La versión para imprimir ya no se admite y puede contener errores de representación. Actualiza los marcadores del navegador y utiliza en su lugar la función de impresión predeterminada del navegador.

El nombre de “Patria Boba” fue introducido por Antonio Nariño para referirse de manera irónica al período comprendido entre la declaración de Independencia (julio de 1810) y el comienzo de la reconquista española por Pablo Morillo (1815). Nariño utilizó este epíteto en un periódico redactado por él mismo y llamado Los toros de Fucha, que publicó en Bogotá para defenderse de los ataques por la prensa que le dirigían su enemigos políticos, encabezados por el general Francisco de Paula Santander.

Realidad y falsedad en el uso del término “Patria Boba”

En la historiografía tradicional se ha interpretado este calificativo utilizado por Nariño como una forma de describir el fracaso de los patriotas durante este período, debido a sus desacuerdos sobre la forma como debía organizarse la nación, es decir, la pugna entre centralistas y federalistas. Se ha asumido que este conflicto restó fuerza a los independentistas, que incluso llegaron a enfrentarse con las armas, y facilitó la recuperación del poder colonial por los españoles. De allí el tono despectivo de la expresión “Patria Boba”.

Sin embargo, esta interpretación encierra varias falacias. El primer lugar, en Los toros de Fucha Nariño empleó el término “Patria Boba” de manera sarcástica, no para describir lo que él pensaba, sino lo que pensaban sus contradictores en el momento de hacer la publicación, el año de 1823. Al aludir a sí mismo como “un general de antaño… un general de la Patria Boba”, en realidad se mofaba de aquellos, a quienes atribuía una total incomprensión de la controversia entre federalismo y centralismo y de los procesos que se verificaron en el período de 1811 a 1815. En resumen, en la mente de Nariño eran sus enemigos los que pensaban en ese período como “Patria Boba” y por lo tanto merecían toda la censura de los verdaderos patriotas.

En segundo lugar, es insostenible la afirmación de que la independencia se perdió en 1815 debido a la guerra civil entre centralistas y federalistas. En realidad esta fue una guerra civil efímera (diciembre de 1812 a enero de 1813) cuyas principales acciones se escenificaron en Ventaquemada, de camino a Tunja, y San Victorino, en la propia ciudad de Bogotá. Estos enfrentamientos no pueden compararse ni en magnitud ni en intensidad con la verdadera guerra que se libró en ese período entre patriotas y españoles, con batallas tan sangrientas como las de Alto Palacé, Tacines, Río Palo, Calibío, Ejidos de Pasto y Juanambú. Los españoles continuaron en el territorio de la Nueva Granada después de la declaración de independencia de 1810 y fueron enfrentados por los patriotas durante este período, que de todo tuvo menos de “bobo”. Sin estas batallas, que en verdad debilitaron a los ejércitos realistas, probablemente la campaña libertadora de 1819 habría enfrentado mayores dificultades.

En estudios recientes se habla de esta época como de la “Primera República”. Pero quizás es exagerado hablar de algo que no alcanzó a formarse y tal vez sería más adecuado pensar en ella sencillamente como una etapa difícil, compleja y contradictoria del proceso de independencia colombiano.

Referencias

Bibliografía

  • NARIÑO, ANTONIO: Los Toros de Fucha, Bogotá, 1823.

Véase también

Enlaces relacionados en Banrepcultural