Emilia Pardo Umaña
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Datos generales
Nombre Emilia Pardo Umaña
Fecha de nacimiento 09 de diciembre de 1907
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
Ocupación Periodista, formada como enfermera
Primaria Colegio de las señoritas Echavarría. Barrio de Santa Bárbara de Bogotá.
Bachillerato Colegio Sagrado Corazón, Bogotá.
Estudios universitarios Enfermería en el Centro de Acción Social Infantil y en el Hospital de San José
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Bogotá
Fecha de fallecimiento 18 de diciembre de 1961
Ciudad de fallecimiento Bogotá
Familia Luis Pardo Carrizosa (padre); María Umaña Camacho (madre); Camilo Pardo Umaña (hermano); Santiago Pardo Umaña (hermano); Juan (hermano); Helena (hermana); Otros hermanos.


Emilia Pardo Umaña, pionera del periodismo femenino en Colombia, durante treinta años de vida profesional se desempeñó en columnas de opinión en los principales diarios como El Espectador, El Tiempo, El Siglo y El Mercurio, interpretando los intereses de los ciudadanos con un particular tono de ironía en temas políticos. Resalta su personalidad arrolladora y directa y su carácter singular: al provenir de una familia conservadora, transgredió espacios que para su época estaban reservados a los hombres, como el debate político, el ejercicio periodístico y su autonomía de mujer soltera. Fue también una de las pocas mujeres de su época en conducir automóvil. Crónica, reportaje, entrevista, reseña y opinión fueron los géneros periodísticos que abordó.

Biografía

Emilia Pardo Umaña, nace en Bogotá en 1907, en una familia santafereña de clase alta y de tradición conservadora. Fue la segunda de nueve hijos y su hermano mayor K-milo (su nombre como escritor), autor de Las haciendas de la sabana, tiempos viejos (1946) fue su gran cómplice y compañero en el periodismo y la vocación por las letras, revelada desde que aprendiera a leer antes de los cinco años.

En 1915 inicia sus estudios primarios en el colegio de las señoritas Echavarría en el Barrio de Santa Bárbara en Bogotá y cursa la secundaria en el Colegio del Sagrado Corazón. Posteriormente estudia enfermería en el Centro de Acción Social Infantil y en el Hospital de San José. Luego de recibir la educación que en aquella época se consideraba adecuada para las mujeres de su clase, Emilia rompe con la tradición y decide convertirse en periodista, una profesión insólita para una mujer en Colombia hasta ese momento.

Fue la primera mujer en participar activamente en una sala de redacción, buscando fuentes, investigando, caminando las calles de Bogotá. Fascinó por su estilo narrativo como cronista, rompiendo esquemas al no dejarse encasillar como la mayoría de su género en la época: su anhelo no era ser mujer casada, frecuentaba los cafés del centro capitalino en las décadas de los años treinta y cuarenta donde hervía el debate político y la vena poética. El cigarrillo, el café, el coñac y el periodismo fueron sus grandes pasiones.

Etapa de aprendizaje

Cuando Emilia tenía 27 años empezó a trabajar en El Espectador, diario liberal donde se ocupó de las páginas sociales, encargada de la reproducción y registro diario del acontecer social: nacimientos, defunciones, matrimonios, efemérides, cumpleaños, viajes, enfermedades, entre otros. En este diario también sostuvo una columna a manera de consultorio sentimental “La doctora Ki-Ki”, personaje ficticio que sostuvo por más de diez años.

A partir de 1936 comienza a elaborar una columna diaria dentro de la página social y su estilo migra a temas de mayor complejidad. Con un tratamiento más profundo aborda los acontecimientos sociales y maneja temas que giran en torno a la vida cotidiana, la tradición, la etiqueta, el arte y hace sus primeros acercamientos a asuntos políticos.

A mediados de 1939 Emilia goza de gran popularidad entre sus lectores de El Espectador, siendo relevada de la página social a la editorial mediante su columna de opinión. Hizo escuela periodística de la mano de importantes personajes de la historia del periodismo colombiano como Luis y Gabriel Cano, Lucas Caballero Calderón, Laureano Gómez, Eduardo Santos, Tomás Rueda Vargas.

Trayectoria

A su escritorio acudían importantes figuras como el líder político Jorge Eliécer Gaitán e intelectuales como Enrique Caballero Escobar y Abelardo Forero Benavides, entre otros. Contribuyó a la modernización de El Espectador en cuanto a forma y contenido, mediante tertulias en su casa materna con su equipo de directivos y colegas.

En 1944 pasa a ser columnista del periódico El Siglo, diario conservador donde su activismo político y sus columnas en contra del gobierno de Alfonso López Pumarejo, la hacen acreedora de una persecución política por conspiradora lo que la lleva a buscar asilo en la Embajada de Ecuador, donde coincide con su jefe Laureano Gómez. A los tres meses regresa a Colombia donde se le sigue un Consejo de Guerra Verbal, en el que es juzgada por aparentes crímenes contra la patria. Juicio en el que asume su propia defensa y consigue le declaren inocente de todo cargo.

Sus detractores políticos le acusan de ser una veleta en la política, pues luego de su acérrima defensa de las ideas conservadoras se enemista con Laureano Gómez, su anterior mentor, declarando comulgar con las ideas liberales: “Yo solo era goda por herencia, pero soy liberal de pensamiento y sensibilidad”[1].

Participa de la creación del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, en 1945, haciendo parte de su junta directiva en calidad de vocal, única mujer entre 11 hombres.

Para 1946, con diez años de experiencia en su oficio, Emilia reflexiona constantemente sobre el quehacer periodístico, la formación, el ambiente laboral, la vocación, el amor al oficio, la ética de su profesión y la responsabilidad histórica de la prensa ante la patria, como medio de información y educación para los ciudadanos.

En 1947 Emilia viaja a Europa donde visita entre otros países, Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y Holanda; en España fue corresponsal para El Tiempo escribiendo crónicas de viaje y haciendo seguimiento a las temporadas taurinas, reconociéndose en Colombia como una importante revistera taurina, gracias a las entrevistas exclusivas que logra con empresarios, críticos y toreros españoles. Regresa al país en 1950.

Cofundadora en 1951 fue de la Emisora cultural HJCK el mundo en Bogotá, para la cual elaboró libretos, parodias, cuñas e incursionó también el el radioteatro. Ese mismo año publica su primera y única novela Un muerto en la legación, una novela policíaca publicada por la Editorial Kelly que tuvo gran aceptación entre sus lectores.

En 1955, viaja a los Llanos Orientales de Colombia a hacerse cargo de la finca de su amigo Manuel María Franco, hostigada por la censura de la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla. Allí permanece durante nueve meses y a su regreso a Bogotá se integra a la redacción del naciente periódico El Mercurio, medio que desaparece en 1956, a la par que se abre nuevamente el periódico El Tiempo, clausurado durante la dictadura del General. Emilia se reincorpora a la redacción de El Tiempo con su columna de crítica social hasta su muerte prematura, el 18 de diciembre de 1961, en su apartamento en el centro de Bogotá.

Memoria y olvido

Durante algunos años se conmemoró su muerte y se recordó su legado. Luego, el nombre de Emilia Pardo Umaña desapareció por mucho tiempo, hasta que, en 1976, Daniel Samper Pizano lo incluye en la Antología de grandes reportajes colombianos.

Este ícono del periodismo colombiano cada día cobra más vigencia: impuso un estilo auténtico, sincero y voraz al leer, trabajó en la prensa liberal siendo conservadora, logró salir del molde cuando las mujeres estaban destinadas a ser monjas, maestras o esposas, asumiendo su libertad de expresión, movimiento y participación en temas, ámbitos y lugares reservados hasta entonces al género masculino.

Obra

Aunque la obra de Emilia Pardo Umaña se agrupa principalmente dentro del género de opinión, tuvo acercamientos a otros géneros periodísticos como el perfil, la entrevista, el reportaje, la revista taurina, la crónica, e incluso hizo incursiones en la ficción, pues algunos de sus textos podrían calificarse como cuentos. No se limitó a una sola manera de comunicarse con sus lectores: dentro de sus escritos es frecuente encontrar gran variedad de juegos y recursos narrativos, lo que demuestra su versatilidad no sólo como periodista, sino también como escritora.

La obra de Emilia está compuesta de una amplia gama de columnas de opinión publicadas durante 27 años en diferentes diarios y revistas del país, dejando alrededor de 500 de ellas, publicadas entre 1934 y 1961. También escribió una novela policíaca que tituló Muerte en la legación, sobre un crimen en la Embajada de Colombia en España, que hoy difícilmente se encuentra escondida en las bibliotecas de familias bogotanas.

Se señala a Emilia Pardo Umaña como la primera mujer periodista en Colombia y como una de las más innovadoras y amenas escritoras de la prensa nacional. En los años ochenta, esta periodista pionera vuelve a tomar fuerza, siendo nombrada en tesis de grado en las facultades de periodismo de Bogotá y Medellín que reivindican su historia y el esplendor a su carrera. En el 2018, el Fondo de Cultura Económica de México, filial Colombia, publica en su colección Tierra Firme, Emilia Pardo Umaña. Crónicas de una mujer de 1,49 Antología periodística, cuyos compiladores son Lina Flórez y Pablo Pérez, quienes en el 2010 elaboran su tesis en torno a la vida y obra de Emilia Pardo Umaña (ver Bibliografía).

Cronología

  • 1907 : Nace en Bogotá, Colombia, el 9 de diciembre de 1907.
  • 1934 : Inicia su carrera en el periodismo, publicando sin firma sus columnas en el periódico El Espectador
  • 1936 : Comienza a elaborar una columna diaria dentro de la página social en el periódico El Espectador
  • 1939 : Pasa a la página editorial con su columna diaria de opinión en El Espectador
  • 1944 : Se refugia como asilada en la Embajada de Colombia en Ecuador por tres meses y a su regreso se incorpora como columnista al periódico El Siglo.
  • 1945 : Participa de la creación del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB
  • 1946 : Se retira del periódico El Siglo
  • 1947 : Inicia su recorrido por Europa
  • Columnista del diario El Tiempo
  • 1950 : Retorna a Colombia de su viaje a Europa
  • 1951 : Publica su novela policíaca Un muerto en la legación
  • 1955 : Se refugia en los Llanos Orientales por nueve meses, debido al clima político de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla. Publica en el diario El Mercurio una serie de carácter autobiográfico: “Memorias de un mal periodista”.
  • 1956 : Se reincorpora a la redacción de El Tiempo
  • 1961 : Muere sola en su apartamento en el centro de Bogotá, el 18 de diciembre

Véase también

Referencias

  1. “Retrato veloz de Emilia Pardo Umaña” por: Rosario del Castillo, Camándula. Artículo inicialmente publicado en: El impúdico brebaje. Cafés de Bogotá, 1866-2015, nuevamente publicado por autorización del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá para su reproducción en Emilia Pardo Umaña. Crónicas de una mujer de 1,49. Antología periodística. Compiladores: Lina Flórez y Pablo Pérez, Fondo de Cultura Económica. Bogotá, Colombia, 2010

Bibliografía

Créditos

1. Diciembre de 2019. Investigación y texto Olga Lucía Escobar para Banrepcultural