Durante el periodo de la Independencia de Colombia, el gobierno español creó ciudades en el Caribe colombiano con el propósito de fortalecer su imperio de ultramar. En las ceremonias de fundación se incluía la toma de posesión a nombre del rey y en el centro de la plaza se levantaba una columna de madera en señal de justicia.

En la parte central izquierda de lo que hoy es el departamento de La Guajira, se fundó la ciudad de Riohacha como cabeza de provincia en el año 1545 y desde entonces se convirtió en punto de disputa entre realistas, indígenas, afrodescendientes y extranjeros. Por una parte, los indígenas wayuu procuraban proteger sus costumbres, conservando el dominio de su territorio, al igual que su sistema normativo y sus actividades religiosas. Por otra parte, los españoles deseaban mantener el control de los nativos con la intención de enfilarlos en sus tropas para la defensa contra los extranjeros que por la época eran atraídos por la belleza de las perlas y además mediante contrabando comerciaban con los indígenas palo del Brasil y sal a cambio de armas. Hasta 1813 los realistas lograron controlar en cierta forma la rebeldía de los criollos, aunque no pudieron dominar por completo los continuos levantamientos de los indígenas. Así mismo, los afrodescendientes se unieron a los indígenas para refugiarse en los lugares alejados de la ciudad, preferiblemente lugares altos, desde donde pudieran visibilizar y controlar posibles ataques de los realistas, pues estaban cansados del trabajo duro que injustamente les era impuesto.

En Riohacha el 5 de octubre de 1815 un grupo de indígenas logró, con su tenacidad y conocimiento de la zona, expulsar a las tropas rebeldes en cabeza del inglés MacGregor. Se dice que MacGregor se mantuvo oculto mientras sus tropas arremetían contra los indígenas, y tal vez lo hizo por temor pues la ferocidad de los nativos era tenaz e irresistible.

Riohacha se convirtió entonces en blanco de ataques por brindar protección a los pueblos indígenas de sus alrededores. “Tanto fue así que esta ciudad protegió algunos pueblos del Valle del Cesar que no estaban de acuerdo con la independencia absoluta cuando Valledupar se declaró independiente” [1].

Actualmente Riohacha se pude describir como “… ciudad seductora y moderna. Seductora por su historia, sus raíces, su arquitectura, su mar, sus mitos y por sus mágicos atardeceres en donde el azul del mar y del cielo se concentran en el horizonte para brindar el más sobrecogedor e inefable espectáculo. Y también es seductora por su africanidad presente en cada esquina de sus prolongados veranos y en todas las aceras de la memoria.” [2].

Otra población que merece ser mencionada en el proceso independentista fue Bahía Honda. Inicialmente ese fue el nombre del puerto donde llegó por primera vez Alonso de Ojeda a América en una nave española, el día 3 de mayo de 1502 y no muy lejos de allí fundó un pueblo llamado Santa Cruz. Se cree que ese pueblo es el mismo que posteriormente recibió el nombre de Bahía Honda por la profundidad de sus aguas y al que Bolívar en su Carta de Jamaica mencionó como “el soberbio pueblo de Bahía Honda” refiriéndose a sus pobladores quienes en su gran mayoría eran indígenas Cocina que se caracterizaron por ser feroces e indomables. El nombre de Bahía Honda en wayuunaiki es Jaiparepu.

Los españoles eran atraídos hacia ese lugar por la calidad de los ostrales que poseía y ya en tiempos de la independencia se convirtió en vía de acceso a Colombia desde Venezuela, punto central para el negocio de la sal hacia el resto de la región y los intercambios de indígenas con los extranjeros.

Durante la Independencia también se fundaron otros pueblos, entre ellos Soldado y El Paso, desde donde las tropas realistas controlaban el acceso y la negociación de los nativos, de manera que no les quedara otra alternativa que vincularse a sus tropas a falta de alimentos y armas. Pero los indígenas de esta zona del país siempre se mostraron indomables y resistentes, por un lado, debido a su tenacidad y por otra parte por las condiciones de su extenso territorio, que impidió a los españoles tomar control sobre el contrabando y el desplazamiento de indígenas mediante otras vías.

Véase también

Referencias

  1. POLO ACUÑA, JOSÉ, “Aspectos históricos de Riohacha durante el periodo colonial”. Disponible en file:///C:/Users/Windows%2010/Downloads/Dialnet-AspectosHistoricosDeRiohachaDuranteElPeriodoColoni-4846697.pdf
  2. Ibíd

Bibliografía

  • ARÉVALO, ANTONIO DE, La pacificación de la provincia del Rio del Hacha [1770-1776]. Investigación y prólogo de Adelaida Sourdís, Bogotá, El Áncora Editores, 2004.
  • DIAGO, LÁZARO, Rutas de gloria y sacrificio, Riohacha, Artes Gráficas Procesar, 1997.

Enlaces relacionados en Banrepcultural

Enlaces externos

  • Disponible en file:///C:/Users/Windows%2010/Downloads/Dialnet-AspectosHistoricosDeRiohachaDuranteElPeriodoColoni-4846697.pdf. POLO ACUÑA, JOSÉ, “Aspectos históricos de Riohacha durante el periodo colonial”.

Créditos

Centro Cultural del Banco de la República de Riohacha, 2020.