Para 1929, la artista empezó estudios artísticos con Kenneth Hayes Miller, pintor, grabador y docente estadounidense en el Art Students League de Nueva York. Luego viajó a Europa y en 1931 se radicó en Munich donde estudió con el pintor alemán Hans Hofmann. La década de 1930 fue fundamental pues se dio su inicio pleno en el arte, desde el estudio hasta la práctica. Muestra de ello fue su trabajo como escenógrafa en Viena y Berlín y su paso por el taller de Diego Rivera, en su regreso a Estados Unidos. Allí trabajó como asistente del muralista mexicano, quien se encontraba elaborando varios encargos solicitados por diversas entidades públicas y privadas estadounidenses. Asimismo, durante este periodo, estuvo en permanente contacto con asociaciones artísticas como el Works Progress Administration, un programa del Proyecto Federal de Arte.