En el ardiente y amplio llano de la provincia de Mariquita, comprendido entre los límites de las cordilleras Central y Oriental, y cerca de las riberas del Río Grande de la Magdalena, estaban ubicados los pueblitos, parroquias, villas y cabildos que a finales de la época colonial se caracterizaban por el localismo y constituían una especie de unidad geo histórica debido a sus experiencias compartidas a lo largo de varios siglos. Aislados e inscritos en una profunda desigualdad, estaban insertos, a su vez, en una sociedad de castas con una “economía caracterizada por el monopolio comercial, el régimen fiscal de impronta alcabalera y las distintas formas de sujeción al trabajo, principalmente, en la naciente hacienda”[1]. El censo de 1789 da cuenta de una población mayoritariamente “libre” cuyos focos poblacionales no superaban los 4.000 habitantes todavía en 1810, con presencia de esclavos negros y una alta concentración de población indígena al sur del rio Saldaña (Coyaima y Natagaima)[2].

Más tarde, en la “tierra de los mosquitos”, “durante la etapa que ha sido llamada Guerra de Independencia, en tierras del actual Tolima no se combatió, aunque si constituyeron paso obligado para toda clase de marchas y contramarchas, avances y retiradas de criollos y peninsulares”[3]. Como bien ha señalado Roberto Velandia las poblaciones que estaban en la ruta de la guerra, al lado de los caminos reales y del río Magdalena, se precipitaron al caudal revolucionario habiendo sido las que más contribuyeron con hombres y toda clase de pertrechos, a diferencia de las tradicionales sociedades esclavistas como Popayán que se mostraron reacias a las ideas independentistas o el carácter acomodaticio de la élite de Ibagué, que no siempre se mantuvo adherida a “ideas patriotas” y cambiaba de bando según sus intereses [4]. Así, para 1810 respaldaban a la Junta de las Provincias Unidas, luego participaron en las discusiones de la República de Mariquita (1814); durante el Régimen del Terror se declaran fielmente realista y después, a favor de las campañas libertadoras de Simón Bolívar, no sin antes hacerle llegar algunas denuncias.

El pueblo patriota, en el sentido más decimonónico de la palabra, era el que demostraba un carácter firme y una decidida colaboración a las iniciativas, planes, campañas de independencia emprendidas por los criollos o por los mismos miembros del “pueblo”. Los patriotas mantendrían proveyendo a las tropas de hombres, comida, víveres, dinero u oportunos aliados que desplegarían redes de espionaje y reconocimiento del territorio, o prepararían emboscadas. Se valoraba su colaboración, acentuada por la agilidad y bravura que se adjudicaba a los hombres y mujeres calentanos; ya fueran indígenas, mulatos, mestizos… todos proporcionarían fuerzas con las que podrían encontrar sustento moral y práctico. El pueblo patriota, compuesto en su mayoría por los sectores populares, era proclive a abrazar la esperanza de un nuevo orden de las cosas, por supuesto para asegurar su movilidad social y estatus y la posibilidad de obtener tierras, y esto los impulsaría a unirse a las empresas independentistas. Como tal se declararía enemigo acérrimo del gobierno español, los chapetones y los ejércitos realistas.

Véase también

Proyecto:Bicentenario

Referencias

  1. MARTÍNEZ, FÉLIX, “El costumbrismo y la política. Una perspectiva histórica y cultural de las representaciones costumbristas de la nación”, en Aquelarre, revista de filosofía, política, arte y cultura, Ibagué, Universidad del Tolima, No 19, 2010, pp. 97-114, p. 99.
  2. ACADEMIA DE HISTORIA DEL TOLIMA, Compendio de Historia de Ibagué, Ibagué, Academia de Historia del Tolima, 2003.
  3. ORTIZ VIDALES, DARÍO, Apuntes para una historia de Chaparral, Chaparral, Instituto Tolimense de Cultura, 1984, p.33.
  4. VELANDIA, ROBERTO, La villa de San Bartolomé de Honda, Tomo II. Épocas de la Independencia y la Gran Colombia. Edición auspiciada por la Cámara de comercio de Honda. Aporte a la celebración del V centenario de América, 1989.

Bibliografía

  • ACADEMIA DE HISTORIA DEL TOLIMA, Compendio de Historia de Ibagué, Ibagué, Academia de Historia del Tolima, 2003.
  • MARTÍNEZ, FÉLIX, “El costumbrismo y la política. Una perspectiva histórica y cultural de las representaciones costumbristas de la nación”, en Aquelarre, revista de filosofía, política, arte y cultura, Ibagué, Universidad del Tolima, No. 19, 2010, pp. 97-114.
  • ORTIZ VIDALES, DARÍO, Apuntes para una historia de Chaparral, Chaparral, Instituto Tolimense de Cultura, 1984.
  • VELANDIA, ROBERTO, La villa de San Bartolomé de Honda, Tomo II. Épocas de la Independencia y la Gran Colombia. Edición auspiciada por la Cámara de comercio de Honda. Aporte a la celebración del V centenario de América, 1989.