María Villa
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Datos generales
Nombre María de los Ángeles Villa
Fecha de nacimiento 16 de noviembre de 1909
Nacionalidad Colombiana Bandera de Colombia }}
Ocupación Pintora
Primaria Colegio de las Franciscanas, Bucaramanga
Bachillerato Colegio de las Franciscanas, Bucaramanga
Estudios universitarios Autodidacta
País de nacimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de nacimiento Guarne, Antioquia
Fecha de fallecimiento 1991
País de fallecimiento Colombia Bandera de Colombia }}
Ciudad de fallecimiento Medellín, Antioquia
Cónyuge Federico Vargas


María Villa, pintora colombiana autodidacta, nacida el 16 de noviembre de 1909 en Guarne, Antioquia. Se traslada a temprana edad a Medellín donde se desempeña en distintos oficios prácticos. A finales de los años cincuenta, y con alrededor de 50 años de edad, comienza su carrera artística sin pretensiones ni rótulos, sin teorías ni instructor, desarrollando un estilo propio que los críticos identifican como primitivismo. Desde su libertad cotidiana a escala de barrio, pintó más de 300 lienzos, cuyos temas o motivos fueron inspirados en personajes del diario vivir y en el imaginario religioso propio de su cultura, sazonados desde sus capacidades expresivas innatas para el manejo del color y la libertad en la forma. Su esposo, 32 años más joven que ella, también pintor, descubre el talento de María, quien estimulada por las las pinturas que le veía ejecutar, se antojó de pintar. El azar permitió que él viera algunos de sus “mamarrachos” como ella los nombraba, reconociendo de inmediato su talento. A la par, la protegió de su paso por la academia donde difícilmente sobreviviría su particular visión y técnica y la presentó en museos de Medellín y Bogotá donde su obra sorprendió. En 1986 la Alcaldía de Medellín le encarga un Viacrucis: serie de 15 pinturas, para el Pueblito Paisa, su única obra contratada, hoy parte de la Colección de Arte del Banco de la República de Colombia, entre otras obras de esta artista.

Biografía

La pintora autodidacta María de los Ángeles Villa nace en 1909 un 16 de noviembre en Guarne, Antioquia. Hija de una mujer campesina viuda, desde temprana edad mostró rasgos de un carácter definido e independiente, cualidad que la llevaría a tomar la decisión de vivir en Medellín, ciudad capital de su departamento. Allí se desempeñaría en distintos oficios o “destinos” -llamadas así las labores cotidianas del trabajo o el hogar en la sabiduría popular antioqueña, pues es aquello que ocupa nuestro tiempo y empeño- como auxiliar en farmacia, empleada doméstica y finalmente, como tendera en su propio negocio: la conquista de la independencia en el sustento.

Arte y primitivismo

La cercanía con las distintas esferas del arte no es necesaria para motivarse a expresar a través de cualquier medio las imágenes que acuden a la imaginación desde la experiencia vital y la sensibilidad pura. Una muestra de ello es el poco conocimiento que tenía María Villa del canon y de la vanguardia artística contemporánea a sus obras. Aun así, sin ayuda, dirección ni desvío de academias o tutores, pintó con una profundidad estética, quizás solo posible por el trance primario con los colores y la experiencia material, que en el mundo culto del arte se categoriza como una destreza primitiva o una técnica propia del primitivismo pictórico.

El joven cónyuge y pintor

Cercana a sus 60 años, María conoce en una tienda del barrio Villahermosa donde tenía su casa, a Federico Vargas, pintor aficionado y levantador de pesas quien ostentara en esta categoría deportiva el título de Mister Antioquia. A sus 22 años se enamora de ella y logra convencerla de casarse. Sería su cónyuge por diez años y su amigo y colega de por vida. La separación la plantea María, consciente de la diferencia de edad y del derecho de Federico a tener una esposa más joven y quizá hijos. Admirado por ella, en su destreza para la ejecución de retratos y el desarrollo de la perspectiva en los paisajes, las ganas de pintar de María Villa se avivan y comienza a hacerlo a escondidas. Al descubrirla, él le reconoce su originalidad y aptitud pictórica, se abstiene de darle indicaciones respetando su pureza expresiva y la cuida de pasar por la censura de la academia, mientras la incentiva hablándole de arte e historia y gestiona con espacios privados y museos, a los que María nunca había entrado hasta entonces, oportunidades de exponer de manera colectiva en Bogotá en dos ocasiones e individual en Medellín en el Museo de Arte Moderno y en la Biblioteca Pública Piloto de esta ciudad (1978, 1980, 1983 y 1985). De esta manera, María iría escribiendo su página en la historia del arte colombiano. Destaca la exposición póstuma Aparente ingenuidad, realizada en el Museo del Banco de la República en Bogotá, el año 2017.

Genio y figura

Lo expresado por María Villa en sus pinturas resulta familiar para la sociedad colombiana, siempre en diálogo con la fuerte tradición cristiana implantada en los escenarios y vivencias cotidianas. Así como la pintora Débora Arango Pérez, el retrato urbano y popular de personajes del entorno y el imaginario religioso desde una particular visión, constituyen el material inmediato al que accede María para experimentar su pasión por la pintura. La marca visceral que caracteriza al primitivismo (donde se le enmarca pero al que supera) está vinculada al impulso motriz de la mirada que se desplaza en trazos caprichosos y contornos, en cierta degradación de la forma que no se detiene en perspectivas clásicas sino que emprende su deriva por el deseo de la expresión que termina por ser muy personal.

El crítico y teórico del arte colombiano Darío Ruiz Gómez, pensando en la obra de María Villa escribió:

"El error más grave al enfrentarse a la obra de María Villa sería el de mirarla como una pintura primitiva. Porque nada más lejano a ese mundo artificial en el que falsos campesinos, falsos obreros, falsas señoras, falsas muchachitas, pretenden mostrarnos torpemente lo que según ellos es la poesía, la ingenuidad. Pero por un imponderable -y los imponderables precisamente carecen de explicación- María Villa viene desde la pintura en el sentido riguroso y pleno. Y si aplasta a la pintura, si la pone en un límite es porque una inmemorial y extraña sabiduría le dicta ese movimiento de preguntarse por sí misma, en un acto donde cada pincelada es un poner en cuestión cada cosa del mundo de un modo feroz"[1].

La cama: el arte y el sueño

En el trasfondo de todo artista se encuentra la confusión serena de quien se esmera por dedicarse a lo imposible con amor a la propia intuición, medio y método predilecto del autodidacta. María Villa brillaba con la inocencia propia y la emotividad como móvil de su arte: sin pretensiones, deviene artista sin proponérselo ni maquinar un lugar en el altar del arte. Su obra dormía con ella bajo la cama, cuidando sus sueños y su “destino” los últimos 30 años de vida entregados a la pintura.

La visión de mundo que se entreteje a lo largo de la obra de María Villa es bordada por la naturaleza exuberante de la capital antioqueña, sus montañas y ríos, los vientos que recorren el valle de Aburrá y, por ende, la fuerza vital del paisaje anidan en su paleta de colores y en las flores que cultiva en el patio de su casona.

Mujer artista y sin hijos

Aunque narrada desde una perspectiva patriarcal, la sociedad antioqueña ha sido un matriarcado, visible en el poder y la fuerza de sus mujeres: matronas de grandes familias según la tradición. María Villa, no sólo no siguió el destino cultural de las mujeres de su época sino que también fue mujer artista, condición vista con sospecha hasta entonces. Con sus obras, sacude las formas y las convenciones de su cultura, transforma y reescribe la sensibilidad de la cultura local y hace un guiño elegante a la tradición iconólatra de la religión cristiana.

Propuesta estética y espontaneidad

A pesar de la distancia con la academia, algunos artistas colombianos han sido lo que son gracias precisamente al rechazo o el desconocimiento de formalismos que seducen su rebeldía esencial y pueden acartonar su expresión estética. En el trabajo y la historia de la pintora María Villa se asoma la inocencia del trazo casi infantil, a la vez que ironía de quien ve al mundo y lo reconoce ambiguo, serio y risible, pero que en el juego de una mirada oblicua cabe todo el conocimiento dado por la experiencia vital de años en sociedad, en soledad, en amor y en contemplación.

Muerte y legado de la pintora María Villa

En 1991, con 82 años de trajín, fallece la pintora María Villa dejando una obra de más de 300 lienzos para la historia del arte colombiano. Sería acogida por la crítica de algunos intelectuales locales consagrados al rastreo de expresiones populares que movilizan imaginarios barriales o comunitarios y que encuentran en la obra de esta pintora un reflejo plural de la paleta social.

Obras de María Villa en las Colecciones del Banco de la República

Obras de María Villa en la Colección de Arte
Título Año Ubicación Denominación Registro
CRISTO ATADO A UNA COLUMNA 1980 Reserva Pintura AP2230
EL BUEN PASTOR Reserva Pintura AP2231
RETRATO DE HOMBRE Reserva Pintura AP2232
RETRATO DE MUJER Reserva Pintura AP2233
MADONA CON NIÑO 1980 Reserva Pintura AP2234
SANTO CON NIÑO 1980 Reserva Pintura AP2235
FLORERO 1976 Reserva Pintura AP2236
BUSTO DE MUJER 1991 Reserva Pintura AP2237
FLORERO Y ROSTROS 1980 Reserva Pintura AP2238
RETRATO DE FEDERICO VARGAS Reserva Pintura AP3656
SANTA ROSA Reserva Pintura AP3657
SAN JOSÉ Reserva Pintura AP3658
LA DAMA Reserva Pintura AP3659
FAMILIA Reserva Pintura AP3660
EL CRISTO Reserva Pintura AP3661
SAN MATEO Reserva Pintura AP3662

Cronología

  • 1909 : Nace en Guarne, Antioquia, el 16 de noviembre.
  • 1925 : Se traslada a vivir a Medellín, al barrio Villahermosa.
  • 1970 : Se casa con el pintor Federico Vargas. Inicia su actividad artística.
  • 1978 : Exhibiciones en Medellín y Bogotá.
  • 1980 : Se separa del pintor Federico Vargas.
  • 1980 : Exhibiciones en Medellín y Bogotá.
  • 1983 : Exhibiciones en Medellín y Bogotá.
  • 1985 : Exhibiciones en Medellín y Bogotá.
  • 1991 : Fallece en Medellín, Antioquia.

Véase también

Referencias

  1. Darío Ruiz Gómez. “El arte en Antioquia y la década de los setentas”. Medellín. Museo de Arte Moderno de Medellín. 1980.

Bibliografía

Colección de arte del Banco de la República

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Créditos

1. Diciembre de 2019. Investigación y texto Olga Lucía Escobar para Banrepcultural