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==Véase también==
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[[José Luis Garcés González]]
* [[José Luis Garcés González]]
[[Orlando Fals Borda]]
* [[Orlando Fals Borda]]
[[Nina S. de Friedemann]]
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[[Delia Zapata Olivella]]
* [[Delia Zapata Olivella]]


==Documentos relacionados en Banrepcultural==
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Revisión del 15:40 24 mar 2020

Manuel Zapata Olivella
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Datos generales
Nombre Manuel Zapata Olivella
Fecha de nacimiento 17 de marzo de 1920
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
Ocupación Médico, antropólogo, folclorista, escritor.
Estudios universitarios Medicina - Universidad Nacional de Colombia.
País de nacimiento Colombia, Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Lorica, departamento de Córdoba.
Fecha de fallecimiento 19 de noviembre de 2004
País de fallecimiento Colombia, Bandera de Colombia }}
Ciudad de fallecimiento Bogotá


Manuel Zapata Olivella fue un médico, antropólogo y escritor colombiano, nacido en Lorica, Córdoba; es considerado el más importante representante de la literatura afrocolombiana.

Biografía

Manuel Zapata Olivella nació en Lorica, Córdoba, el 17 marzo de 1920, y murió en Bogotá el 19 noviembre de 2004. Muy niño llegó a Cartagena. Fue médico, antropólogo, folclorista y escritor. En los años sesenta y setenta dirigió la revista "Letras Nacionales".

Obra literaria

Durante veinte años investigó para su novela central "Changó, el gran putas", cuya solución poética encontró luego de pasar una noche desnudo en una de las oscuras y sofocantes bóvedas de la fortaleza de la isla Goré, prisión de Senegal en la cual eran recluidos los africanos cazados, antes de su traslado en barcos al Nuevo Mundo.

Esta novela y gran epopeya es un inmenso fresco que cubre quinientos años de historia, para la cual Zapata recurrió a lo que denominó "realismo mítico". Da cuenta de los dioses tutelares y cosmovisión de la religión yoruba, incorpora proverbios, trabalenguas, cuentos de hadas y canciones de la tradición africana. Recorre las hazañas de los héroes negros en las revoluciones americanas. Zapata demuestra que los negros nunca impusieron nada a nadie, más bien contagiaron su baile, sensualidad, comida, lenguaje.

El profesor Darío Henao Restrepo, en el prólogo, explica la concepción subyacente a esta obra: "El principio filosófico del muntu, que rige su elaboración poética, implica una connotación del hombre que incluye a los vivos y difuentos, así como animales, vegetales, minerales y cosas que le sirven. Se trata de una fuerza espiritual que une en un solo nudo al hombre con su ascendencia y descendencia, inmersos en el universo presente, pasado y futuro".

De 1943 a 1947 recorrió América Central y gran parte de los Estados Unidos practicando los más diversos oficios. Durante un tiempo fue director técnico del Ballet de Danzas Folclóricas de su hermana, la coreógrafa Delia Zapata Olivella. Hizo investigaciones de etnomusicología en Indiana (EE.UU.). Fue conferencista de temas de música colombiana en la Biblioteca de las Naciones Unidas en Nueva York y varias universidades canadienses. Ejercía el periodismo y colaboraba con numerosas revistas y publicaciones colombianas y extranjeras.

Fundó y dirigió la revista Letras Nacionales. Narrador de lenguaje vivo y estilo directo; cuentista de violencia con temática social, su cuento "El galeón sumergido" fue laureado por la Extensión Cultural de Bolívar en 1962. Zapata Olivella escribió los dramas Los pasos del indio (1960), Caronte liberado (1961), Hotel de Vagabundos (Premio Espiral. 1954), El retorno de Caín (laureado en el Festival de Arte en Cali, 1962), Tres veces la libertad y Malonga el liberto.

No obstante, su obra más conocida son sus novelas, que revelan su profunda sensibilidad y creatividad literaria: Tierra mojada (1947), Pasión vagabunda (1948), La calle 10 (1960); Detrás del rostro (Premio Esso, 1962), Chambacú, corral de negros (laureada por la Casa de las Américas, 1963), En Chimá nace un santo (segundo premio Esso, 1961 y primera mención Seix-Barral en Barcelona, 1962, llevada al cine con el título Santo en Rebelión, y Changó, el gran Putas (1983). Entre sus libros de cuentos se destacan China 6 a.m. (1954), Cuentos de muerte y libertad (1961), laureado por la Casa de las Américas; El cirujano de la selva (1962) y ¿Quién dio el fusil a Oswald? (1967) [Ver tomo 4, Literatura, pp. 232-234

2020 es el Año Manuel Zapata Olivella

Por declaración del Ministerio de Cultura, 2020 es el Año Manuel Zapata Olivella. Esta no es solo una oportunidad para celebrar a una de las figuras fundamentales de nuestro país, sino también para exaltar los aportes y las luchas de la cultura negra en Colombia. Ciro Alegría, el afamado autor peruano de El mundo es ancho y ajeno y a quien Zapata Olivella conoció en Nueva York a inicios de su carrera como periodista, señaló uno de los aspectos clave del escritor de Santa Cruz de Lorica en el lúcido prólogo que escribió para Tierra mojada (1947), la primera novela publicada por Zapata Olivella. Allí, el maestro Alegría afirmó:

"Por su fondo y forma, puede ser considerada como uno de los primeros brotes novelísticos de la sensibilidad negra en nuestra América. En el campo de la lírica, tenemos ya a Nicolás Guillén, Pedroso y muchos más. La novela negra da recién sus primeros pasos y los de Zapata Olivella son los del caminante que marcha por tierra inexplorada. De allí que la huella no sea muy clara e inclusive se pierda a ratos, pero quiera el andante avanzar con el mismo impulso voluntarioso hasta hoy" (p. 4)

Efectivamente, tal impulso llevaría a Zapata Olivella a ocupar un lugar de cada vez mayor relevancia con publicaciones como Detrás del rostro (con la que ganó el premio Esso en 1963), Corral de negros (mención en novela del Premio Casa de las Américas) o la que se considera su obra cumbre, Changó, el gran putas (1983), una ambiciosa épica sobre la diáspora africana llegada a América en los barcos negreros y su lucha por la supervivencia y la libertad.

Zapata Olivella logró esto desde sus inicios por dos razones. Por un lado, gracias su amplio conocimiento sobre las comunidades africanas y su situación en América y Colombia a través de los siglos; por otro, por su profunda conciencia sobre la literatura de su tiempo. Comprendió, antes que muchos otros, que la universalidad estaba en la heterogeneidad y no en reconocerse desde miradas ajenas, canónicas o preestablecidas. Ya en 1965, en el primer número de Letras nacionales, revista que fundó para poner en cuestión la literatura colombiana, hace un llamado fundamental a los intelectuales y escritores de su época:

"Para pueblos jóvenes como el nuestro, afirmarse en sus tradiciones, en su realidad evolutiva, en su fuerza creadora, es tomar posesión de sí mismos, entrar a la mayoría de edad. Un poco de timidez, de reflejos infantiles, nos acomplejan y nos hacen pensar que hablamos demasiado alto, que no es la hora de cortar el cordón umbilical. De ahí el afán de encontrar padrinazgo en una filosofía, en una literatura universal, en un bando preestablecido" (Zapata Olivella, 2010, p. 185).

Esta idea guió toda su obra, habló por lo alto, sin la más mínima timidez: puso en cuestión la identidad negra, la manera de asumirla y, sobre todo, cómo la lucha de estos pueblos se veía suprimida u opacada por diferentes poderes regionales y nacionales, de forma directa o solapada, a través de los discursos o, incluso, de las armas. Y esta voz se hizo cada vez más potente porque la obra narrativa de Zapata Olivella logra un equilibro perfecto entre literatura y crítica histórica y social.

Quien se haya acercado, por ejemplo, a una novela como Corral de negros, habrá sido absorbido por las historias de la gente que habita en Chambacú, barrio marginal de Cartagena fundado siglos atrás de esclavos traídos para construir las murallas; y, a su vez, no habrá dejado de decirse ¿Cómo puede pasar esto?, al enfrentarse a los excesos allí narrados: cómo sus habitantes fueron capturados y obligados a hacer parte del Batallón Colombia, conformado oficialmente por voluntarios, para ir a la Guerra de Corea y luchar por una democracia que ni siquiera, como queda en evidencia en la novela, los representa.

Este equilibro entre ficción e Historia, entre lo narrativo y lo crítico, entre lo universal y lo local, fue uno de los más importantes aportes de Zapata Olivella para la literatura colombiana en general y para la literatura afro en particular. Su voz y su trabajo para visibilizar otras literaturas regionales fue fundamental para que nuestra narrativa llegara más lejos y por otros caminos.

Bibliografía

  • Alegría, C. (1947). En: Zapata Olivella, Manuel. Tierra Mojada. Bogotá: Ediciones Espiral.
  • Zapata Olivella, M. (1962). Corral de negros. La Habana: Casa de las Américas.
  • Zapata Olivella, M. (1963). Detrás del rostro. Madrid: Aguilar.
  • Zapata Olivella, M. (2010). Por los senderos de sus ancestros: textos escogidos, 1940-2000. Colombia: Ministerio de Cultura.

Cronología

Véase también

Documentos relacionados en Banrepcultural

Como reconocimiento a este aporte, la Red de Biblioteca pone a su disposición algunos de los títulos de Manuel Zapata Olivella y otros destacados autores publicados por el Ministerio de Cultura en la https://www.banrepcultural.org/buscar?types=multimedia,collections&term=Biblioteca%20de%20literatura%20afrocolombiana&page=10&type=general|Biblioteca de literatura afrocolombiana, disponible de manera libre en nuestra Biblioteca Digital.

  1. [1] Changó, el gran putas Biblioteca Virtual.
  2. Manuel Zapata: Por los senderos de sus ancestros. Libro de ensayos recopilados por el historiador Alfonso Múnera.
  3. [2] Textos sobre el escultor Miguel Sopó.
  4. Poesía y novela en Colombia en la década del 80 por Juan Gustavo Cobo Borda.

Enlaces externos