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La Balsa Muisca es una pieza asociada a la leyenda de El Dorado y al encuentro entre conquistadores e indígenas. Apareció en el billete de dos pesos y fue encontrada en 1969 en una cueva ubicada en el páramo del municipio de Pasca, Cundinamarca, por Cruz María Dimaté, un campesino de la zona que encontró un recipiente de cerámica con varias piezas de oro en su interior (entre esas la Balsa muisca) y las entregó Jaime Hincapié Santamaría, párroco de Pasca, quien contactó al Banco de la República, entidad que finalmente las adquirió para el Museo del Oro. “Al ser exhibida para todos en el Museo, de inmediato la balsa muisca se convirtió en uno de los emblemas de Colombia”. La balsa nunca ha dejado el país.
La Balsa Muisca es una pieza asociada a la leyenda de El Dorado y al encuentro entre conquistadores e indígenas. Apareció en el billete de dos pesos y fue encontrada en 1969 en una cueva ubicada en el páramo del municipio de Pasca, Cundinamarca, por Cruz María Dimaté, un campesino de la zona que encontró un recipiente de cerámica con varias piezas de oro en su interior (entre esas la Balsa muisca) y las entregó Jaime Hincapié Santamaría, párroco de Pasca, quien contactó al Banco de la República, entidad que finalmente las adquirió para el Museo del Oro. “Al ser exhibida para todos en el Museo, de inmediato la balsa muisca se convirtió en uno de los emblemas de Colombia”. La balsa nunca ha dejado el país.
[[Categoría: Museo del Oro]] [[Categoría: Exposición permanente del Museo del Oro]]

Revisión del 16:47 22 dic 2017

La Balsa Muisca es una pieza asociada a la leyenda de El Dorado y al encuentro entre conquistadores e indígenas. Apareció en el billete de dos pesos y fue encontrada en 1969 en una cueva ubicada en el páramo del municipio de Pasca, Cundinamarca, por Cruz María Dimaté, un campesino de la zona que encontró un recipiente de cerámica con varias piezas de oro en su interior (entre esas la Balsa muisca) y las entregó Jaime Hincapié Santamaría, párroco de Pasca, quien contactó al Banco de la República, entidad que finalmente las adquirió para el Museo del Oro. “Al ser exhibida para todos en el Museo, de inmediato la balsa muisca se convirtió en uno de los emblemas de Colombia”. La balsa nunca ha dejado el país.