La Independencia de Cartagena hay que enmarcarla en un proceso de revoluciones políticas en la América Española que inició con una coyuntura política en 1808 cuando el rey Fernando VII abdicó ante la arremetida de los ejércitos napoleónicos en la Península Ibérica. La corporación estamental de la monarquía española estaba acéfala. Las noticias de la metrópoli navegaron hacia los reinos al otro lado del Atlántico, lo que suscitó cierto ambiente de incertidumbre y provocó la creación de juntas de gobierno como formas de representación política en casos críticos de ausencia de autoridad y que conformarían la Junta Central o Consejo de Regencia entre diputados de todos los reinos de América y España. En estos casos, advierte Armando Martínez, “la agenda política inicial de las juntas que se formaron fue uniforme: conservación de los derechos de Fernando VII, defensa la religión católica y reformas para la felicidad de la patria” [1].

Teniendo en cuenta lo anterior, en cada virreinato las diferentes provincias organizaron sus propias juntas, como en Cartagena, donde el mismo Consejo de Regencia envió al brigadier general Francisco Montes para que ocupara el cargo de gobernador y representara los intereses del rey y el Consejo. No obstante, el cabildo de Cartagena, conformado por miembros de la élite comercial y hacendil de la ciudad, tuvo notables desencuentros con las autoridades españolas y de Santa Fe, ya que no les permitían un libre comercio de la harina. El cabildo no tardó en desconocer la autoridad virreinal ni al gobernador Montes y, en junio de 1810, tal como lo relata Aline Helg “un grupo de hombres de Getsemaní, Santo Toribio y Santa Catalina, armado con machetes y respaldado por una multitud, se congregó frente al palacio del gobernador, donde el cabildo estaba sesionando. El cabildo entonces votó la destitución del gobernador, que fue deportado a la Habana” [2].

Mientras Cartagena vivía momentos de agitación política, Mompox, que estaba bajo la tutela de la provincia, tenía claros antagonismos con el cabildo cartagenero y la Regencia. En 1810 Bogotá creó una Junta Suprema para regir en la Nueva Granada, asunto con el que estuvieron en desacuerdo las elites en Cartagena, que preferían un gobierno federalista. No obstante, Mompox sí estaba de acuerdo y asumió el gobierno desde Santafé. Cartagena y Mompox tuvieron momentos de tensión al querer que esta última se sometiera al gobierno que Cartagena quería imponer como respuesta al gobierno central. Esto desembocó en que Mompox se separara de Cartagena. Pronto, la Junta cartagenera le declaró la guerra, los invadió y apresó a varios miembros de la Junta momposina; otros huyeron por simpatizar con el rey [3].

Desde febrero de 1811 la ciudad estaba enfrentando brotes de insubordinación por parte de simpatizantes del Consejo de Regencia, quienes presuntamente estaban planeando una conspiración para destruir la Junta. Simultáneamente, muchedumbres de negros y mulatos se habían movilizado en todos los acontecimientos de revuelta y sus móviles eran incontenibles por la Junta. Finalmente, un hecho desencadenó la revuelta masiva y era que las Cortes de Cádiz habían presentado como requisito para elegir a los diputados para representar sus provincias ser personas de ascendencia europea o india-europea. Algo muy diferente era la composición racial de Cartagena, integrada en su mayor parte por negros, mulatos y zambos libres. No obstante, existían unos intereses en los cuales estos sectores buscaban representatividad y movilidad social; asimismo, tal como lo advierte Jairo Gutiérrez, “entre los grupos mejor informados de la población de color circulaban con bastante libertad y amplitud noticias acerca de las revoluciones francesa, haitiana y norteamericana, y sobre los desarrollos de la crisis peninsular” [4]. Tales sectores, apoyados por Gabriel Gutiérrez de Piñeres y Pedro Romero, el líder del Regimiento de Patriotas pardos de Getsemaní, y movidos por una multitud de negros, mulatos y pardos, forzaron a la Junta Suprema de Cartagena a declarar la independencia absoluta, en palabras de Helg “situando a Cartagena a la vanguardia de todas las provincias de la Nueva Granada” [5].

Posteriormente, y a raíz de la firma del Acta de Independencia, se realizó una asamblea constituyente que materializaría la Constitución del Estado de Cartagena de 1812, representativa, republicana y liberal, de principios igualitarios y, como comenta Gutiérrez, “adelantándose tanto en el tiempo como en sus alcances a la que se promulgaría en Cádiz al año siguiente” [6].

El Estado de Cartagena se desintegró con la reconquista de Pablo Morillo en 1815, que supuso la reincorporación del orden español sobre la provincia. No obstante, los logros obtenidos con la Independencia y la Constitución, al otorgar iguales derechos políticos, eliminar diferencias legales por el color, declarar ilegal el comercio de esclavos, fueron manifestaciones de avanzada que lograron pocas republicas en ese momento.

Referencias

  1. MARTÍNEZ GARNICA, ARMANDO, “Las provincias neogranadinas ante la crisis de la monarquía española”, en CALVO, HAROLDO; MEISEL, ADOLFO (eds.), Cartagena de Indias en la Independencia. Cartagena, Banco de la República, 2011, p.137
  2. HELG, ALINE, (2011). Libertad e Igualdad en el Caribe colombiano, 1770-1835, Medellín, Banco de la República, Universidad EAFIT, 2011, p. 222
  3. HELG, ALINE, op. cit. (2011)
  4. GUTIÉRREZ, JAIRO, “Actores subalternos: grupos étnicos y populares en la Independencia de la Nueva Granada”, en Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, Bucaramanga, Vol. 11, No. 1, septiembre de 2006, p. 206
  5. HELG, ALINE, op. cit. (2011), p. 234
  6. GUTIÉRREZ, JAIRO, op. cit. (2006), p. 209

Bibliografía

  • GUTIÉRREZ, JAIRO, “Actores subalternos: grupos étnicos y populares en la Independencia de la Nueva Granada”, en Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, Bucaramanga, Vol. 11, No. 1, septiembre de 2006, pp. 205-215.
  • MARTÍNEZ GARNICA, ARMANDO, “Las provincias neogranadinas ante la crisis de la monarquía española”, en CALVO, HAROLDO; MEISEL, ADOLFO (eds.), Cartagena de Indias en la Independencia. Cartagena, Banco de la República, 2011, pp.57-146.
  • HELG, ALINE, (2011). Libertad e Igualdad en el Caribe colombiano, 1770-1835, Medellín, Banco de la República, Universidad EAFIT, 2011.

Véase también

Proyecto:Bicentenario

Enlaces en Banrepcultural


Créditos

Centro Cultural del Banco de la República de Cartagena, 2020.