(Página creada con « =Biografía= Primer arzobispo de Bogotá, nacido en Pedroche, Extremadura, probablemente en 1497, muerto en Bogotá, en febrero de 1569. Tomó posesión de la silla arz...»)
 
Sin resumen de edición
 
(No se muestran 12 ediciones intermedias de 3 usuarios)
Línea 1: Línea 1:
 
{{Ficha
 
|título = Juan de los Barrios
|imagen = avatar-hombre.jpg
|imagen-descripción =
|nombre = Juan de los Barrios
|fecha-de-nacimiento = {{Fecha|1497|link=}}
|nacionalidad = Española
|seudónimo = Primer arzobispo de Bogotá
|ocupación = Arzobispo de Bogotá 
|primaria =
|bachillerato =
|Estudios universitarios =
|país-de-nacimiento  = España
|ciudad-de-nacimiento = Pedroche, Extremadura
|país-de-fallecimiento = Nuevo Reino de Granada (actual Colombia)
|ciudad-de-fallecimiento = Bogotá
|fecha-de-fallecimiento = {{Fecha|1569|link=}}
|familia=
|cónyuge=
}}
=Biografía=
=Biografía=


Línea 7: Línea 25:
Tomó posesión de la silla arzobispal en 1553 y gobernó hasta su muerte, durante 16 años continuos. Como primer arzobispo de Bogotá le correspondió poner los fundamentos organizativos de esta Iglesia, y en ello radica uno de sus mayores méritos.
Tomó posesión de la silla arzobispal en 1553 y gobernó hasta su muerte, durante 16 años continuos. Como primer arzobispo de Bogotá le correspondió poner los fundamentos organizativos de esta Iglesia, y en ello radica uno de sus mayores méritos.


Se hizo franciscano en la Provincia de los Angeles, donde recibió la ordenación sacerdotal hacia 1521. De su vida en España nada se sabe de cierto, sólo que fue presentado por el emperador Carlos V para obispo de Asunción de la Plata y que fue nombrado por el papa Paulo III el 1 de junio de 1547. Con prontitud se embarcó hacia Asunción de la Plata, pero por causa de un temporal la flota en que viajaba se desbarató y fray Juan se vio forzado a regresar a España.
=Primero Santa Marta y luego Bogotá=


De nuevo fue presentado por el rey, en esta ocasión para el obispado de Santa Marta en 1551, hacia donde se embarcó, desde San Lúcar de Barrameda, el 4 de noviembre de 1552. Tras un viaje muy azaroso, en el que sufrió toda clase de 'desventuras, como el naufragio de algunos de los barcos que conformaban la flota, el incendio de la nave principal y un ataque de corsarios, desembarcó en las costas de Santa Marta en febrero de 1553.
Se hizo franciscano en la Provincia de los Ángeles, donde recibió la ordenación sacerdotal hacia 1521. De su vida en España nada se sabe de cierto, sólo que fue presentado por el emperador Carlos V para obispo de Asunción de la Plata y que fue nombrado por el papa Paulo III el 1 de junio de 1547. Con prontitud se embarcó hacia Asunción de la Plata, pero por causa de un temporal la flota en que viajaba se desbarató y fray Juan se vio forzado a regresar a España.
 
De nuevo fue presentado por el rey, en esta ocasión para el obispado de Santa Marta en 1551, hacia donde se embarcó, desde Sanlúcar de Barrameda, el 4 de noviembre de 1552. Tras un viaje muy azaroso, en el que sufrió toda clase de desventuras, como el naufragio de algunos de los barcos que conformaban la flota, el incendio de la nave principal y un ataque de corsarios, desembarcó en las costas de Santa Marta en febrero de 1553.


A pesar de que tomó posesión de su sede samaria, de inmediato pensó en trasladarse a la capital del Nuevo Reino de Granada, tanto por las condiciones miserables en que encontró la ciudad, como por lo despoblada, y porque ya el rey había enviado una cédula real al obispo de Santa Marta para que fuera a vivir a Santafé de Bogotá.
A pesar de que tomó posesión de su sede samaria, de inmediato pensó en trasladarse a la capital del Nuevo Reino de Granada, tanto por las condiciones miserables en que encontró la ciudad, como por lo despoblada, y porque ya el rey había enviado una cédula real al obispo de Santa Marta para que fuera a vivir a Santafé de Bogotá.
=Conflictos con las autoridades civiles=


A la capital llegó en julio de 1553. Innumerables fueron las dificultades que tuvo que sortear a fin de cumplir a cabalidad con su ministerio pastoral. Los principales desacuerdos fueron con las autoridades civiles, con quienes chocó frontalmente por causa de la ejecución de las llamadas Leyes Nuevas, en su carácter de obispo y protector de los indios.
A la capital llegó en julio de 1553. Innumerables fueron las dificultades que tuvo que sortear a fin de cumplir a cabalidad con su ministerio pastoral. Los principales desacuerdos fueron con las autoridades civiles, con quienes chocó frontalmente por causa de la ejecución de las llamadas Leyes Nuevas, en su carácter de obispo y protector de los indios.


La tasación que hizo de los naturales del Nuevo Reino, para librarlos de la tiranía y extorsión en que los tenían muchos encomenderos, despertó en los colonos y algunas justicias reales una reacción muy contraria hacia él. Al Consejo de Indias llovieron las quejas sobre fray Juan, principalmente de la Audiencia Real, que juzgaba intromisión suya en asuntos de incumbencia civil. Esta colisión de autoridades, alimentada por el patronato regio, ensombreció la acción propiamente espiritual del prelado. No obstante, una de sus mejores realizaciones en el campo pastoral fue la promulgación y realización del primer sínodo diocesano, realizado entre el 24 de mayo y el 3 de junio de 1556, en el cual participaron todas las fuerzas vivas de la Iglesia neogranadina. dividido en 10 títulos, el sínodo legisla acerca de la administración de los sacramentos, la enseñanza de la doctrina, la práctica de la misma, los deberes para con los indios y otros puntos. Al tratar de poner en práctica las normas del sínodo, fray Juan encontró gran oposición por parte de la Real Audiencia y, sobre todo, de los encomenderos, a quienes les parecieron sumamente gravosas las obligaciones que se les imponían.
La tasación que hizo de los naturales del Nuevo Reino, para librarlos de la tiranía y extorsión en que los tenían muchos encomenderos, despertó en los colonos y algunas justicias reales una reacción muy contraria hacia él. Al Consejo de Indias llovieron las quejas sobre fray Juan, principalmente de la Audiencia Real, que juzgaba intromisión suya en asuntos de incumbencia civil. Esta colisión de autoridades, alimentada por el patronato regio, ensombreció la acción propiamente espiritual del prelado. No obstante, una de sus mejores realizaciones en el campo pastoral fue la promulgación y realización del primer sínodo diocesano, realizado entre el 24 de mayo y el 3 de junio de 1556, en el cual participaron todas las fuerzas vivas de la Iglesia neogranadina. dividido en 10 títulos, el sínodo legisla acerca de la administración de los sacramentos, la enseñanza de la doctrina, la práctica de la misma, los deberes para con los indios y otros puntos. Al tratar de poner en práctica las normas del sínodo, fray Juan encontró gran oposición por parte de la Real Audiencia y, sobre todo, de los encomenderos, a quienes les parecieron sumamente gravosas las obligaciones que se les imponían.
=Construcción de la catedral y el hospital=


Otra obra emprendida con mucho entusiasmo por fray Juan fue la construcción de la catedral, que por desgracia se desplomó completamente la víspera de su inauguración en 1565. Este hecho descorazonó al prelado, pues había consumido mucho dinero, trabajos y tiempo durante los casi 10 años que había tomado levantarla. Más perdurable fue la obra del hospital de San Pedro, para el que dejó las casas de su morada, contiguas a la catedral. En este hospital debían ser atendidos preferencialmente los pobres de la ciudad.
Otra obra emprendida con mucho entusiasmo por fray Juan fue la construcción de la catedral, que por desgracia se desplomó completamente la víspera de su inauguración en 1565. Este hecho descorazonó al prelado, pues había consumido mucho dinero, trabajos y tiempo durante los casi 10 años que había tomado levantarla. Más perdurable fue la obra del hospital de San Pedro, para el que dejó las casas de su morada, contiguas a la catedral. En este hospital debían ser atendidos preferencialmente los pobres de la ciudad.
=Valoración tras su muerte=


Sobre las cualidades morales de fray Juan de los Barrios, su primer biógrafo, el franciscano fray Esteban de Asensio, se extiende en ponderaciones. Dice que fue muy aprobado varón en vida y costumbres, hombre pacífico y ejemplar, que predicaba con gran espíritu y que había gobernado con gran santidad y bondad y celo de buen pastor. Afirma que en el comer, vestir, conversación y recogimiento guardaba y seguía las costumbres antiguas de la Orden Franciscana; que consolaba a sus pueblos con sus sermones, que se compadecía de los pobres y necesitados, favoreciéndolos con limosnas. En una frase, resume su carácter firme: Era recto en el gobierno pastoral, teniendo en pie su jurisdicción eclesiástica sin respetos humanos al poderío secular.
Sobre las cualidades morales de fray Juan de los Barrios, su primer biógrafo, el franciscano fray Esteban de Asensio, se extiende en ponderaciones. Dice que fue muy aprobado varón en vida y costumbres, hombre pacífico y ejemplar, que predicaba con gran espíritu y que había gobernado con gran santidad y bondad y celo de buen pastor. Afirma que en el comer, vestir, conversación y recogimiento guardaba y seguía las costumbres antiguas de la Orden Franciscana; que consolaba a sus pueblos con sus sermones, que se compadecía de los pobres y necesitados, favoreciéndolos con limosnas. En una frase, resume su carácter firme: Era recto en el gobierno pastoral, teniendo en pie su jurisdicción eclesiástica sin respetos humanos al poderío secular.
Línea 23: Línea 49:
Asensio se preciaba de haberlo conocido muy de cerca y de que el prelado lo hubiera tenido por confesor y, además, de que lo solía tomar por acompañado en negocios secretos de Inquisición. Este mismo biógrafo, que escribe en 1585, refiere que el prelado murió repentinamente de la enfermedad de asma, de la cual era muy trabajado, en febrero de 1569. Fray Juan de los Barrios no alcanzó a vestir el palio arzobispal, pues cuando éste llegó, traído por el deán don Francisco Adame, juntamente con las bulas de su nombramiento como arzobispo, hacía poco había muerto .
Asensio se preciaba de haberlo conocido muy de cerca y de que el prelado lo hubiera tenido por confesor y, además, de que lo solía tomar por acompañado en negocios secretos de Inquisición. Este mismo biógrafo, que escribe en 1585, refiere que el prelado murió repentinamente de la enfermedad de asma, de la cual era muy trabajado, en febrero de 1569. Fray Juan de los Barrios no alcanzó a vestir el palio arzobispal, pues cuando éste llegó, traído por el deán don Francisco Adame, juntamente con las bulas de su nombramiento como arzobispo, hacía poco había muerto .


LUIS CARLOS MANTILLA
=Bibliografía=
 
ROMERO MARIO Fray Juan de los Barrios y la evangelización del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1960.
 
'''Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías'''


Bibliografía


ROMERO MARIO Fray Juan de los Barrios y la evangelización del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1960.


*Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías.
[[Categoría:Personalidades del ámbito religioso colombiano]]
[[Categoría:Religioso]]
[[Categoría:Arzobispo]][[Categoría:Hombre]]
{{RelacionesBanrepcultural}}

Revisión actual - 22:54 7 oct 2021

Juan de los Barrios
Avatar-hombre.jpg
Datos generales
Nombre Juan de los Barrios
Fecha de nacimiento 1497
Nacionalidad Española
Seudónimo Primer arzobispo de Bogotá
Ocupación Arzobispo de Bogotá
País de nacimiento España
Ciudad de nacimiento Pedroche, Extremadura
Fecha de fallecimiento 1569
País de fallecimiento Nuevo Reino de Granada (actual Colombia)
Ciudad de fallecimiento Bogotá

Biografía

Primer arzobispo de Bogotá, nacido en Pedroche, Extremadura, probablemente en 1497, muerto en Bogotá, en febrero de 1569.

Tomó posesión de la silla arzobispal en 1553 y gobernó hasta su muerte, durante 16 años continuos. Como primer arzobispo de Bogotá le correspondió poner los fundamentos organizativos de esta Iglesia, y en ello radica uno de sus mayores méritos.

Primero Santa Marta y luego Bogotá

Se hizo franciscano en la Provincia de los Ángeles, donde recibió la ordenación sacerdotal hacia 1521. De su vida en España nada se sabe de cierto, sólo que fue presentado por el emperador Carlos V para obispo de Asunción de la Plata y que fue nombrado por el papa Paulo III el 1 de junio de 1547. Con prontitud se embarcó hacia Asunción de la Plata, pero por causa de un temporal la flota en que viajaba se desbarató y fray Juan se vio forzado a regresar a España.

De nuevo fue presentado por el rey, en esta ocasión para el obispado de Santa Marta en 1551, hacia donde se embarcó, desde Sanlúcar de Barrameda, el 4 de noviembre de 1552. Tras un viaje muy azaroso, en el que sufrió toda clase de desventuras, como el naufragio de algunos de los barcos que conformaban la flota, el incendio de la nave principal y un ataque de corsarios, desembarcó en las costas de Santa Marta en febrero de 1553.

A pesar de que tomó posesión de su sede samaria, de inmediato pensó en trasladarse a la capital del Nuevo Reino de Granada, tanto por las condiciones miserables en que encontró la ciudad, como por lo despoblada, y porque ya el rey había enviado una cédula real al obispo de Santa Marta para que fuera a vivir a Santafé de Bogotá.

Conflictos con las autoridades civiles

A la capital llegó en julio de 1553. Innumerables fueron las dificultades que tuvo que sortear a fin de cumplir a cabalidad con su ministerio pastoral. Los principales desacuerdos fueron con las autoridades civiles, con quienes chocó frontalmente por causa de la ejecución de las llamadas Leyes Nuevas, en su carácter de obispo y protector de los indios.

La tasación que hizo de los naturales del Nuevo Reino, para librarlos de la tiranía y extorsión en que los tenían muchos encomenderos, despertó en los colonos y algunas justicias reales una reacción muy contraria hacia él. Al Consejo de Indias llovieron las quejas sobre fray Juan, principalmente de la Audiencia Real, que juzgaba intromisión suya en asuntos de incumbencia civil. Esta colisión de autoridades, alimentada por el patronato regio, ensombreció la acción propiamente espiritual del prelado. No obstante, una de sus mejores realizaciones en el campo pastoral fue la promulgación y realización del primer sínodo diocesano, realizado entre el 24 de mayo y el 3 de junio de 1556, en el cual participaron todas las fuerzas vivas de la Iglesia neogranadina. dividido en 10 títulos, el sínodo legisla acerca de la administración de los sacramentos, la enseñanza de la doctrina, la práctica de la misma, los deberes para con los indios y otros puntos. Al tratar de poner en práctica las normas del sínodo, fray Juan encontró gran oposición por parte de la Real Audiencia y, sobre todo, de los encomenderos, a quienes les parecieron sumamente gravosas las obligaciones que se les imponían.

Construcción de la catedral y el hospital

Otra obra emprendida con mucho entusiasmo por fray Juan fue la construcción de la catedral, que por desgracia se desplomó completamente la víspera de su inauguración en 1565. Este hecho descorazonó al prelado, pues había consumido mucho dinero, trabajos y tiempo durante los casi 10 años que había tomado levantarla. Más perdurable fue la obra del hospital de San Pedro, para el que dejó las casas de su morada, contiguas a la catedral. En este hospital debían ser atendidos preferencialmente los pobres de la ciudad.

Valoración tras su muerte

Sobre las cualidades morales de fray Juan de los Barrios, su primer biógrafo, el franciscano fray Esteban de Asensio, se extiende en ponderaciones. Dice que fue muy aprobado varón en vida y costumbres, hombre pacífico y ejemplar, que predicaba con gran espíritu y que había gobernado con gran santidad y bondad y celo de buen pastor. Afirma que en el comer, vestir, conversación y recogimiento guardaba y seguía las costumbres antiguas de la Orden Franciscana; que consolaba a sus pueblos con sus sermones, que se compadecía de los pobres y necesitados, favoreciéndolos con limosnas. En una frase, resume su carácter firme: Era recto en el gobierno pastoral, teniendo en pie su jurisdicción eclesiástica sin respetos humanos al poderío secular.

Asensio se preciaba de haberlo conocido muy de cerca y de que el prelado lo hubiera tenido por confesor y, además, de que lo solía tomar por acompañado en negocios secretos de Inquisición. Este mismo biógrafo, que escribe en 1585, refiere que el prelado murió repentinamente de la enfermedad de asma, de la cual era muy trabajado, en febrero de 1569. Fray Juan de los Barrios no alcanzó a vestir el palio arzobispal, pues cuando éste llegó, traído por el deán don Francisco Adame, juntamente con las bulas de su nombramiento como arzobispo, hacía poco había muerto .

Bibliografía

ROMERO MARIO Fray Juan de los Barrios y la evangelización del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1960.

Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías