotel donde se quedaba con su esposo, Mayer Sasson. En el cuarto contiguo al suyo se inició un incendio:

por cuenta de que uno de los huéspedes se durmió con un cigarrillo prendido. Desde afuera, tras la evacuación, Fanny solo veía el edificio arder pensando en que sus obras y el chelo de su esposo Mayer se iban a quemar o a estropear por el agua. Al final, increíblemente, todo se rescató.

A diferencia de su experiencia en Monterrey y en Londres, acá sí se sintió discriminada por ser mujer. Veía que, si ella presentaba sus obras ante las galerías, no le prestaban tanta atención. Aunque vio a un grupo numeroso de artistas cambiar su nombre por el de hombres para que les revisaran las obras, ella nunca lo hizo. Persistió y “ahora soy feminista en muchos aspectos porque veo todo lo que les ha tocado a las mujeres”. Por esta perspectiva y trabajo, fue que en 1976 recibió el premio International Women’s Year Award, como reconocimiento a sus invaluables contribuciones a la cultura y su dedicación al arte.

Se estableció en Nueva York por el trabajo de su esposo y porque la ciudad le permitía seguir trabajando como pintora. Allá, en 1974, se dice que su estilo llegó a un punto geométrico reconocible. El color y la simetría siempre han sido aspectos de interés en sus obras abstractas y minimalistas, pero en esta etapa artística recobran mayor protagonismo:

Adoptando la simetría, las pinturas de Sanín desarrollan una creciente horizontalidad con ejes a cada lado del eje vertical en el centro del lienzo como en Acrilico No. 3, 1974. Mientras aumenta la intensidad con un atrevido color, los diseños simultáneamente logran un nuevo sentido de drama y poder mediante la agrupación de bloques y bandas de acuerdo al matiz.