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*Amaya, M. A. (1997). ''El amor se puede recuperar''. Bogotá.
*Amaya, M. A. (1997). ''El amor se puede recuperar''. Bogotá.
*Amaya, M. A. (2002). ''El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango''. Bogotá: Creación Artes Literatura Poesía.
*Amaya, M. A. (2002). ''El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango''. Bogotá: Creación Artes Literatura Poesía.
==Créditos==
1. Diciembre de 2019. Investigación y texto Daniel Preciado Vargas para Banrepcultural
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Revisión del 23:30 19 jul 2020

María Amparo Amaya Alarcón
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Datos generales
Nombre María Amparo Amaya Alarcón
Fecha de nacimiento 02 de septiembre de 1947
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
Seudónimo Alma de la Calle
Ocupación Escritora y lustrabotas
Primaria Escuela de Orientación Femenina de Bogotá
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Carmen de Carupa, Cundinamarca
Familia Luis Eduardo Santos (esposo), Blanca (hija), Marsela (hija)


María Amparo Amaya Alarcón, es una poeta y escritora nacida en el municipio de Carmen de Carupa, en el año 1947. Su vida, atravesada por el rechazo social y la vida en la calle, le ha permitido crear una obra literaria ecléctica y original, la cual trata sobre las penurias de la marginalidad, los abusos de la autoridad hacia los más pobres y la vida cotidiana en los sectores populares de la ciudad. Sus poemas y cuentos han sido reconocidos por instituciones tales como la Casa de Poesía Silva, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, la Corporación Colombiana de Teatro y el Centro de Artes Dramáticas y Audiovisuales.

Biografía

María Amparo Amaya Alarcón nació el 2 de septiembre de 1947 en el municipio de Carmen de Carupa, ubicado en el departamento de Cundinamarca. Muy pequeña llegó a Bogotá para estudiar en la Escuela de Orientación Femenina, en donde pudo concluir sus estudios primarios. Por aquel entonces empezó a escribir versos a la corta edad de siete años, siendo constantemente reprimida por las monjas de la escuela debido a los contenidos de su incipiente obra. De hecho, presenció como las religiosas le quemaban los primeros capítulos de su novela Observando el universo “porque profanaba a Dios”[1].

En su juventud viajó a la ciudad de Bucaramanga, en donde se hizo mayor de edad, para luego trabajar como empleada en varias casas, de las cuales también fue rechazada por sus patronas. De ahí decidió regresar a Bogotá para vivir y trabajar como lustrabotas, oficio que realizó por casi 45 años. La experiencia en las calles bogotanas marcó profundamente a la escritora, la cual fue testigo presencial de las condiciones de vida de los marginales, de los ritmos de vida acelerados de los habitantes del centro de la capital, de la basura y la suciedad, de la delincuencia y la pobreza; allí tuvo a sus hijas y las crió en medio de las hostilidades de la calle.

A pesar de la realidad que vivió durante esos años, María Amparo Amaya siguió escribiendo poemas, cuentos y novelas; en 1991 participó en el “Segundo Festival de Cuentos TPB (Teatro Popular de Bogotá)” y en el Tercer Festival de Cultura Popular. Esto le permitió darse a conocer en el medio literario bogotano y, en 1993, poder publicar su primera obra Escribiendo como loca en colaboración con el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de la capital. Un año después, y debido al éxito que tuvo su obra y su vida, fue entrevistada por la revista Cambio 16, al igual que en varios programas radiales y televisivos. Posteriormente, participó en el recital del Museo Rayo en el marco del Encuentro de Mujeres Poetas y en la Casa Poesía Silva. En 1999 fue entrevistada en el programa Giros del canal Señal Colombia; ese mismo año salió a la luz su libro Mi mente es así… por el cuento. Dos años más tarde participó en el programa Lecturas compartidas y en 2002 en Letras Capitales.

En el año 2001 obtiene una beca del Ministerio de Cultura para realizar su proyecto de investigación y literario El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango, el cual fue concluido y publicado al año siguiente. En 2003 obtuvo el Premio “Descanse en paz la guerra” patrocinado por la Casa de Poesía Silva. Posteriormente, se publicaron sus novelas Observando el universo y El hijo de la muerte, ambas en el año 2004, y 111 poesías para no morirse en 2005.

Su trayectoria poética le permitió, por otra parte, conocer a reconocidas figuras del medio artístico, literario y político nacional, tales como el novelista y poeta Álvaro Mutis, la cantante Soraya o el ex-presidente Álvaro Uribe Vélez. Fue muy notoria la amistad que sostuvo con la poetisa María Mercedes Carranza de la cual se supo que, la noche anterior a su suicidio, estuvo acompañada de María Amparo Amaya en un recital de poesía en la Casa Silva[2].

Obras

“Alma de la calle” fue el pseudónimo elegido por María Amparo Amaya con el que firmó muchas de sus obras. Evidentemente, las duras experiencias vividas en la calle fueron el sustrato principal de sus poemas, en donde también se exploran con profundidad la soledad, la miseria, el amor, la crueldad y la tristeza. Escribiendo como loca (1993) es una obra que contiene alrededor de cincuenta poemas, cuentos y aforismos. Cada uno de ellos reflejan en buena medida el dolor y el rechazo vividos por la escritora a lo largo de su vida; desde sus vivencias en el asilo-orfanato de la Beneficencia de Cundinamarca y en la Escuela de Formación Femenina, hasta en su vida adulta trabajando brevemente como empleada y luego como lustrabotas; incluso como madre siendo rechazada por sus hijas al verla escribir diariamente. “Acudía a las iglesias católicas pero al verme con la caja lustrar –ya era lustrabotas– me rechazaban; me decían loca. Toda la vida” (Amaya, 1993). “Llorar”, poema escrito el primero de noviembre de 1991, materializa los sentimientos de la poeta frente la existencia que le tocó vivir:

Con esa lágrima
llora un millonario
llora también un pobre,
esa lágrima la comparte el mundo
La tristeza y la alegría
de una lágrima
del rico, el pobre
el trabajador, el callejero.

Siguiendo la misma línea temática en El amor se puede recuperar (1997) la autora explora el mundo de sus propios recuerdos, desde los primeros momentos en que tomó un lápiz para escribir versos hasta los relatos que concibió recorriendo las calles de las ciudades que habitó, principalmente Bogotá, a la cual “quiere mucho”. En relación con esta obra, la escritora escribe: “Si “El tiempo es oro” la tinta vale. Si sufrir es feo ¡Escribir es lindo! Si pensar no cuesta nada, analizar vale mucho” (Amaya M. A., 1997).

Finalmente, su trabajo investigativo y literario El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango (2002) fue concebido bajo la idea de hacer una poesía por cada obra de la pintora –cien cuadros de ella–, rindiendo, así, un homenaje a una artista que también experimento el rechazo y la censura por parte de la sociedad y de la religión. Este puente que entabla la poetisa y la pintora se fundamenta en la violencia del verso y en los colores de las pinturas; “una poesía genera y recrea la pintura de la maestra que emociona, que se adentra en estados de ánimo, aquellos cuadros que hay en su descubrir cuando surge en mi la necesidad de escribir una poesía por obra, al veo lo oleos con los colores vivos” (Amaya M. A., 2002).

Adicionalmente, se halla un esbozo de su novela inédita El hogar de la calle, escrita en marzo de 2001 bajo su pseudónimo. En ella escribe lo siguiente:

Desde niña observaba las calles de las ciudades, sentía nostalgia de ver tanta gente en ellas pidiendo limosna, subiéndose a los buses a cantar; niños raponeros quitándoles a las señoras sus carteras con el sueldo. Sentí que esto debía cambiar en todo Colombia, en especial en su capital. Me pregunté: ¿Para qué sirven los derechos humanos si no son practicados? (Amaya M. A., 2002).

Obras completas

  • Escribiendo como loca (1993)
  • El amor se puede recuperar (1997)
  • Mi mente es así… por el cuento (1999)
  • El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango (2002)
  • El hijo de la muerte (2004)
  • Observando el universo (2004)
  • 111 poesías para no morirse (2005)
  • El hogar de la calle (obra inédita incluida en El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango)

Premios y reconocimientos

  • 1995 : Mención de honor. “Encuentro de mujeres poetas”. Roldanillo, Valle del Cauca.
  • 2003 : Premio “Descanse en paz la guerra”. Casa de Poesía Silva

Cronología

  • 1947 : Nació el 2 de septiembre en Carmen de Carupa.
  • 1991 : Participó en el “Segundo Festival de Cuentos TPB (Teatro Popular de Bogotá)” y en el Tercer Festival de Cultura Popular.
  • 1993 : Publicó su primera obra Escribiendo como loca.
  • 1995 : Mención de honor. “Encuentro de mujeres poetas”. Roldanillo, Valle del Cauca.
  • 1997 : Salió a la luz su segundo trabajo El amor se puede recuperar.
  • 1999 : Se imprimió su libro Mi mente es así… por el cuento.
  • 2001-2002 : Obtiene una beca del Ministerio de Cultura para publicar su investigación titulada El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango.
  • 2003 : Obtuvo el Premio “Descanse en paz la guerra”. Casa de Poesía Silva.
  • 2004 : Se publicaron El hijo de la muerte y Observando el universo.
  • 2005 : Publicó 111 poesías para no morirse.

Véase también

Bibliografía

  • Amaya, M. A. (1993). Escribiendo como loca. Bogotá: Instituo Distrital de Cultura y Turismo.
  • Amaya, M. A. (1997). El amor se puede recuperar. Bogotá.
  • Amaya, M. A. (2002). El pincel pinta y pregunta: sobre la pictórica de la maestra Débora Arango. Bogotá: Creación Artes Literatura Poesía.

Créditos

1. Diciembre de 2019. Investigación y texto Daniel Preciado Vargas para Banrepcultural



  1. Arias, Jimmy, “La poetisa de la calle”. En: diario El Tiempo. 25 de abril de 2004. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1538892 Consultado el 1 de noviembre de 2019.
  2. Arias, Jimmy, “La poetisa de la calle”. En: diario El Tiempo. 25 de abril de 2004. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1538892 Consultado el 1 de noviembre de 2019.