Martín Alonso Ramírez Ramírez

De Enciclopedia | La Red Cultural del Banco de la República
Martín Alonso Ramírez Ramírez
Datos generales
Nombre Martín Alonso Ramírez Ramírez
Fecha de nacimiento 08 de noviembre de 1960
Ocupación Ciclista profesional
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Bogotá
Familia Cecilia Ramírez (madre)


Martín Alonso Ramírez Ramírez es un ciclista de ruta colombiano activo durante las décadas de 1980 y 1990. Ramírez, también conocido como el Negro, ganó en 1980 la Vuelta a la Juventud de Colombia y en 1982 fue subcampeón de la Vuelta al Táchira y de la Vuelta a Guatemala. Dos años más tarde, en 1984, se destacó por alcanzar el tercer lugar en la clasificación general de la Vuelta a Cundinamarca. El ciclista bogotano estaba calentando motores porque ese mismo año viajó a Europa y quedó campeón de la Dauphiné Libéré (hoy conocida como Critérium del Dauphiné), la segunda carrera más prestigiosa de Francia. En 1985 repetiría la hazaña en el Tour de L’Avenir (Francia). En esa época ganó una etapa de la Vuelta a Colombia (1982) y tres recorridos del Clásico RCN (1983, 1984, 1990). Además, formó parte de los equipos Café de Colombia, Pilas Varta, Pony Malta, Monarca Deportes, Leche la Gran Vía y Fagor.

Biografía

Los primeros años del Negro

Martín, el “Negro” Ramírez nació en Bogotá el 8 de noviembre de 1960. Vivió en una casa estrecha del barrio Bonanza, en el noroccidente de la capital, y fue uno de los primeros pedalistas colombianos en ganar una carrera importante en Europa y en practicar ciclomontañismo (Silva, 2017). Desde niño quiso ser el protagonista de las competencias ciclísticas que su mamá, Cecilia Ramírez, escuchaba por la radio. Más adelante, mientras terminaba el bachillerato, compró su primera bicicleta para trabajar como mensajero en la Droguería Ultramar. Allí conoció gente que lo ayudó a competir en carreras callejeras o de turismo. Esto le sirvió para calentar las piernas, pero también para ganar, en 1978, la Carrera Anual de Turismeros.

Un año después quedó segundo en la carrera Futuras Estrellas. Este logro le permitió competir en la Vuelta de la Juventud de 1980, que ganó portando la camiseta del equipo Ciclo Ases, cuyo patrocinador era Monarca Deportes, un almacén deportivo que funcionaba en la localidad de Kennedy, en Bogotá (después Ramírez compró este negocio y les dio trabajo a sus hermanos). En esta ocasión el Negro tuvo la oportunidad de enfrentarse a campeones locales como Lucho Herrera, Samuel Cabrera e Israel Corredor. Gracias a esta victoria —la de la Vuelta a la Juventud— entró como profesional al equipo Pony Malta, con el que el ciclismo nacional comenzó a competir a nivel internacional.

Entre 1980 y 1983 participó en el Clásico RCN y en la Vuelta a Colombia, y en 1982 demostró su potencia en terreno plano y montañoso, quedando subcampeón de la Vuelta al Táchira y de la Vuelta a Guatemala, llegando en esta última detrás del ciclista colombiano Rafael Tolosa.

Primer puesto en la Dauphiné Libéré, 1984

En mayo de 1984 el mundo del ciclismo miraba todavía con sorpresa a los exóticos criollos y flacos ciclistas colombianos que desembarcaron apenas un año antes con el Colombia-Varta de Luis Ocaña, en las carreteras del Tour de Francia. Pero antes de brillar en la mejor carrera del mundo, el “Negro” Ramírez y sus compañeros pusieron el primer ladrillo a modo de gran victoria en Europa, una auténtica sorpresa para sus rivales, entre ellos el francés Bernard Hinault, ganador de diez grandes vueltas.

La Dauphiné Libéré comenzó en Villeurbanne, cerca de Lyon, y fue el abrebocas del Tour de Francia. Muchos astros del pelotón internacional se encontraban entre los participantes: Stephen Roche, Phil Anderson, Pascal Simon o Greg LeMond, entre otros, eran parte de aquella masa que se mezcló con la delegación de seis ciclistas colombianos patrocinados por Leche La Gran Vía.

El conjunto dirigido por Marcos Rabelo no gozaba de los mejores medios técnicos. Es más, en una entrevista (2018) que le hicieron a Ramírez este comentó: “Llegamos casi congelados, los carros estaban cubiertos de nieve, los acompañantes no nos encontraban. No nos podíamos mover. Solo esa victoria daría para un libro”. Y es que la prensa colombiana la llamó la “victoria imposible” (El Espectador, 1984) porque las bicicletas y el equipamiento eran de mala calidad. Recibieron bicicletas armadas en el último momento y, en algunos casos, las medidas de las máquinas no encajaban con los cuerpos de los corredores. “Parte del éxito se debe a que nosotros íbamos por cumplir”, contó el Negro momentos después de quedar campeón (El Espectador, 1984).

Con todo esto, ¿cómo ganó la carrera? En realidad fue una sorpresa porque otro colombiano, desde un principio, tuvo todas las posibilidades. El 31 de mayo Francisco “Pacho” Rodríguez dio la primera alerta al ganar la etapa que empezó en Macon y que terminó en Saint-Julien-en-Genevois, cerca de Ginebra, y se ubicó segundo en la general. Sin embargo, en la penúltima jornada Rodríguez tuvo que abandonar la prueba a causa de dolores en las rodillas. Bernard Hinault era líder virtual, pero el Negro estaba cerca (Silva, 2017).

El último día de la competencia se dividió en dos jornadas: por la mañana cien kilómetros en línea recta y por la tarde contrarreloj. En este tramo Martín azotó los pedales y terminó sacándole cinco segundos más a Hinault, coronándose campeón de la carrera.