Atrapar peces en ríos, arroyos y sistemas lacustres es una de las principales formas de aprovisionamiento en la Amazonía, región natural donde la abundancia de especies ícticas representa la estabilidad de los ecosistemas selváticos y constituye una de las principales reservas para la alimentación humana desde tiempos anteriores a las primeras formas de asentamiento y producción agrícola.

Aspectos geográficos e históricos

Desde los encumbrados y sinuosos márgenes de las vertientes andinas que dan origen a los principales afluentes colombianos de la cuenca amazónica existen infinidad de sitios y ambientes propicios para la pesca hidrográficamente dispersos a lo largo y ancho de los territorios.

Por su localización geográfica y exuberancia fluvial, el complejo hídrico amazónico es escenario de antiguas tradiciones pesqueras relacionadas con la amplitud poblacional de las comunidades ícticas dulceacuícolas habitantes de extensas agrupaciones de micro y macro cuencas, donde el copioso régimen pluvial colmata la superficie terrestre causando la unión del extenso espejo de agua del río con el dosel de la jungla en extensos tramos de remansos, recodos, quebradas y cuerpos lagunares.

Estas características del paisaje natural inciden en la amplia distribución espacial y temporal de la ictiofauna de la cuenca, según la [1] y el [2] más de tres mil especies de peces registradas representan la diversidad hídrica y biológica continental en esta zona del país. Estudios basados en cifras de capturas, tamaños de ejemplares y cohortes de distintas especies de la Amazonía son elaborados a partir del levantamiento de datos sobre actividades pesqueras en poblaciones ribereñas.

En la información recopilada por la [3] en lugares de desembarque de pescado ubicados en los departamentos Amazonas, Caquetá, Putumayo y Vaupés se identifican alrededor de 86 especies, a saber:

Las pesquerías de esta cuenca se sustentan con prácticamente 10 especies que acumulan cerca del 85 % del total desembarcado, a saber: bagre rayado matarife o pintadillo tigre (Pseudoplatystoma tigrinum), pejesapo o amarillo (Zungaro zungaro), bagre cajaro (Phractocephalus hemioliopterus), bagre dorado (Brachyplatystoma rousseauxii), bagre jugador (Brachyplatystoma juruense), bocachico (Prochilodus nigricans), bagre mapurite, simi o mota (Calophysus macropterus), bagre blando (Brachyplatystoma filamentosum) y blanquillo (Sorubim lima). (p. 17)

Al respecto la FAO (2020)[4] indica existencia de temporadas de subienda en las que multitud de cardúmenes estimulados por las llenas y vaciantes del nivel de las aguas remontan o se dispersan por el río nadando presurosos entre sus áreas de alimentación, apareamiento y desove. Un ejemplo de estas conductas ícticas migratorias es conocido en la amazonia brasilera como piracema [5], apogeo en que distintas especies continentales de peces cumplen sus ciclos vitales y reproductivos en cauces principales, retornando durante las anegaciones de la temporada de lluvias a la umbrosa aglomeración vegetal de terrenos selváticos inundables y hoyas lacustres.

La Amazonia es una región natural donde la vida de los pobladores se desenvuelve a partir del relacionamiento con ecosistemas lóticos y lénticos, las etnografías indican que junto a la amplia disponibilidad de recursos cinegéticos (caza de aves, primates y herbívoros pequeños) y forestales (recolección de frutos), la actividad pesquera es una práctica milenaria difundida generacionalmente entre Andoques, Cocamas, Tikunas, y otras comunidades indígenas habitantes de la cuenca que adaptaron progresivamente su cultura material a la vida, mundo y ritmo de las aguas.

Las tradiciones pesqueras indígenas contienen creencias, usos y costumbres relacionadas con elementos botánicos locales con los que se consigue el favor o permiso de seres vivos y espíritus (padres y madres) de la selva y los ríos para tener éxito en cada faena.

Como componentes centrales del paisaje, la diversidad de sitios de pesca hidrográficamente dispersos a lo largo y ancho de la Amazonia implica el relacionamiento biocultural ictiofauna-pesca-territorio construido durante siglos.

Modalidades de pesca artesanal

La accesibilidad a los recursos pesqueros está relacionada con aspectos tradicionales y culturales de cada población ribereña donde la carencia de proteína animal es casi inexistente. El aprovechamiento de las condiciones y posibilidades ofrecidas por la diversidad ambiental del medio selvático, ha propiciado hasta la actualidad niveles de suficiencia alimentaria de diversos grupos humanos habitantes de los municipios y departamentos Amazónicos.

Dardear con cerbatanas, atarrayar, barbasquear, lanzar y fijar anzuelos en ríos, quebradas y sistemas lacustres son antiguas formas de aprovisionarse de proteína animal en la selva; la pesca y captura de algunas especies de reptiles y anfibios son actividades que junto al desplazamiento en bongo o canoa han mantenido una amplia difusión, asimilación y continuidad cultural en departamentos como Caquetá, Guainía y Vaupés. “Las ‘curiaras’ o canoas más pequeñas se utilizan para la pesca, la puesta de trampas para tortugas y para llegar a las zonas donde se suele encontrar las piezas de caza.” (Salazar, Gutiérrez, Franco, 2006, p.73).

La exigua infraestructura y escasos recursos tecnológicos de los pescadores locales suele ser compensada con la capacidad inventiva y el aprovechamiento de los elementos que brinda la selva, conocimientos que usualmente incluyen la contratación de mano de obra indígena por parte de colonos e inversores foráneos, en este sentido “La actividad de pesca ornamental, en los ríos Inírida, Atabapo y en el caño Bocón, por lo general ha sido realizada por indígenas bajo la modalidad de endeude.” (Salazar, Gutiérrez, Franco, 2006, p.119).

Cada cultura posee un conjunto de métodos y dispositivos de pesca según los escenarios acuáticos cochas, quebradas, grandes cauces principales y en áreas ribereñas entre la vegetación inmersa (várzeas), también según la especie y tamaño de cada pez, lo que implica el uso de diferentes carnadas como insectos, pequeños peces, tozos de carne y frutos, así como elementos de colores llamativos junto a movimientos específicos y sonidos realizados con el anzuelo que atraen a los peces. (Rivas, 2004).

Según datos del SINCHI (2006)[6], es posible distinguir para el eje fronterizo del río Putumayo, al menos 20 artes de pesca utilizados en la captura del universo de peces con fines de autoconsumo o comercial, que pueden agruparse en 4 categorías: 1. artes arrojadizos, como el arco y flecha, elaboradas con maderas resistentes al agua de árboles como el bálsamo o la palma de chonta y las flechas con puntas de hueso o metal por lo general utilizadas para cazar animales acuáticos y terrestres de mediano y gran tamaño [7]; 2, cordel y anzuelo, realizadas con cuerdas de polyester amarradas entre sí, algunas a flote con boyas y otras sumergidas con contrapesos; 3. artes de malla, encerramientos cuya parte superior cuenta con boyas de flotación y plomadas para la inmersión en su parte inferior, su colocación en los ríos se realiza entre dos o más personas y suele combinarse con impactos o movimientos en la superficie o bajo las aguas para cercar los peces; y 4. Trampas, usadas principalmente para atrapar especies habitantes de lechos que gustan de buscar refugio o alimentación en lugares que se encuentran protegidos [8] se elaboran principalmente con fibras y listones de plantas resistentes al agua como palmas y lianas.

En zonas selváticas del Caquetá, la pesca con barbasco (compuesto de origen vegetal que intoxica los peces) o barbasqueo, actualmente en desuso, es una manera de pescar en riachuelos y quebradas que implica la utilización de raíces y hojas de ciertas plantas para aturdir y capturar a los peces, fue una práctica muy difundida entre comunidades indígenas como los Andoques donde “El barbasqueo era colectivo y tenía carácter ritual. Durante el ‘verano del chontaduro’ o en la época que seguía a la ‘creciente del guacure’ los hombres, mujeres y niños de una maloca se reunían para pescar.” [9].

Algunas formas tradicionales de pescar han desaparecido, otras son reguladas y continúan evolucionando simultáneas al desarrollo contemporáneo del turismo y la acuicultura en los territorios amazónicos. Junto al barbasqueo, prácticas modernas como la pesca con dinamita están actualmente prohibidas en los territorios debido al difícil manejo de su potencial letal que afecta a todos los peces y sus ciclos reproductivos. Al lado de ello, se mencionan otras problemáticas que afectan la salud de los ecosistemas acuáticos ligadas a la navegación y el futuro desarrollo de infraestructuras hidráulicas como embalses e hidroeléctricas que modifican el lecho de los ríos para la regulación y aprovechamiento de los caudales [10].

Aprovechamiento pesquero fluvial y piscicultura en la Amazonía

Los departamentos de la Amazonia Colombiana cuentan con una amplia oferta para la explotación y reproducción de especies ícticas como Arawaná, Sábalo y Pirarucú en sistemas acuícolas naturales y artificiales. (SINCHI, 2006). La regulación ambiental y ordenamiento del aprovechamiento pesquero en ejes fluviales y enclaves piscícolas son elementos cardinales en la elaboración de planes, programas y proyectos de desarrollo en la región.

Las experiencias generadas por organizaciones comunitarias, empresas privadas y programas de entidades oficiales e instituciones investigativas, hacen que la pesca y la piscicultura cuenten en la actualidad con respaldos institucionales para la planificación ambiental estratégica e inversión en infraestructura para el desarrollo tecnológico y científico en poblaciones tradicionalmente pesqueras.

Véase también

Referencias

  1. FAO. (2020). Estimaciones de Pérdida de Pescado en la Amazonia (Brasil, Colombia Y Perú). Roma, Italia: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
  2. Salinas, Y. Agudelo, E. (2000). Peces de Importancia Económica en la Cuenca Amazónica Colombiana. Bogotá, Colombia: Instituto amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI). & Ministerio del Medio Ambiente
  3. FAO. (2020). Estimaciones de Pérdida de Pescado en la Amazonia (Brasil, Colombia Y Perú). Roma, Italia: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
  4. FAO. (2020). Estimaciones de Pérdida de Pescado en la Amazonia (Brasil, Colombia Y Perú). Roma, Italia: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
  5. Sanabria, A., Victoria, P., Beltrán, I. (Eds.) (2007). Peces de la Amazonía colombiana con énfasis en especies de interés ornamental. Bogotá, Colombia: Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), Universidad Nacional de Colombia e Instituto amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI)
  6. Agudelo, E.; Alonso, J. C. & Moya, L. A. (Eds). (2006). Perspectivas para el ordenamiento de la pesca y la acuicultura en el área de integración fronteriza colombo-peruana del río Putumayo. Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI & Instituto Nacional de Desarrollo INADE
  7. Bermúdez, C. (2011). Investigación sobre bagaje simbólico y cultural de las artesanías. Bogotá, Colombia: Artesanías de Colombia
  8. SICA, Sistema de la Integración Centroamericana. (2020) ¿Qué es una nasa y cómo se usa? El Salvador: SICA. Recuperado de https://www.sica.int/preguntas/que-es-una-nasa-y-en-donde-se-usa_1_11332.html.
  9. Espinosa, M. (1995). Convivencia y poder político entre los andoques. Bogotá, Colombia: Editorial universidad Nacional de Colombia
  10. Fog, L. (2018). Hidroeléctricas en la Amazonía, una amenaza para la cuenca. Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana Colombia

Bibliografía

  • Agudelo, E.; Alonso, J. C. & Moya, L. A. (Eds). (2006). Perspectivas para el ordenamiento de la pesca y la acuicultura en el área de integración fronteriza colombo-peruana del río Putumayo. Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI & Instituto Nacional de Desarrollo INADE.

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Créditos

1. Abril de 2022. Investigación y texto Federico Paz para el Proyecto: Río: territorios posibles Banrepcultural