La declaración del Atrato como sujeto de derechos es novedosa, pero no carece de antecedentes. En Latinoamérica, en la década de 1980 vale la pena mencionar la obra de Godofredo Stutzin que ya consideraba que el reconocimiento de los derechos de la naturaleza es una condición sine qua non de un auténtico derecho ecológico, contrapeso necesario frente a las concepciones instrumentalistas de la naturaleza basadas en el dominio del ser humano. Stutzin reconoce que la naturaleza tiene intereses propios muchas veces parapetados tras nociones como el “interés público” o el “interés general de la sociedad”. Otro antecedente importante es el concepto de constitución ecológica con el cual se incorpora el derecho constitucional fundamental al ambiente como un eje vertebral de los derechos consagrados allí desarrollado por la Corte Constitucional de Colombia desde su Sentencia T-411 de 1992. La Corte sienta las condiciones de protección del derecho fundamental al ambiente y su relación con los derechos a la vida, la integridad y la salud en la Sentencia C-519 de 1994, y declaró exequible el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992.

La sentencia T-622 de 2016 que dota al río Atrato como sujeto de derechos, sienta también el precedente de la conformación de los llamados Guardianes del Atrato, son 14 representantes de la comunidad quienes conformarán la Comisión y el Gobierno Nacional, liderado por el Ministerio de Ambiente, acompañado por la Comisión Intersectorial para el Chocó. Además de que el documento ordena la construcción de diferentes planes de acción en conjunto con las comunidades para resolver la crisis humanitaria, social y ambiental que presenta el Atrato, sus afluentes y sus comunidades; también, se van a liderar procesos de pedagogía, socialización y sensibilización sobre la problemática. Mediante el Decreto 1148 de 2017, por su parte el Ministerio expidió una resolución asignando funciones a las dependencias de la entidad para que apoyen esta importante labor de recuperación del río Atrato; una de las primeras acciones en el marco del cumplimiento de la sentencia fue la designación del Ministerio de Ambiente como representante legal de los derechos del río Atrato.

Para precisar las organizaciones sociales del Chocó, en representación de los grupos poblacionales del río quienes presentaron una acción de cumplimientos, fueron: el Consejo Comunitario Mayor de la Organización Popular Campesina del Alto Atrato -Cocomopoca- que está integrado por 3.200 familias afrodescendientes congregadas en 43 comunidades; el Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato -Cocomacia- compuesto por 120 comunidades afrodescendientes, así como la Asociación de Consejos Comunitarios del Bajo Atrato -Ascoba- y el Foro Inter-étnico Solidaridad Chocó -FISCH- (compuestos por 47 organizaciones), Mesa Socio-Ambiental de Carmen del Atrato, Mesa indígena del Chocó, reclamaron la permanencia de estas comunidades habitantes en sus territorios ancestralmente y en peligro por el desarrollo intensivo de actividades mineras, de explotación forestal y por el abandono estatal al que han sido castigados por centenares de años. A los Guardianes los podrá acompañar en su misión un Equipo Asesor conformado por instituciones públicas o privadas, nacionales o internacionales, tales como: universidades, centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil, etc. Los pobladores según la sentencia T-622 de 2016 denunciaron la muerte de niños por la intoxicación con agua contaminada y proliferación de enfermedades como diarrea, dengue y malaria; así mismo, denunciaron deficiencia de infraestructura básica como falta de sistema de acueducto y alcantarillado.

El Atrato es un lugar de encuentros que revela las diferentes formas de entenderse con este mundo hecho de agua: varios acentos y lenguas comunican distintos orígenes de la gente, y la diversidad en las artes de pesca, por ejemplo. En la maraña que forma este universo fluvial, el hilo zurce una trama que amarra el mundo acuático con aquel que se despliega en sus orillas. "El río tiene hilo", afirman los guardianes. El hilo señala el ímpetu del cauce y por él viajan, la maleza que se revuelve con la lluvia, el plástico y los restos de la fiebre minera, así como los elementos que la fuerza del agua arrastra: los árboles arrancados a la selva. Cuentan que sus viejos curaban con el Atrato mediante aquel hilo del que brotaba un agua limpia y sanadora.

Por imaginación ecopolítica entendemos aquellos ejercicios deliberados en los que una colectividad se reúne para concebir una futura casa común en donde se encuentre "recompuesta la continuidad de lo colectivo" en palabras de Latour (2007)[1]. La ecopolítica tiene el potencial de convertir el interés de la ley en hecho social, en observancia de los modos particulares de existencia involucrados; pero esto solo puede suceder de manera local. Esto supone un reto para la imaginación ecopolítica, que permitan que el comportamiento de todos los seres que conforman la cuenca del Atrato, pues requiere crear mecanismos de traducción, tanto humanos como no humanos, y pueda ser cobijado por la lógica jurídica que alienta la sentencia. Para tener concretos efectos locales, la ley deberá traducirse en prácticas de construcción de lo común que quizás aún no tengan precedentes, y propiciar nuevas articulaciones. Así las cosas, imaginar el Atrato como sujeto de derechos demanda atender a su curso, sus fluctuaciones, sus nuevas turbiedades; implica considerar el entramado de seres vivos e inertes que prosperan y mueren en permanente interconexión a lo largo y ancho de su curso.

El Atrato, sostienen los guardianes, es la madre y el padre de los pueblos orilleros. Cuenta Nixon que en su comunidad los niños llegan al mundo dentro del agua. En esos lugares, mientras se entierran la placenta y el cordón umbilical después del alumbramiento, los parientes "se bañan en el río para limpiar y quitarle la pereza al recién nacido". Las quinceañeras también entran al río como parte del tránsito que las convierte en mujeres. En su parte alta el Atrato es visto con respeto, dicen los guardianes, "allí no acepta nada, ni siquiera la pesca, y a ese animal bravo hay que dejarlo quietecito". El Medio Atrato es rápido y profundo, muy poblado en sus orillas y testigo como ninguno del reciente avance minero y del crecimiento de Quibdó. En su parte baja aparece inmenso, nutrido con el agua de todos sus tributarios; es lento y fértil, surcado por suelos inundables. Saber todo esto es ser gente de río.

Los tres guardianes del río a quienes generó complicaciones hacia 2017 su labor son Alexánder Mena, Ingris Asprilla y Nixon Chamorro. Denunciaron constantes amenazas por parte de grupos armados que quieren controlar el territorio, la Unidad Nacional de Protección (UNP) sólo les ha garantizado seguridad a tres de ellos en calidad de reclamantes de tierras, desconociendo sus liderazgos en la protección ambiental de este afluente. “Con el trabajo que hacemos, a raíz de la sentencia, tenemos miedo, porque se ha malinterpretado. Ahí no dice que hay que quemar las retroexcavadoras, pero si eso ocurre nos señalan a nosotros como los responsables”, afirma Ingris Asprilla, también miembro de Cocomacia y líder de 124 consejos comunitarios de Quidbó (Chocó). Nixon Chamorro, guardián indígena de la comunidad embera-dóbida, manifiesta que están luchando contra foráneos que tienen el control de las minas de oro ilegal y el poder de las armas. “Detrás de esas personas hay grupos armados que están en las zonas. En este caso el Eln, que ocupa todo ese territorio. Sus intereses son los cultivos ilícitos y la minería. Por nuestra parte, seguiremos defendiendo nuestro territorio[2].

En procura de salvar el río Atrato del cual dependen en gran medida sus vidas y economías los representantes de comunidades mencionadas comparten la necesidad de salvar el Atrato, saben que va a ser difícil rescatarlo si no suman esfuerzos que apunten a un mismo lado. Por eso, planificar estrategias, después de esas intensas reuniones, llegaron a un acuerdo para mostrarle al Ministerio de Ambiente. Mientras esperan una respuesta, estos guardianes chocoanos insistirán en continuar con su tarea pedagógica en las comunidades. “Pero lo que queremos es que todo el país se comprometa con nosotros”, señala un líder de Bojayá. “No tenemos las herramientas para hacerlo solos y por eso nos dejan el mensaje a los(as) Colombianos(as): todo el país debe convertirse en un guardián”.

Bibliografía

2. Arias, L (16 de Mayo de 2018). El Atrato ahora tiene voz. Eafit Noticias. Universidad Eafit Recuperado de: . https://www.eafit.edu.co/noticias/eleafitense/113/atrato-ahora-voz

3. Cagüeñas, D., Galindo Orrego, M. I., & Rasmussen, S. (2020). El Atrato y sus guardianes: imaginación ecopolítica para hilar nuevos derechos. Revista Colombiana De Antropología, 56(2), 169-196. https://doi.org/10.22380/2539472X.638

4. De Grande, P. (2013). Constructivismo y sociología. Siete tesis de Bruno Latour. Revista Mad, (29), 48-57. doi:10.5354/0718-0527.2013.27345

5. García, M., Hinestroza, L. (2020). Reconocimiento de la Naturaleza y de sus componentes como sujeto de derechos. Análisis Crítico sobre los fundamentos y la efectividad de la sentencia del río Atrato. Bogotá. Universidad Externado de Colombia.

7. Medioambiente. El río Atrato cuenta oficialmente con una comisión que la proteja. (29 de Mayo de 2018) El Tiempo. Recuperado de https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/el-rio-atrato-cuenta-con-una-comision-de-guardianes-que-lo-proteja-223924

8. Redacción Vivir. (27 de Julio de 2018) Ya empezó a sesionar la Comisión de Guardianes del Atrato. El Espectador. Recuperado de: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/ya-empezo-a-sesionar-la-comision-de-guardianes-del-atrato/

9. Sagot Rodriguez, A. (18 de Julio de 2020). La nueva otredad. Los ecosistemas como sujetos reconocidos jurídicamente. Federación Ecologista. Recuperado de: https://feconcr.com/noticias/la-nueva-otredad-los-ecosistemas-como-sujetos-reconocidos-juridicamente/

10. Silvia Numa, S. (15 de Noviembre de 2017). Los guardianes encargados de salvar el Atrato. El Espectador. Recuperado de: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/los-guardianes-encargados-de-salvar-el-atrato/

Referencias a colecciones del Banco

Referencias a artículos del Banco

  • Afrocolombianos visibles [1]
  • Atrato: Un río con derechos [2]
  • Celebrar el Santo en el Chocó [3]

Créditos

1. Abril de 2022. Investigación y texto Laura Rodríguez para el Proyecto: Río: territorios posibles Banrepcultural


  1. Latour, B. (2007). Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica. Argentina. Siglo XXI, Editores
  2. Ávila, C. (22 de Abril de 2018). Guardianes del río Atrato: amenazados e ignorados. El Espectador. Recuperado de: https://www.elespectador.com/colombia2020/territorio/guardianes-del-rio-atrato-amenazados-e-ignorados-articulo-856577/