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*DUARTE FRENCH, JAIME: América de Norte a Sur. Biblioteca Banco Popular, Bogotá, 1975.
*DUARTE FRENCH, JAIME: América de Norte a Sur. Biblioteca Banco Popular, Bogotá, 1975.
*DUARTE FRENCH, JAIME: Los Tres Luises del Caribe, El Áncora Editores, Bogotá, 1988.
*DUARTE FRENCH, JAIME: Los Tres Luises del Caribe, El Áncora Editores, Bogotá, 1988.


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Revisión actual - 03:06 27 oct 2021

Los corsarios jugaron un importante papel en la lucha por la independencia en los espacios marítimos de América. El corsario era el marino que, en caso de guerra entre dos Estados, amparaba sus acciones en una carta o patente de corso y se dedicaba a atacar y aprehender a los barcos mercantes del otro bando. Un ejemplo de este tipo de combatiente en el Caribe es el marino francés Luis Aury. Estas acciones se justificaban porque los incipientes repúblicas y, en general, los luchadores por la independencia en América, carecían de una fuerza naval experimentada similar a las de las potencias europeas.

Corsarios, piratas, bucaneros, filibusteros

Los corsarios, como Francis Drake, ya eran reconocidos en las islas del Caribe desde el siglo XVI. Corsarios, Piratas, Bucaneros y Filibusteros, son términos que normalmente son considerados similares. Sin embargo, Luis Britto aclara que el término Pirata “se aplica al ladrón que anda robando en el mar”. La palabra Bucaneros, por su parte es definida como “ocupantes ilegales de tierras de la corona española ocupados esencialmente en la plantación, la cacería y la preparación de carne ahumada en parrillas o ‘boucanes’”. Los Filibusteros deben su nombre a una complicada etimología que podría significar “gente forajida y desterrada de Europa”, “tomar el botín a la carrera” o la palabra podría hacer referencia al tipo de embarcaciones y maniobras que empleaban estas personas.

Las reglas del corso

El resurgimiento del Corso inició a partir de la ordenanza firmada el 20 de Junio en 1801 por el Rey Carlos IV, en la cual se establecieron en forma detallada “las reglas según las cuales se debía hacer el corso de particulares contra los enemigos de la corona de España” [1]. Entre las reglas se encuentran ser ciudadano de las Provincias Unidas de la Nueva Granada o estar naturalizado o adoptado en ella; el buque tenía que pertenecer a uno de estos ciudadanos. La propiedad debía constar en escritura pública; si un extranjero vendía la embarcación a un ciudadano de la provincia debía acreditar su propiedad bajo juramento; el solicitante de la patente debía presentar la documentación para navegar y si no fuere así sería negado; todo buque armado en corso debía prestar una fianza; el corsario era considerado un soldado del mar.

Aporte de los corsarios a la independencia

El papel que desempeñaron los corsarios en el proceso de independencia fue significativo. Ellos limitaron el desplazamiento naval de los españoles y afectaron sus fuentes de abastecimiento en favor de las propias. También debilitaron la fuerza militar europea con que contaban las colonias. Las fuerzas militares que se constituyeron para llevar a cabo el proceso de independencia implementaron principalmente una estrategia de guerra de índole terrestre. Sin embargo, los ingleses, holandeses y franceses siempre se destacaron por tener fuerzas navales experimentadas y de allí el interés de Bolívar en aliarse con algunos líderes que más adelante integrarían la campaña libertadora, entre ellos Luis Aury y Luís Perú de Lacroix y otros armadores destacados como el curazaleño Luis Brion. Los dos primeros fueron reconocidos como corsarios, lo que no impidió que sirvieran a la causa libertadora. Ellos aportaron sus propias embarcaciones en favor de la republica aunque sus procedimientos y los beneficios económicos que pretendían fueron una constante fuente de tensiones con las principales figuras de la independencia como lo fue el Almirante Brion y el propio Simón Bolívar. El tratado firmado en 1824 entre el gobierno de Colombia y los Estados Unidos, terminó con el Corso.

Véase también

Referencias

  1. Academia Colombiana de Historia. Archivo del General Pedro Alcántara Herrán. Tomo 4 A. Sección de Archivos y Microfilmes.

Bibliografía

  • BRITO, LUIS: Señores del Caribe, Indígenas, Conquistadores, Piratas y Corsarios del Mar Colonial, Instituto Cubano del Libro, Ciudad de la Habana, 2006.
  • BUSH, HAROLD: “En la Penumbra de la historia: El legado de Luís Aury en el Archipiélago, 200 años de su llegada a Providencia; El mundo y el Caribe durante la toma de Providencia el 4 de julio de 1818”. Audio de la conferencia realizada el 25 de Julio de 2018 en el Centro Cultural en San Andrés, 2018.
  • CACUA PRADA, ANTONIO: El Corsario Luís Aury. Intimidades de la Independencia. Academia Colombiana de Historia, Bogotá D.C., 2001.
  • DUARTE FRENCH, JAIME: América de Norte a Sur. Biblioteca Banco Popular, Bogotá, 1975.
  • DUARTE FRENCH, JAIME: Los Tres Luises del Caribe, El Áncora Editores, Bogotá, 1988.

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Créditos

  • Irma Bermúdez Davis Centro Cultural del Banco de la República de San Andrés, 2020.