Andrés María Rosillo y Meruelo
Información
Nombre Andrés María Rosillo y Meruelo
Fecha de nacimiento 1900-01-0300:00:00
Nacionalidad Colombiano
Ocupación Eclesiástico
Primaria Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá
Ciudad de nacimiento Socorro
País de fallecimiento Colombia
Ciudad de fallecimiento Bogotá
Fecha de fallecimiento 1900-01-25 00:00:00
Profesionales Abogado,Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá
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Eclesiástico patriota santandereano (Villa del Socorro, octubre 3 de 1758 Bogotá, septiembre 25 de 1835). El canónigo Andrés María Rosillo y Meruelo es uno de los representantes más significativos del clero patriota en la Independencia del Nuevo Reino de Granada. Nacido en el hogar formado por el español Francisco José Rosillo y Meruelo y doña Antonia Cecilia Fernández Saavedra, sus hermanos fueron Francisco y Miguel. Hizo sus primeras letras en la villa del Socorro y sus estudios secundarios y universitarios en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá. Esta institución le otorgó el título de abogado y desempeñó las cátedras de filosofía y teología. Mientras adelantó los estudios eclesiásticos, regentó las cátedras y litigó ante la Real Audiencia.

Cuando culminó sus estudios eclesiásticos, fue ordenado en Tunja por el arzobispo Antonio Caballero y Góngora, el 16 de marzo de 1782. Fue nombrado capellán mayor de la ermita de Nuestra Señora de Monserrate; a la vez que ejercía su ministerio sacerdotal, no descuidaba el ejercicio constante de su profesión de abogado. El 7 de diciembre de 1787 fue recibido oficialmente como abogado de la Real Audiencia. De 1787 a 1789 desempeñó los cargos de promotor fiscal del Arzobispado, asesor del Provisorato, examinador sinodal, vicario superintendente de la Villa del Socorro y vicerrector interino del Colegio Mayor del Rosario, donde era catedrático de filosofía.

En el año 1789 fue nombrado cura párroco de Simacota, donde se distinguió como párroco progresista; allí duró seis años, luego pasó al curato de Fómeque, donde reedificó la iglesia. En 1799 obtuvo la canonjía magistral en la capital del Virreinato. El 18 de diciembre de 1802 fue elegido rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora dei Rosario; fue su vicerrector el padre Pedro Salgar, quien más tarde lo delató por sus andanzas revolucionarias. En los años pre-revolucionarios, el canónigo Rosillo fue conspirador, reconocido por las autoridades coloniales. En su residencia de Santafé se realizaban tertulias revolucionarias en las cuales se comentaban los últimos acontecimientos revolucionarios de Europa, Estados Unidos y las colonias hispanoamericanas. En la misma forma, el canónigo Rosillo asistía a las reuniones secretas que se hacían en el Observatorio Astronómico, con ilustres patriotas conspiradores, entre ellos, Camilo Torres, Joaquín Camacho, Ignacio de Herrera, José Acevedo y Gómez, Luis Caicedo y Flórez, Sinforoso Mutis y otros.

El canónigo Rosillo se presentaba como un verdadero canónigo rebelde o revolucionario, y en muchos casos como intrigante, pues tenía experiencias como abogado leguleyo. Sus mayores actividades en la conspiración revolucionaria fueron en el año 1809, a raíz de los sucesos del 10 de agosto en Quito. El canónigo Rosillo se dedicó a la propagación de las ideas libertarias y democráticas, contra la monarquía española y la opresión colonial. Las autoridades coloniales tuvieron conocimiento de sus actividades revolucionarias, por lo cual ordenaron su prisión. Cuando iba para la villa del Socorro, su tierra natal, fue arrestado en el camino y conducido a la capital. El 21 de enero de 1810 llegó prisionero, y fue conducido al convento de los Capuchinos, donde permaneció hasta el 21 de julio de 1810. En las declaraciones que hizo en la librería del convento al oidor Hernández de Alba y al provisor Duquesne, Rosillo señaló sus contactos con los curas a su paso por las parroquias.

Entre los papeles sediciosos que le encontraron, sobresale la "Proclama a los españoles europeos". El canónigo Rosillo tuvo al convento de los Capuchinos como cárcel. El 21 de julio de 1810 el pueblo de Santafé lo aclamó y lo liberó de la prisión; dice el Diario Político que las gentes colgaron adornos en las calles que conducían del convento a la plaza real, las damas y los niños arrojaron flores sobre el canónigo Rosillo, y una banda militar precedía el triunfo. Su entrada a la plaza fue triunfal, luego fue llevado al salón de sesiones de la Junta Suprema de Santafé, a la cual fue incorporado. En los primeros años de la Independencia, la Junta de Gobierno de la villa del Socorro, que el 10 de julio depuso a las autoridades coloniales, pretendió erigir un obispado independiente de la Arquidiócesis de Santafé; esto es lo que se ha llamado el "Cisma del Socorro". La Junta Suprema del Socorro, invocando su soberanía, declaró el derecho del patronato para organizar una diócesis en la villa.

El 10 de diciembre de 1810, la Junta aprobó por unanimidad la erección del obispado. El 11 se hizo la elección de obispo, en la cual el canónigo Rosillo obtuvo 44 votos, y muy pocos los demás nominados. Se consideró que se esperaría el consentimiento del Papa de Roma para obtener la aprobación definitiva; así mismo, se acordó que si no llegaba la autorización del pontífice, la Junta del Socorro haría lo que más conviniera a sus intereses. Las damas socorranas bordaron los ornamentos e hicieron la mitra para el primer obispo, quien en una ceremonia especial, recibió la consagración provisional de manos de los presbíteros Ignacio Villarreal y Pedro Ignacio Fernández. El Cisma del Socorro fue escándalo en la Iglesia de la Nueva Granada. Los dos gobernadores del arzobispado, los canónigos Juan Bautista Pey y José Domingo Duque ordenaron suspender la erección del obispado del Socorro.

Este intento fracasó, a pesar de las intrigas del canónigo Rosillo, quien por su parte fue nombrado diputado de la Provincia del Socorro en el primer Congreso del Nuevo Reino de Granada. Rosillo se arrepintió ante el capítulo de Santafé, y obtuvo la aceptación de su entrada de nuevo al coro de la catedral. El 12 de febrero de 1812 ingresó de nuevo al capítulo. En cuanto a su actividad política durante la Primera República Granadina, el canónigo Rosillo participó en defensa de la causa patriota. Fueron célebres sus sermones en apoyo a la independencia y los folletos que publicó sobre diversos temas. En los años de la Pacificación española y del Régimen del Terror, Pablo Morillo desterró al canónigo Rosillo con otros eclesiásticos revolucionarios a las cárceles de España. Rosillo fue puesto en la cárcel de la Inquisición de Valladolid, hasta la revolución de Rafael del Riego en 1820, cuando le abrieron las puertas y pudo regresar a la Nueva Granada.

En la década de los veinte tomó parte en varios asuntos en las relaciones, entre la Iglesia y el Estado, y en especial, en la definición del patronato republicano. El 2 de febrero de 1823, el canónigo Rosillo fue nombrado deán por el capítulo y el gobierno de la Gran Colombia. Tuvo estrechas relaciones con el Libertador Simón Bolívar, a quien frecuentaba con sus visitas en el palacio presidencial. En sus últimos días, viajaba al Socorro con frecuencia, y también a Fómeque y Chiquinquirá. El canónigo Andrés María Rosillo y Meruelo murió el 25 de septiembre de 1835 en Bogotá, a la edad de 67 años. En la catedral metropolitana se le hicieron las honras fúnebres como correspondía a su categoría. Su obra y acción son muy acogidas en el proceso revolucionario de Colombia, por su ejemplo en defensa de la Patria.

Bibliografia

Parientes

Padre: Francisco José Rosillo y Meruelo
Madre: Doña Antonia Cecilia Fernández Saavedra

Citas dentro del texto

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