Coexistencias. Mapa intercultural de La Guajira
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Mural del Mapa "Coexistencias" en el Centro Cultural del Banco de la República en Riohacha
Datos generales
Autor Investigación y textos: Otto Vergara González

Diseño e ilustraciones: Carlos Gutiérrez Beje

Coordinación: Esteban Narváez - Centro Cultural de Riohacha
Fecha de creación 2023
Ubicación Centro Cultural del Banco de la República en Riohacha
Ciudad Riohacha
Dirección Calle 1 #7-11
Sitio web Coexistencias. Investigación completa

La Guajira es territorio pluriétnico e intercultural. En los 15 municipios que componen el departamento convergen y cohabitan, principalmente, comunidades pertenecientes a pueblos originarios (wayuu, wiwas, koguis, arhuacos, kankuamos y cariachiles), población afrodescendiente y campesina, junto con mestizos nacionales y comunidades migrantes, entre las que se destacan la sirio-libanesa, proveniente de oriente medio a partir de la segunda mitad del siglo XX y la comunidad venezolana y colombiana retornada que se ha asentado en la última década. El distrito de Riohacha, capital del departamento, alberga a unos 188 mil habitantes; por su parte, la población del departamento ronda el millón de personas, de las cuales, cerca del 40 % corresponde a la etnia wayuu, el pueblo indígena más numeroso del país, que representa cerca del 20% del total nacional.

La Guajira desde una revisión histórica e intercultural

La Guajira es un departamento de gran riqueza cultural, siendo el de mayor población indígena del país. Los grupos étnicos mayoritarios que habitan la península son el pueblo wayuu y las comunidades afrodescendientes, seguido por wiwas, kogui, arhuacos (iku) y kankuamos, con minorías árabes, zenúes, ingas y cariachiles. Los principales grupos humanos que en la actualidad hacen presencia en el distrito de Riohacha y el departamento serán descritos a continuación:

El pueblo wayuu, perteneciente a la familia lingüística arawak, ha desarrollado formas de vida adaptadas a un entorno caracterizado por vientos fuertes y temperaturas elevadas y enfrenta retos climáticos como sequías y vientos alisios, que han dado lugar a una vegetación adaptada. Su organización social se distribuye en aproximadamente 27 eiruku (clanes matrilineales), encabezada por un hombre mayor que hace las veces de jefe del asentamiento (Talaula), aunque la autonomía y autorregulación son de los principales códigos morales de este pueblo. Se espera que todos se sostengan por sus propios medios y cumplan sus propias obligaciones, debido entre otros aspectos, a la ausencia de un poder político centralizado o de instituciones encargadas del orden ejecutivo, legislativo o judicial. En cuanto a su territorio ancestral, comprende la península guajira colombo-venezolana, integrada principalmente por el departamento de La Guajira (Colombia) y el estado de Zulia (Venezuela). La Alta Guajira –Wüimpumüin- posee un significado trascendental para los wayuu debido a su vínculo con lugares sagrados, como cerros y serranías, fundamentales para su cosmovisión. Lugares como Jepira, el morro Julirianalü y la piedra de Alaasu, también desempeñan roles espirituales significativos. Tres cerros hermanos -Epitsü, Kama’ichi e Iitujolu- ocupan un lugar relevante en su mitología. Muchos de ellos cruzan la frontera entre ambos países constantemente, dada su condición de sujeto colectivo binacional; no obstante, y justamente por esta condición, se presentan ambigüedades y vacíos jurídicos y políticos para que esta comunidad acceda y se le garanticen plenamente sus derechos (Dejusticia, 2023).

Por otra parte, en las laderas orientales de la Sierra Nevada de Santa Marta -SNSM-, al sur del departamento, habitan los kogui (Kággabba), los wiwa (Sanká) y un reducido grupo de arhuacos (Iika) y kankuamos. Estos pueblos comparten el resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, constituido mediante Resolución 0109 del 8 de octubre de 1980. Para estos pueblos originarios, la SNSM es considerada como el centro, la madre, el corazón del mundo. La Línea Negra, como ellos han denominado al trazado de su territorio ancestral, simboliza la primera frontera simbólica del universo indígena con el resto del mundo, representado por 348 espacios sagrados unidos por unas líneas virtuales en las partes bajas alrededor de la Sierra, de los cuales 227 (65,2%) están ubicados en el departamento de La Guajira. Estos puntos cobran relevancia por la comunicación existente con otras espacialidades sagradas intercomunicadas, formando conexiones vitales y conformando un solo cuerpo con el territorio ancestral (OGT., 2012). Cada grupo posee su propia cosmovisión y organización y son guiados por los Mamos (líderes espirituales), intermediarios con las fuerzas celestiales.

Otro muy significativo grupo humano de Riohacha y La Guajira corresponde al afrodescendiente. En la actualidad, muchos de los poblados que cuentan con predominio de comunidades negras fueron territorios surgidos del cimarronaje (palenques y rochelas) durante la época de la colonia; allí se mantienen vivas diversas tradiciones que encuentran sus orígenes en el continente africano. La zona rural del distrito de Riohacha está mayoritariamente poblada por esta comunidad étnica; se destacan los corregimientos de Camarones, Tigrera, Matitas, Cerrillo, Cotoprix, Barbacoas, Arroyo Arena, Monguí, Villa Martín, Galán, Tomarrazón, Juan y Medio, Las Palmas, Moreneros y Choles. También, en la Baja Guajira, ubicada en la zona sur del departamento, en la que se distingue la SNSM, las comunidades negras comparten territorio con indígenas y campesinos. Los encuentros entre colonizadores, indígenas y negros en este departamento han dejado una profunda huella en los actuales procesos de multiculturalidad e interculturalidad en la región. La Guajira constituye entonces un escenario importante para el estudio, el reconocimiento y la reivindicación de la cultura afro en el Caribe colombiano.

Adicionalmente, desde principios de la década de 1940, Maicao se convirtió en hogar de una significativa colonia de árabes provenientes principalmente de Líbano, Siria, Palestina y Jordania. En su mayoría, estos primeros árabes eran católicos maronitas que huían de las tensiones políticas y económicas en sus países de origen, anteriormente gobernados por el imperio Otomano, que encontró su disolución tras la primera guerra mundial. Posteriormente, a finales de los años sesenta, se produjo una segunda migración significativa compuesta principalmente por musulmanes. Estos nuevos residentes trajeron consigo sus tradiciones islámicas y costumbres culturales que lograron integrarse a la vida social maicaera. En las últimas décadas, esta comunidad se ha venido reduciendo en el municipio y ubicado en otras ciudades del Caribe, puesto que las nuevas generaciones migran en busca de mejores oportunidades en materia de educación y empleo. La mezquita "Omar Ibn Al-Jattab" se erige como un símbolo de la contribución árabe al paisaje y a la cultura local.

Para finalizar, la migración masiva de personas provenientes de Venezuela hacia el territorio colombiano, y la consecuente crisis humanitaria, ha marcado un antes y un después en la composición demográfica de Riohacha y de La Guajira. Según informes del Banco Mundial, esta oleada de migrantes ha generado grandes repercusiones en materia social, política, económica, institucional y cultural en nuestro país cuyos efectos seguirán manifestándose en los años por venir. La comunidad venezolana y colombiana retornada que se ha asentado en el departamento de La Guajira, principalmente en Riohacha y Maicao, se suma al glosario de grupos humanos que cohabitan esta península. La complejidad que supone este fenómeno motiva a que continuemos analizándonos como sociedad en términos de cómo entendemos y abrazamos la diversidad, cómo cohabitamos un mismo territorio con multiplicidad de grupos humanos heterogéneos, cuáles han sido las dinámicas migratorias pasadas, presentes y futuras que tienen a La Guajira como escenario y de qué maneras se experimentan la ciudadanía global y los derechos humanos.

El mapa

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Población afrodescendiente

La identidad cultural de los afroguajiros está ligada a sus memorias y tradiciones. El Río de la Hacha fue uno de los primeros territorios donde surgieron comunidades de palenques y rochelas como Cerrejón de los Negros, La Tuna, Mandinga, Jacob y Guachaca, a partir del siglo XVI al XVIII. Actualmente, muchos de esos territorios surgidos del cimarronaje hacen parte de los más de 80 corregimientos del departamento que cuentan con predominio de comunidades negras; allí se mantienen vivas diversas tradiciones que encuentran sus orígenes en el continente africano. La Guajira constituye un escenario importante para el reconocimiento y la reivindicación cultural afro en el Caribe colombiano.

Población indígena sierra nevada de santa marta –SNSM-

Los pueblos de la Sierra Nevada -kogui, wiwa, arhuacos y kankuamo- habitan en los municipios de Dibulla, Riohacha y San Juan del Cesar. Tienen una fuerte conexión espiritual con su territorio y se consideran guardianes del equilibrio del mundo. Ordenan su territorio ancestral basándose en su astrología y los ciclos naturales.

Línea negra

Frontera simbólica indígena que delimita el territorio ancestral de los cuatro pueblos de la SNSM con el resto del mundo. Son 348 espacios sagrados conectados, de los cuales 227 están ubicados en La Guajira. Este territorio posee un alto valor espiritual, cultural y ambiental.

Espacios sagrados

Los espacios sagrados son zonas interconectadas en las que se encuentran los códigos ancestrales, tanto de los cuatro pueblos de la SNSM como del pueblo wayuu. Allí se realizan ofrendas y pagamentos, se hacen consultas, se realizan rituales y/o se reservan para las entidades supremas.

Lugares sagrados 4 pueblos de la sierra

  • Abu Shungia: Madre espiritual del poporo. Ubicado en la margen derecha de la desembocadura del río Ranchería, en la ciudad de Riohacha.
  • Shuamuke: localizado dentro del Parque Natural de Fauna y Flora Los Flamencos, en el corregimiento de Camarones.
  • Jaba Nuashi o Abu Morio: Madre espiritual de las penas. Ubicado en inmediaciones de la represa El Cercado.
  • Jate Washimake: sirve de barrera contra las enfermedades que vengan de afuera hacia el interior del territorio ancestral. Aquí se conecta la Línea Negra con los sectores altos de la cuenca y los principios espirituales de manejo cultural y ambiental del territorio ancestral de las cuatro etnias. Situado en la parte alta de San Juan del Cesar.

Lugares sagrados wayuu

  • Aalasü: piedra que cuenta los orígenes. Los símbolos allí descritos son blasones ganaderos y humanos que dan cuenta de la transición del pueblo wayuu hacia la ganadería. Localizado en la Serranía de Macuira.
  • Aluwalupaou, Taluwayuupana: piedra del destino. Es el lugar donde se originó el dolor del parto. Localizada en Punta Espada.
  • Jepira: lugar adonde van los wayuu muertos después de su segundo entierro. Situado en el Cabo de la Vela.
  • Cerro Kama’ichi: son el Pilón de Azúcar y el Ojo de Agua. Ubicado en el cabo de la Vela.
  • Cerro iitujolu: cerro tutelar. Hermano mayor de Kama’ichi y Epitsu. Ubicado en la Serranía de Macuira.
  • Cerro Epitsu: cerro tutelar, forma parte de la mitología wayuu. Ubicado en el Cerro de La Teta.
  • Cerro Polojolii: sabiduría de los wayuu mayores. Ubicado en la parte norte de la Serranía de Jalala.
  • El morro Julirianalü: lugar donde Pulowi cura a los seres marinos. También cura a los peces que se escapan de las redes.
  • Neimaluu: Playa misteriosa, devora personas, las desorienta y terminan ahogados. Ubicado en la parte norte de Puerto Estrella.
  • Wolunka: enorme piedra negra con manchas rojas que recuerda a los wayuu la historia de las mujeres primigenias de sus mitos. La famosa vagina dentada. Ubicado en la serranía de Macuira.

Enlaces en Banrepcultural

[Coexistencias: Mapa intercultural de la guajira]

Créditos

Investigación y textos: Otto Vergara González Diseño e ilustraciones: Carlos Gutiérrez Beje Coordinación: Esteban Narváez - Centro Cultural de Riohacha Banco de la República. Agosto de 2023.