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Entre sus numerosas recopilaciones de obras, Lika Mutal denominó genéricamente estos grupos desde un sentido metafórico. Proyectos como Quipus retoman el sistema contable inca “quipu” y en donde la artista enlazaba un eje central con sus derivaciones que asemejaba esta tecnología indígena[1]. Otro grupo fue bautizado como Laberintos, que recrea pasajes y pasillos derivados de la piedra y Libros que asemeja piezas rectangulares unidas a un arco. Por otra parte, el sentido social crítico también estuvo presente en la obra de la artista. Su propuesta escultórica y memorial El ojo que llora incluye los nombres adheridos a las piedras de cerca de 27.000 víctimas del conflicto peruano que se dio entre 1980 y el 2000. Dicha obra se encuentra ubicada en el Campo de Marte en Lima y fue inaugurada en el 2005. El sentido humanista de Lika Mutal perduró para la elaboración de este conjunto escultórico al pensar en las víctimas y sus familias, contraviniendo toda postura extremista.

  1. Op. cit. El arte de ser peruano: un perfil de Lika Mutal…