Etelvina Maldonado
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Datos generales
Nombre Etelvina Maldonado de la Hoz
Fecha de nacimiento 26 de abril de 1935
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
Seudónimo La Telvo
Ocupación Cantante de bullerengu
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Cartagena
Fecha de fallecimiento 26 de enero de 2010
País de fallecimiento Colombia
Ciudad de fallecimiento Cartagena
Familia Pedro Maldonado (padre); Francisca de la Hoz (madre)


Etelvina Maldonado, también conocida como “La Telvo” o “la niña Telvo”, fue una cantautora de bullerengue o fandango de lengua colombiana. En sus canciones se representa la tradición oral del caribe del país. Nació en Santa Ana (Bolívar, Colombia), que es un pueblo de la isla Barú en la bahía de Cartagena de Indias, el 26 de abril de 1935. Y murió el 26 de enero de 2010 en Cartagena, por fallas respiratorias.

Biografía

Primeros años

Etelvina Maldonado nació el 26 de abril de 1935 en el pueblo de Sant Ana (Bolívar, Colombia). Hija de Pedro Maldonado y Francisca de la Hoz Cardales – “Pacha de la Hoz” –; y ambos eran de procedencia humilde. Se crió con su familia materna, con su abuela Severina de la Hoz y con Aurora Cardale – “Mamá Chola” –, que era como su segunda mamá. “Mamá Chola” trabajaba lavando y planchando ropa; además vendía bollos (envueltos de maíz) y plátano, labor en la que Etelvina la ayudaba junto con sus hermanas, Estebana y Leo. Vivían en un caserío de casas hechas de palma y bahareque. “Mi mamá se levantaba a las 3 de la mañana (…) Luego salíamos a vender los bollos que mi mamá hacía (…) Cuando vendíamos los bollos ya nos poníamos a jugar muñecas”. Toda su familia eran asiduos participantes de los festivales de bullerengue, conocido antes como Fandango. Recordaba que ‘Se van las cruces’ fue el primer bullerengue que ella le había escuchado a su familia. A Etelvina no le gustaba ir al colegio, se escapaba y se quedaba en los alrededores de la laguna de Santa Ana, entre otras cosas observando cómo las mujeres de la zona lavaban y planchaban la ropa. “Hasta que mi mamá se aburrió y dijo: ‘bueno mija, a ti lo que te va a gustar es lavar y planchar, esta es la ciencia suya’. De ahí no pasé (…) toda mi vida he sido feliz lavando y planchando”. E incluso trabajando, no dejaba de cantar. La laguna de Santa Ana fue un lugar especial para la cantautora apreciaba mucho, no sólo porque fue un lugar de aventuras durante su infancia, sino porque también era el lugar de abastecimiento de agua para todo el pueblo.