Juliana Gómez Nieto
Nació en Calarcá, Quindío, en 1990. Cursó sus estudios de bachillerato en Pereira. Como novelista, poeta, educadora, gestora cultural, tallerista, licenciada en comunicación y activista en favor de causas de la mujer, Juliana es una de las promesas jóvenes de la literatura del Quindío.
Se licenció en Informática Educativa en la Universidad Tecnológica de Pereira. En 2009 se trasladó a Argentina. Allí adelantó estudios en Licenciatura en Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata. Esta experiencia académica le permitió escribir su primera novela, que fue aceptada como trabajo de tesis. Su obra narrativa Montañas azules indaga en la tragedia de una familia víctima del terremoto de enero de 1999. Se destaca en ella la mirada de una niña –Ángela en la ficción– que intenta comprender el dolor y el drama colectivo frente a la pérdida y el desamparo. La obra ha tenido una acogida especial, hasta el punto de que fue reeditada por la prestigiosa Editorial Planeta. Se trata de una novela de iniciación en la que la autora despliega un artificio verbal que logra conmover por la manera en que trata la adversidad y lo accidental. La visión femenina carga la historia de una perspectiva de alta sensibilidad, con momentos poéticos memorables. Albeiro Montoya Guiral, poeta y director de la revista digital Literariedad, le preguntó a Juliana sobre la carga de memoria que habita en su novela. Respondió:
- Siempre había querido escribir una novela o una crónica sobre el terremoto, porque tenía atoradas todas estas imágenes y sobre todo muchas preguntas; creo que siempre se escribe porque se tienen preguntas y no certezas, y esas preguntas disparan móviles que generan historias y procesos de creación. Creo que escribir Montañas azules me sirvió para hacerme cargo de que quería ser escritora y de que serlo implicaba asumir preguntas, llevar un proceso de investigación, de lectura [1].
Por su parte, Verona Demaestri, profesora de Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata, escribió en el prólogo de Montañas azules, publicada en Buenos Aires en 2016:
- Urgencias entre sismos en otras estructuras sociales, mentales, vinculares, para los que no existe una Escala de Richter. La dimensión de la catástrofe sólo se sabe después. Al principio se vivirán en primera persona del singular, luego todas las experiencias se sumarán a la primera del plural y el relato confluirá en un nosotros que iguala. Como una piedra lanzada al estanque cuyas ondas concéntricas se expanden hasta abarcarlo todo. “Montañas azules” late como un tambor y como la tierra vive. Como la escritura, es urgente, y su tinta aún está fresca. Ahora lo sé. Cuando me pregunten si conozco Colombia diré que por supuesto, que el cuerpo tiene memoria y que alguna vez danzó en unas montañas líquidas que se mostraban azules casi como el agua [2]
- ↑ Montoya Guiral, A. (20 abril, 2021). Juliana Gómez Nieto: Escribo por una necesidad vital. El Magazín Cultural, El Espectador. https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/juliana-gomez-nieto-escribo-por-una-necesidad-vital-article/
- ↑ Demaestri, V. (2016). Prólogo Montañas azules, Nieto, J. Buenos Aires: Malisia