Características

El nombre Atrato, está relacionado con los Citarabiraes, un subgrupo de los Embera que se extendió por todo el litoral, se sustituyó la antigua denominación “Darién”, hasta abarcar a finales del siglo XVII todo el curso del río. Los pobladores del Río Atrato son mayoritariamente afrodescendientes con aproximadamente 1.500.000 habitantes, es decir un 90%; mientras indígenas, mestizos y blancos el 10% restante. Los mayores centros urbanos son: Buenaventura, Turbo, Tumaco, Guapi, Quibdó e Istmina.

Los primeros habitantes de la región datan del Paleoindio -10.000 a 7.000 años- quienes provenientes de Centroamérica, se asentaron en el Golfo de Urabá. Esa cultura proveniente de Centroamérica era de la etnia Cueva, quienes fueron absorbidos por los Tules o hijos del sol. También se han hallado petroglifos y figuras zoomorfas en la isla Gorgona que datan del siglo XIII a.C. Antes de la llegada de los Europeos se asentaron en el Río Atrato y en el Sinú, con una diversidad cultural alrededor de etnias Embera, Épera–Sapidara, Chamí, Katío y Waunana en 12 comunidades diferentes como los, Cuevas, Cunas, Poromeas, Guaracures, Citaraes, Surucos, Tatamaes, Cirambiraes, Ingaraes, Chancos, Coponmaes y Yacos. Los resguardos son de población indígena Embera (Katíos, Chamí, Dobidá y Eyabidá) son aproximadamente 20.000 habitantes, los Waunana 6.500 y los Tule; el 60% vive en comunidades rurales y el 40% en las áreas urbanas.

Hacia 1851 cuando se promulgó la Ley de Liberación de Esclavos ocurrió la colonización agrícola de las orillas y afluentes del río y la nueva élite atrateña marcó el predominio de Quibdó. En esa élite se destacaron el general y diplomático Ramón Ulloa, el político liberal César Cono y el poeta y pedagogo Ricardo Carrasquilla; desde este nuevo epicentro, impulsado entre otras cosas por la navegación a vapor, abren puertas a la minería mecanizada que permite la explotación en el río Atrato entre Neguá y Andagueda, los afluentes Bebará, Quito, y Capa, río San Juan y río Condoto de la empresa Chocó Pacífico quienes tenían oficinas en Londres y Nueva York.

Como lo reportaría Agustín Codazzi en su visita de la Comisión Corográfica, Quibdó poseía una plaza y diez manzanas. Más adelante hacia finales del siglo XIX y principios del XX llegaría el auge de la explotación aurífera, actividades extractivas de caucho, tagua, madera y otros productos de la selva, atrajo inversionistas norteamericanos, inmigrantes sirio-libaneses, cartageneros y antioqueños. Se establece entonces lo que el político chocoano Fernando Velásquez Martínez llamó la mulatocracia que tuvo incidencia en la educación, cultura, urbanismos y arquitectura.

Según Invias, la región del río Atrato comprendida desde su nacimiento hasta la población de Yuto se conoce como región del alto Atrato, el área desde la población de Yuto hasta el río Murindó como medio Atrato y bajo Atrato la zona que se encuentra entre el río Murindó y la población de Riosucio. Es el más importante del municipio, en su recorrido por Carmen del Darién, algunas de comunidades que cubre son La Honda, Tumaradó, Riosucio, Domingodó, Curvaradó, Vigía de Curvaradó, Vigía del Fuerte, Bellavista, Buchadó, Tagachí, Beté, Domingodó, La Grande, Montaño, Turriquitadó, y Quibdó abarcando un área de 86.707 hectáreas equivalentes al 30% del sistema hídrico del municipio. A sus orillas los pobladores desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, se registran los primeros hábitats plataneros y maiceros.

Es importante aclarar que las órdenes religiosas desde principios de los ochenta gestaron y consolidaron organizaciones indígenas, por ende los comités cristianos del curso medio del Atrato fueron quienes dieron cimientos de la Asociación Campesina Integral del Atrato ACIA. Las fiestas tradicionales como la de San Pacho en Homenaje a San Francisco de Asís, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 1648 en Quibdó y la fiesta a la Virgen del Carmen en los municipios de Buchadó, Riosucio y Carmen del Darien, incluyen danzas chocoanas como el Tambeo y la Chirimía muestran el alcance de la hibridación cultural entre la cultura judeocristiana y la cultura afro.

Por la conformación de terrenos cienagosos las poblaciones del Río Atrato suma un total de 150.000 habitantes y su ubicación es variable: encontramos un tramo Quibdó-Vigía del Fuerte con un alto poblamiento, 24 centros poblados, y 124.990 personas aproximadamente (desde Quibdó hasta Puerto Conto); un tramo intermedio, entre Vigía del Fuerte y Riosucio con un poblamiento medio de 18 centros poblados, y 17.210 personas aproximadamente; y por último el tramo Riosucio – desembocadura, que tiene un poblamiento bajo de 11 centros poblados, y 4.137 personas aproximadamente (desde la Nueva Unión y Unguía). Existen tres casos de reasentamiento en el medio Atrato, por razones de amenazas sísmicas, inundación y violencia, son los casos de Murindó, Bellavista y San Miguel. Murindó por un sismo el 17 de octubre de 1992; Bojayá, cabecera municipal de Bellavista, por la masacre del 2 de mayo de 2002 y San Miguel se reubica en el 2004 por inundación.

La población tiene tres tipos de vivienda a saber, rancho en palma, vivienda tradicional y vivienda moderna; la primera funciona provisionalmente, las segundas en hábitats dispersos, aldeas y cabeceras rurales, por último las modernas se encuentran en centros urbanos menores. Por su parte, las comunidades indígenas viven de su entorno y se dedican a la agricultura. Disponen sus viviendas en torno a un círculo Error en la cita: Etiqueta de apertura <ref> sin su correspondiente cierre </ref>, aproximadamente 10.000 a 7.000; sin embargo, hoy en día son pueblos que en su totalidad son aproximadamente 150.000 habitantes. De acuerdo a su distribución a lo largo del afluente, se denotan características en modos de vida diferentes, acorde a su ubicación de alto, medio o bajo Atrato. Para estas comunidades que en su totalidad suman indígenas, afrodescendientes y mestizos la agricultura, pesca y comercio centran la producción que sostiene las necesidades básicas. También se conoce de esta región la hibridación entre la cultura judeocristiana y las costumbres afro, conocidas en las fiestas tradicionales del Chocó como lo son la fiesta de San Pacho y de la Virgen del Carmen. Finalmente debemos resaltar la importancia de las Entidades Territoriales Indígenas (E.T.I.) entorno a su crecimiento económico, espacio físico, elementos de la naturaleza y aspectos de tipo social y cultural.

Referencias

Bibliografía

1. Aprile-Gniset,, J. (1991) La Ciudad Colombiana, volúmen 2. Banco Popular, Fondo de Promoción de la Cultura. Recuperado de: .https://books.google.com.co/books/about/La_ciudad_colombiana.html?id=1uYBoQEACAAJ&redir_esc=y

2. Banco de la República. Vista del río Atrato, cerca de Tebada, Chocó, Cauca. Impresiones de un viaje a América {1870-1884} José María Gutierrez de Alba. Imágenes y relatos de un Viaje por Colombia. Recuperado de: https://www.banrep.gov.co/impresiones-de-un-viaje/index.php/laminas/view?id=413

3. Gobernación de Antioquia. Centro de Urbanos y Ambientales URBAM. (2015). Cartografías socio-territoriales del medio Atrato. Elementos de comprensión inicial para un Plan Municipal Integral. Medellín: EAFIT

4. Perez, H. (2012). El Atrato es vida. Implicaciones ambientales y culturales del río Atrato en el cuidado y crianza de niños y niñas de la primera infancia del municipio Carmen del Darién, Chocó. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.

5. El Chocó Biogeográfico de Occidente. (2009) Diversidad étnica y cultural, capítulo 5. Libros de Colección Ecológica del Banco de Occidente. Recuperado de: https://www.imeditores.com/banocc/choco/cap5.htm

6. OSSO para proyecto PNUD. (1998) Tipología de Hábitat y de los Desastres. Las aldeas lineales y parentales del río Atrato. Recuperado de: https://www.osso.org.co/docu/proyectos/grupo-osso/1998/atrato/aldeas.pdf

Referencias a colecciones del Banco

Referencias a artículos del Banco

  • Vista del río Atrato, cerca de Tebada, Chocó, Cauca [1]
  • Quieto Pelo” Proyecto artístico de Liliana Angulo [2]